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Estados Unidos regresa al Acuerdo de París sobre el clima con Biden. Esto es lo que le piden defensores del medio ambiente

"Esta Administración tiene que dar un golpe de timón, porque llevamos cuatro años sin haber hecho los progresos que deberíamos haber hecho", dice un experto sobre los retos pendientes para reducir las emisiones nocivas. Entre la gran cantidad de medidas que firmó Biden en su primer día en el cargo, se encuentran directivas cancelar el permiso para la construcción del oleoducto Keystone XL.

Por Denise Chow - NBC News

Horas después de que Joe Biden jurara su cargo como el presidente 46 de Estados Unidos este miércoles, sus primeras acciones en la Casa Blanca incluyeron la firma de dos órdenes ejecutivas relacionadas con el cambio climático. Esta medida, según los activistas medioambientales, anuncia una Administración dispuesta a tomar medidas audaces para deshacer el daño causado en los últimos cuatro años.

El hecho de que las órdenes ejecutivas se produzcan el día de su toma de posesión indica que Biden se toma en serio los compromisos adquiridos durante la campaña para dar prioridad a la acción climática, según Andrea Marpillero-Colomina, defensora del transporte limpio de GreenLatinos, una organización sin ánimo de lucro que se centra en cuestiones medioambientales y de conservación que afectan a la comunidad latina.

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"La Administración está enviando un mensaje; es realmente emocionante e importante que estas conversaciones se produzcan tan pronto", aseguró Marpillero-Colomina. "Mi esperanza es que estas acciones sean solo el comienzo de una agenda sostenida orientada al clima", agregó.

En el sitio web actualizado de la Casa Blanca, el cambio climático ocupa el segundo lugar en la lista de prioridades de la Administración. Pero ante una pandemia que ya ha matado a más de 400,000 personas en Estados Unidos, las desigualdades raciales, la incertidumbre económica y una nación profundamente dividida, el Gobierno de Biden tendrá mucho trabajo.

Activistas se reúnen en el parque John Marshall en Washington D.C.
Activistas se reúnen en el parque John Marshall durante la Huelga Climática Global, el 20 de septiembre de 2019 en Washington D.C., Estados Unidos. Getty Images

En su discurso de investidura, Biden se refirió a estas cuestiones como "crisis en cascada", y dijo: "Nos enfrentamos a un ataque a nuestra democracia y a la verdad. Un virus furioso, la creciente desigualdad, el aguijón del racismo sistémico, un clima en crisis. Cualquiera de ellas es suficiente para desafiarnos de alguna manera. El hecho es que nos enfrentamos a todos ellos a la vez, presentando a esta nación una de las responsabilidades más graves que hemos tenido. Ahora vamos a ser puestos a prueba".

Sin embargo, las realidades del cambio climático exigen una acción urgente, sobre todo a raíz de la presidencia de Donald Trump, cuando el cambio climático fue raramente abordado o incluso reconocido, dijo Marpillero-Colomina.

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"Esto es una especie de llamada de atención para el país", añadió. "El impacto de no participar en las conversaciones sobre el clima durante los últimos cuatro años ha sido realmente evidente en todos los ámbitos, tanto a nivel nacional como en nuestras relaciones de política exterior", señaló.

De hecho, Biden ha indicado que planea restablecer muchas de las normas y regulaciones ambientales que fueron revocadas por la Administración Trump. Para Michael Mann, autor del libro The New Climate War y profesor y climatólogo de la Universidad de Penn State, estos esfuerzos serán cruciales porque Estados Unidos necesita recuperar el tiempo perdido.

"Esta Administración tiene que dar un golpe de timón, porque llevamos cuatro años sin haber hecho los progresos que deberíamos haber hecho", advirtió Mann. "Eso significa que vamos a tener que trabajar aún más duro", añadió.

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Parte de ese trabajo consistirá en reparar la reputación del país a nivel internacional, según Mann. La adhesión al Acuerdo de París contribuirá a restaurar la credibilidad del país, pero Biden también tendrá que dar ejemplo impulsando objetivos de emisiones aún más agresivos para evitar los impactos más perjudiciales del cambio climático.

