El ya expresidente Donald Trump le ha legado a la nueva Administración una economía prácticamente en ruinas, advierten especialistas, con casi 10 millones de puestos de trabajo menos que antes de la pandemia y una aguda recesión.
El desafío económico que enfrenta el presidente entrante, Joe Biden, se hizo aún más evidente este jueves por la mañana, apenas el segundo día de su mandato, con el nuevo informe del Departamento del Trabajo sobre las solicitudes de ayudas por desempleo.
En la última semana, 900,000 personas pidieron por primera vez subsidios, una cifra menor a la registrada la semana anterior, pero aun así es extraordinariamente alta en comparación con los números previos a la pandemia.
Más que ningún otro presidente, Trump correlacionó la salud general de la economía con la marcha del mercado de valores, incluso durante la pandemia, mientras los contagios se aceleraban en el país y las familias luchaban para pagar sus cuentas básicas con escasas opciones en el mercado laboral.
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“Si eres la persona corriente, ¿te importa si el Producto Interior Bruto fue de 3.2% o del 3.4%? No, te importa si tienes un trabajo", dijo Thomas Martin, gerente de Globalt Investments, a la cadena NBC News.
Las nuevas restricciones y cierres de actividades por el aumento en los casos de coronavirus han diezmado el empleo en las industrias de restaurantes y ocio y entretenimiento. Y el panorama a futuro no es alentador.
“El mercado laboral está extremadamente débil”, explicó Rubeela Farooqi, economista en jefe de High Frequency Economics al diario The New York Times. "Va a ser bastante difícil durante los próximos meses", anticipó.
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El Departamento del Trabajo informó que la semana pasada también se presentaron 424,000 solicitudes para el programa federal de emergencia por la pandemia para autónomos, trabajadores a tiempo parcial y otras personas que normalmente no son elegibles para los beneficios estatales por desempleo.
El estado en que Trump encontró la Casa Blanca y los mercados al llegar al poder era muy diferente. “La economía estaba en muy buena forma. Nada estaba realmente desequilibrado”, dijo Dan North, economista de Euler Hermes a NBC News.
Durante gran parte de su mandato, a Trump le resultó fácil atribuirse el crédito por las subidas de las bolsas. Las promesas del republicano de bajar los impuestos y eliminar regulaciones ayudaron a disparar el optimismo en las empresas y, en consecuencia, los mercados, que se beneficiaban ya de la buena gestión económica de su predecesor, Barack Obama.
Sin embargo, Trump desperdició parte del impulso que recibió, opinan los analistas. "Hizo bastantes cosas para realmente impedir el progreso del mercado de valores", dijo Chris Zaccarelli, director de inversiones de Independent Advisor Alliance a NBC News.
La pandemia golpeó la economía en la primavera. La Ley CARES, el paquete de estímulo aprobado en abril por el Congreso, junto con las medidas agresivas de la Reserva Federal para reducir las tasas de interés e inundar de liquidez el sistema financiero, pudieron detener la caída del mercado. En los meses siguientes, Wall Street se recuperó, pero, mientras tanto, los pequeños negocios y empresarios siguieron sufriendo las consecuencias de la crisis.
"La guerra comercial con China fue, en gran parte, lo más perjudicial", agregó Zaccarelli. Expertos han considerado el enfrentamiento con el país asiático como un fracaso: terminó en una tregua incómoda a principios de 2020, con pocas ganancias para los consumidores o empresas estadounidenses.
"Mientras que se podría decir que lo que Trump heredó fue un mercado de valores normal, Joe Biden recibe uno que está en los extremos", explicó Martin.
Sin embargo, es poco probable que Biden tome a la bolsa de valores como el barómetro de su éxito inmediato, dicen los especialistas. El presidente ha asegurado que se centrará, en cambio, en la salud y el bienestar de los estadounidenses.
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Biden está lanzando una nueva estrategia para enfrentar la pandemia centrada en la producción de más vacunas y aumentar los sitios de pruebas. Algunos economistas consideran que esta apuesta puede funcionar.
“No hay mejor estímulo económico que el lanzamiento exitoso de una vacuna”, dijo Carl Tannenbaum, economista jefe de Northern Trust en Chicago, al diario The New York Times.
Las vacunas reducen el riesgo de contagio y proporcionará una base para que las actividades económicas puedan retomarse de modo más seguro.
Aún así, se mantiene el temor por la posible llegada de una recesión más aguda. El comienzo de la campaña en diciembre trajo optimismo sobre un posible cambio en el corto plazo, pero la lenta implementación en muchas partes del país ha hecho retroceder esas esperanzas.
Con información de NBC News, The New York Times y CNBC.