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EE.UU. estudia usar las dosis de la segunda inyección en pacientes nuevos. Las farmacéuticas alertan de consecuencias

"Si se hace correctamente, se puede tomar una sola dosis, reservar la otra para la segunda vuelta e incluso así lograr el objetivo", dijo el doctor Anthony Fauci, el principal experto del Gobierno en enfermedades infecciosas, cuando el país alcanzó los 20 millones de infectados por coronavirus.
/ Source: Telemundo

Estados Unidos va más retrasado que la mayoría de los países desarrollados del mundo en la vacunación contra el COVID-19.

A pesar de los planes de la Casa Blanca para administrar 20 millones de vacunas antes de que finalizara 2020, hasta esta semana solo se habían puesto unos 3 millones de dosis. A este ritmo, según cálculos matemáticos básicos, el país tardaría 10 años en vacunar al público general y contener la pandemia.   

Las vacunas de Pfizer y Moderna, las únicas dos aprobadas para uso de emergencia en Estados Unidos hasta la fecha, necesitan de dos dosis para proveer protección contra el virus. La primera farmacéutica exige esperar 21 días para la segunda dosis, mientras la segunda requiere una espera de 28 días.

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Estas inyecciones para la segunda ronda han sido celosamente guardadas por el Gobierno federal para garantizar que sean administradas entre el personal sanitario en primera fila y los adultos mayores que hayan recibido la primera inyección.

Pero en este contexto crítico en que el país alcanzó los 20 millones de infectados por coronavirus, los principales expertos sanitarios han dicho que están “considerando” usar en personas nuevas las segundas dosis reservadas para quienes ya han recibido el primer pinchazo, con el fin de comenzar a inmunizar más personas.   

Pfizer advierte que una sola dosis no funciona contra el virus

Los riesgos de tomar una decisión así no son menores. Al no tener garantizadas las segundas dosis, será necesario producir y distribuir más para cuando las personas ya vacunadas necesiten usar la segunda dosis que completa el tratamiento.

"Sigo pensando que, si se hace correctamente, se puede tomar una sola dosis, reservar dosis para la segunda vuelta e incluso así lograr el objetivo", dijo el doctor Anthony Fauci en el programa Today de nuestra cadena hermana NBC News.

“Pero hay mucha discusión sobre si extender o no la vacunación inicial haciendo que más personas se vacunen por primera vez", acotó el principal experto del Gobierno en enfermedades infecciosas.

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Fauci reconoció las posibles complicaciones de este plan. Sin una persona que recibió su primera dosis no recibe la segunda a tiempo, la efectividad de la vacuna contra el coronavirus podría no ser la deseada.

“El momento óptimo es administrarla un día y, luego, en el caso de Moderna, 28 días después y, en el de Pfizer, 21 días después. Esa es la que los datos nos dicen que es la mejor manera de hacerlo", aseguró Fauci.

Reino Unido anunció el miércoles que cambiaría su estrategia de vacunación "para administrar la primera dosis a personas en grupos de riesgo, en lugar de proporcionar las dos dosis requeridas en el menor tiempo posible". Algunas provincias de Canadá están haciendo lo mismo.

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Pero la farmacéutica Pfizer reaccionó de inmediato a este giro de perspectiva al declarar que, aunque una cierta cantidad de protección comienza a notarse tan pronto como 12 días después de la primera dosis, dos dosis de la vacuna (separadas por tres semanas) es el único método que demostró ser 95% efectivo en los ensayos de fase 3.

La pandemia arrecia, pero crece la desmotivación hacia la vacuna

En Estados Unidos, a pesar de que unas 1,000 personas mueren como promedio cada día producto del coronavirus, cada vez menos personas muestran interés en vacunarse.

La Revista de la Asociación Médica Estadounidense publicó esta semana los resultados de una serie de encuestas que retratan un escepticismo en aumento hacia la vacunación entre las personas en el país.

Independientemente de la edad, la raza o el sexo, los adultos en Estados Unidos tenían menos probabilidades de decir que se vacunarían a fines de noviembre y principios de diciembre que a principios de abril.

La publicación mostró que el 74,1% de los adultos estadounidenses encuestados entre el 1 de abril y el 14 de abril dijeron que estaban "algo" o "muy" inclinados a recibir una vacuna contra el COVID-19 cuando estuviera disponible para ellos.

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Hacia el final del año, cuando la pandemia arreció en el país, descendió el interés del público. Según las encuestas realizadas entre el 25 de noviembre y el 8 de diciembre, solo el 56.2% de los adultos estadounidenses todavía planeaban vacunarse cuando llegara su turno.

Pero no solo el público general parece no estar entusiasmado con la idea de inmunizarse contra el coronavirus. Algunos doctores y enfermeros (los mismos que han enfrentado los embates de la crisis sanitaria que ha golpeado al sistema de salud estadounidense con más fuerza que a ningún otro), también se han rehusado a recibir la vacuna, incluso luego de que los trabajadores de salud fueran designados como grupos prioritarios.

Menos de la mitad de los 700 trabajadores del St. Elizabeth Community Hospital en California, el estado más poblado del país, estaban dispuestos a vacunarse cuando las vacunas fueron ofrecidas por primera vez, según un reporte de Los Angeles Times.

Algo similar ocurre en el Providence Holy Cross Medical Center del mismo estado: allí una de cada cinco enfermeras y médicos de primera línea han rechazado la vacuna.

Y, según los funcionarios de salud pública del condado de Los Ángeles, aproximadamente entre el 20% y el 40% de los trabajadores de primera línea a los que se les ofreció la vacuna también la rechazaron.

Luego de los ensayos clínicos, en los que participaron decenas de miles de personas, la evidencia científica ha sido clara con respecto a la seguridad y eficacia de las vacunas de Pfizer y Moderna.

La respuesta favorable a las vacunas ha sido una constante incluso entre las personas mayores y aquellas con enfermedades crónicas, lo que llevó a la FDA a recomendar su uso de emergencia luego de concluir que los beneficios del fármaco superan sus riesgos.

Con información de CNN y Los Angeles Times.