A un día de que el Congreso certifique los resultados de la elección presidencial de 2020, Donald Trump le está poniendo más presión al vicepresidente, Mike Pence, al asegurar que él tiene el poder para cambiar los resultados, lo cual es falso.
“El vicepresidente tiene el poder de rechazar a los electores fraudulentamente elegidos”, tuiteó el presidente la mañana de este martes en otro intento desesperado por revertir una elección que perdió.
Trump cuestiona otra vez las elecciones mientras que en Georgia se define la segunda vuelta por dos bancas del Senado que determinarán qué partido controla esta cámara legislativa.
Pence dirigirá el miércoles una sesión conjunta del Congreso para hacer un conteo oficial y final de los votos del Colegio Electoral, el último paso antes de la toma de poder de Joe Biden programada para el 20 de enero. Biden obtuvo la victoria con 306 votos electorales contra 232 de Trump.
Los votos electorales reflejan los resultados en las urnas, donde igualmente una mayoría de la población prefirió a Biden, por lo que decir que son fraudulentos también es falso.
Mike Pence, en su función doble como presidente del Senado, presidirá el conteo de votos en una ceremonia en el pleno de la Cámara de Representantes. Su labor está limitada a abrir y presentar los certificados de los votos electorales de cada uno de los 50 estados. Pero de hecho, ni siquiera es Pence quien contará los votos: esa función recae en otros cuatro miembros de la Cámara de Representantes y del Senado previamente seleccionados.
Al final del conteo, Pence debe anunciar como ganador al candidato que recibió los votos requeridos para convertirse en presidente.
El vicepresidente está obligado constitucionalmente a cumplir con este deber y no está en su poder rechazar los votos electorales que ya fueron asignados.
En vista de que se requieren 270 votos electorales para llegar a la Casa Blanca, Biden tiene más que suficientes votos para que al final del conteo del miércoles Pence lo anuncie como el presidente electo legítimo.
Algunos congresistas republicanos han amenazado con objetar ciertos votos electorales, lo que podría alargar el proceso de certificación algunas horas.
Aun así, no se prevé que el resultado final cambie ya que ambas cámaras del Congreso tendrían que aprobarlo y la Cámara de Representantes está controlada por el partido de Biden, los demócratas, quienes han honrado los resultados legítimos de la elección.