"Los compromisos actuales en el marco del Acuerdo de París no son suficientes para mantenernos por debajo de grados 1.5 ºC de calentamiento del Planeta Tierra", dijo Mann. "Corresponderá a Estados Unidos mostrar su liderazgo para mantener el calentamiento por debajo de niveles catastróficos. Lo que me gustaría ver en los próximos 100 días es un lenguaje que hable de nuestro compromiso de aumentar sustancialmente nuestras obligaciones bajo el Acuerdo de París", señaló.

La cancelación por parte de Biden del permiso para la construcción del oleoducto Keystone XL también simboliza un alejamiento de los combustibles fósiles. Durante su campaña, Biden propuso un ambicioso plan climático de 2 billones de dólares que incluía el objetivo de lograr un estándar de electricidad 100% limpia para 2035.

Aunque hay grandes retos por delante, Marpillero-Colomina se siente alentada por muchos de los nombramientos del Gabinete que Biden ha anunciado hasta ahora. Además de recurrir a veteranos como Gina McCarthy, que fue directora de la Agencia de Protección Medioambiental en el Gobierno de Obama, y el exsecretario de Estado John Kerry, Biden parece estar reuniendo un Gabinete diverso.

Entre sus elegidos se encuentran la diputada Deb Haaland, demócrata por Nuevo México, a quien Biden eligió para ser la primera nativa americana al frente del Departamento de Interior; la defensora de la justicia medioambiental Cecilia Martínez, que se unirá al equipo de Biden en la Casa Blanca; y la exgobernadora de Michigan Jennifer Granholm, que es la candidata de Biden para ser secretaria de Energía.

La inclusión por parte de Biden de líderes del movimiento por la justicia ambiental le da a Marpillero-Colomina esperanza de que aquellos que trabajan con comunidades negras y latinas, que se ven afectadas de manera desproporcionada por el cambio climático, serán escuchados.

"Eso no significa que los defensores del medio ambiente puedan sentarse y limarse las uñas, sino que, al presionar por las necesidades de nuestras comunidades, haya al menos una persona en esos puestos con capacidad de escuchar y de preocuparse y movilizar una acción significativa", dijo.

Biden también está reuniendo a expertos en clima para puestos en todo el Gobierno, más allá de los nombramientos habituales en la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés) y el Departamento de Energía, lo que, según Mann, sugiere una apreciación de que la acción climática debe entrelazarse con los esfuerzos de todas las agencias y departamentos.

"Cuando se observan todos los nombramientos, hay un tema claro: se reconoce que el clima afecta a todos los sectores de la sociedad, por lo que la acción climática debe incorporarse a todos los sectores de la sociedad", aseguró Mann.

Pero más allá de los nombramientos y las primeras órdenes ejecutivas, los defensores del medio ambiente buscarán otras señales de que la Administración de Biden está trabajando en políticas climáticas sustanciales. Para Melissa Miles, directora ejecutiva de la Alianza para la Justicia Medioambiental de Nueva Jersey, eso significa mostrar un compromiso con la participación de las comunidades desfavorecidas en la acción climática. Igualmente importante, aclaró, es elaborar soluciones que aborden las desigualdades y las causas fundamentales del cambio climático y sus implicaciones directas para la salud.

"Lo que he visto hasta ahora muestra que Biden estaba escuchando a los líderes a favor de la justicia climática y ambiental de primera línea, pero ahora tenemos que ver su plan", dijo. "¿Tendrán realmente dientes? ¿Tendrán realmente un impacto en las comunidades que más lo necesitan?", cuestionó.

Aunque Miles está entusiasmada con las oportunidades de una nueva Administración, su entusiasmo es reservado.

"Es difícil ser optimista cuando lo que nos precede son cientos de años de desigualdad, no solo una Administración", advirtió. "Si somos optimistas, siempre será con cautela y nunca con la mentalidad de que ya podemos relajarnos. Seguimos teniendo que presionar con la misma fuerza para que se nos escuche y para hacer llegar nuestras agendas", zanjó.