El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó este domingo por la noche que estaba contagiado de COVID-19 y anunció que ya se encuentra bajo supervisión médica.
"Los síntomas son leves pero ya estoy en tratamiento médico. Como siempre, soy optimista. Saldremos adelante todos", tuiteó López Obrador.
El mandatario mexicano aseguró que seguirá al frente de los asuntos del país desde su oficina en el Palacio de Gobierno.
Mañana sostendrá una plática con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en la que se espera traten el tema del envío de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus, según lo informó en Twitter.
El anuncio se produce luego de que López Obrador asistiera a tres eventos públicos este fin de semana, el último de ellos en el estado de San Luis Potosí.
López Obrador, de 67 años, ha sido ampliamente criticado por no dar el ejemplo en público en la prevención de la transmisión del virus. Han sido contadas las veces que se le ha visto usando una mascarilla y ha mantenido una ajetreada agenda con eventos en público y decenas de viajes en vuelos comerciales.
[Por primera vez, López Obrador hace un llamado a la responsabilidad frente al COVID-19]
También se ha resistido a implementar medidas restrictivas de la economía para limitar la propagación del coronavirus, señalando el efecto devastador que tendría en tantos mexicanos que viven el día a día.
Al comienzo de la pandemia, cuando se le preguntó cómo estaba protegiendo a México, López Obrador sacó dos amuletos religiosos de su billetera y los mostró con orgullo.
“El escudo protector es como el detente (…) El escudo protector es la honestidad, eso es lo que protege, el no permitir la corrupción (…) detente, enemigo, que el corazón de Jesús está conmigo”, dijo López Obrador en la conferencia de prensa del 18 de marzo mientras sostenía los amuletos.
Además de López Obrador, otros líderes latinoamericanos que dieron positivo por el coronavirus son el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, el guatemalteco Alejandro Giammattei, el hondureño Juan Orlando Hernández y la entonces presidenta interina de Bolivia, Jeanine Ánéz. Todos se han recuperado.