Momentos antes de que la Administración de Donald Trump llegara a su fin, China impuso sanciones a 28 altos funcionarios, incluyendo el exsecretario de Estado, Mike Pompeo, a quienes acusó de “mentir y engañar” en detrimento del pueblo chino.
El anuncio fue publicado este miércoles mientras el presidente, Joe Biden, llevaba a cabo su juramentación. Las sanciones prohíben a los funcionarios la entrada a China, Hong Kong o Macao, y restringe que las compañías asociadas a ellos hagan negocios en China.
“En los últimos años, algunos políticos anti-China en los Estados Unidos, debido a sus intereses políticos egoístas y sus prejuicios y odio contra China, y sin mostrar respeto por los intereses del pueblo chino y estadounidense, han planeado, promovido y ejecutado una serie de acciones locas que han interferido gravemente en los asuntos internos de China, han socavado los intereses de China, han ofendido al pueblo chino y han perturbado gravemente las relaciones entre China y Estados Unidos”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Entre los sancionados están Peter Navarro, asesor económico de Trump; el secretario de Salud, Alex Azar, y el más alto diplomático de Estados Unidos en Asia, David Stilwell.
En su último día en el cargo, Pompeo emitió una declaración acusando a China de cometer crímenes de lesa humanidad y genocidio contra los musulmanes uigures, quienes forman parte de una minoría étnica que, entre otros actos de persecución, ha sido detenida en centros de reeducación ideológica.
Aunque la declaración no conlleva alguna acción punitiva, sí convocó a "todos los organismos jurídicos y multilaterales pertinentes a unirse a los Estados Unidos en nuestro esfuerzo por promover la rendición de cuentas de los responsables de estas atrocidades". No obstante, el gobierno de Trump cortó relaciones con la Corte Penal Internacional, que podría perseguir los crímenes de los que se acusa a China.
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En meses recientes, el Gobierno de Trump impuso sanciones en contra de funcionarios y compañías con actividades en Taiwán, Tíbet y Hong Kong, de acuerdo con el diario The Guardian. Tan solo la semana pasada, Xinjiang, una de las principales compañías de exportación de algodón y tomates, fue puesta en una lista negra por su presunto uso de trabajo forzado.
"Esperamos que la nueva administración de Estados Unidos pueda tener su propio juicio razonable y sereno sobre los problemas de Xinjiang, entre otros temas", dijo a la prensa la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying.
Con información de NBC Bay Area y The Guardian.