El presidente, Donald Trump, dijo esta semana desde la frontera que divide a México y Estados Unidos que durante su Gobierno habían deportado a casi 20,000 pandilleros, casi un cuarto de ellos pertenecientes a la violenta pandilla Mara Salvatrucha. Aunque sus números no están lejos de la realidad, a su afirmación le falta contexto.
El 12 de enero, desde un pequeño estrado construido al lado del muro fronterizo en Alamo, Texas, Trump: “Hemos sacado a casi 20,000 miembros de pandillas de Estados Unidos, incluyendo 4,500 miembros de MS-13”.
Según datos oficiales, en el año fiscal 2017, Estados Unidos deportó a 5,396 miembros o sospechosos de pertenecer a pandillas. De estos, casi 900 fueron identificados como de la Mara Salvatrucha, conocida también como MS-13. En el año fiscal 2018, el país expulsó a 5,872 miembros o sospechosos de pertenecer a pandillas. Del total, 1,332 fueron acusados de integrar la MS-13. En el año fiscal 2019, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés), deportó a 5,497 pandilleros o sospechosos de formar parte de estos grupos, incluyendo 450 miembros de la Mara Salvatrucha.
Por último, el informe anual de ICE sobre el año fiscal 2020, que terminó el 30 de septiembre, sostiene que 4,276 pandilleros o personas sospechosas de pertenecer a pandillas fueron expulsadas del país ese año, 675 de la MS-13.
Según estos números, entre los años fiscales 2017, 2018, 2019 y 2020 —los cuatro años fiscales completos del Gobierno de Trump— ICE retiró del país a un total de 21,041 personas comprobadas o sospechosas de pertenecer a pandillas, incluyendo 3,360 de la Mara Salvatrucha.
Eso querría decir que el número de pandilleros deportados sería incluso mayor del que mencionó Trump, aunque los miembros de la MS-13 expulsados serían muchos menos de los indicados por el presidente.
No obstante, ICE incluye en su cifras de expulsiones de pandilleros no solo a aquellos que han demostrado serlo, sino también a “sospechosos”. Esto quiere decir que muchos muchachos inmigrantes que simplemente han adoptado el estilo de vestirse o los signos de MS-13, pero que no pertenecen a la pandilla, pueden acabar en manos de ICE, como reveló una investigación de ProPublica.
Esta no es la primera vez que Trump exagera el número de deportaciones de miembros de la Mara Salvatrucha. En un discurso en mayo de 2018, el presidente dijo que los estaban “echando de miles en miles”, algo que ahora parece exagerado si se toma en cuenta que en cuatro años en el poder, su Administración no llegó a expulsar ni a 3,000 pandilleros de MS-13.
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