El presidente, Donald Trump, no asistirá el 20 de enero a la toma de posesión de su sucesor, Joe Biden, pero se quedará hasta último momento en la Casa Blanca y hasta planea hacer su propia ceremonia de despedida, mientras el Congreso sopesa un impeachment en su contra por incitar un violento asalto al Capitolio.
Trump dejará la mansión presidencial antes de las 11 de la mañana (hora de la costa Este), justo antes del arribo de Biden, cuyo mandato empieza a mediodía, según dieron a conocer funcionarios de su Administración al diario The Washington Post y la agencia de noticias The Associated Press.
Trump ya ha indicado que no participará en la toma de posesión del demócrata, rompiendo una tradición política de décadas si no siglos.
El vicepresidente, Mike Pence, sí ha dicho que estará presente, y además ha telefoneado a la vicepresidenta electa, Kamala Harris, para felicitarla, según dio a conocer este viernes Associated Press.
Se trata del primer contacto directo conocido entre los mandatarios de las Administraciones saliente y entrante.
Mientras Trump se ha mantenido en gran parte a puerta cerrada furioso desde su derrota electoral, y ocupado en cuestionar los resultados de forma falsa y peligrosa, Pence ha estado cumpliendo muchos de los deberes ceremoniales de la presidencia, incluyendo saludar a los miembros de la Guardia Nacional que ahora protegen el edificio del Capitolio. Washington está blindado por militares ante las amenazas de los grupos extremistas pro-Trump.
El presidente abandonará la capital a dos semanas de haber incitado la insurrección violenta y con un pedido de juicio político en su contra. El último presidente que se saltó la toma de posesión de su sucesor fue Andrew Johnson en 1869 (al igual que Trump, Johnson también enfrentó un impeachment).
Aunque la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, no se ha comprometido a cumplir un cronograma en concreto, se espera que envíe la acusación contra Trump al Senado la próxima semana, según informó una fuente cercana a la cadena CNN.
El Senado tiene una sesión prevista el 19 de enero, horas antes de la partida del mandatario. Hasta ahora, está en manos del líder de la mayoría, el republicano Mitch McConnell, el comienzo del proceso. Gran parte de los senadores republicanos no han definido su posición.
[El FBI alerta del peligro de bombas mientras se refuerza aún más la seguridad en D.C.]
El presidente pasó meses haciendo acusaciones infundadas de fraude electoral, en un intento por negar su derrota, hasta que ocurrió el mortal asalto al Capitolio. Ahora tendría planes de despedirse con su propia ceremonia, mientras ocurre la toma de posesión, algo sin precedentes. Será en la Base Conjunta Andrews, en las afueras de Washington, donde se guarda el Air Force One, según dio a conocer The Washington Post.
Se espera que Trump empiece después su vida post-presidencial en Florida con un pequeño grupo de ayudantes. Su futuro político, de haberlo, dependerá del desenlace del impeachment.
Con información de Associated Press, The Washington Post y CNN.