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Más comunidades son obligadas a ayudar con el inglés a votantes latinos que no dominen el idioma

“No poder hablar o leer en inglés no debe ser una barrera para ejercer el derecho más preciado de un ciudadano estadounidense: el derecho al voto”, afirmó un experto. El número de personas que no lo dominan ha aumentado desde 2016.

Por Suzanne Gamboa — NBC News

El número de comunidades obligadas por ley a ayudar a votar a las personas que no dominen el inglés aumentó a 331 este año, en comparación con las 263 de 2016, anunció el miércoles la Oficina del Censo.

Este incremento reflejó la creciente cantidad de hispanos que son elegibles para votar pero que no dominan el inglés.

La Oficina del Censo publicó su lista nacional de estados, condados y comunidades donde las poblaciones de electores que no hablan inglés son lo suficientemente grandes como para activar la protección bajo la Ley Federal de Derecho al Voto que requiere para esos votantes ayuda con el idioma.

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“No poder hablar o leer en inglés no debe ser una barrera para ejercer el derecho más preciado de un ciudadano estadounidense: el derecho al voto”, afirmó Arturo Vargas, director ejecutivo del Fondo Educativo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos y Designados, un grupo bipartidista que trabaja para garantizar la participación de los latinos en el Gobierno y en los cargos públicos.

Un total de 24,244,810 ciudadanos en edad de votar viven en estas comunidades, un aumento del 22.3% con respecto a 2016. La mayoría son latinos: alrededor de 20.4 millones; 3.6 millones son asiático-estadounidenses y 236,942 son nativoamericanos u originarios de Alaska, indicó la Oficina del Censo.

Para que una comunidad o un condado estén sujetos al requisito, más del 5% o 10,000 de sus ciudadanos en edad de elegir deben tener un dominio limitado del inglés, y la tasa debe ser más alta que la nacional.

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Las comunidades cubiertas por estas disposiciones representan solo el 4.1% de los 2,920 condados y 5,120 ciudades, pueblos y comunidades que se consideraron, explicó la Oficina del Censo.

La asistencia lingüística significa proporcionar papeletas de voto bilingües o en varios idiomas, así como la publicación de formularios de registro de votantes, instrucciones u otros documentos en las lenguas de los principales grupos de la comunidad o el condado.

En esencia, la ley dice que todos los materiales que las jurisdicciones proporcionen en inglés deben facilitarse también en la lengua del grupo específico que no domina ese idioma.

Este año, la cifra incluye 68 comunidades más. Todos los estados de California, Texas y Florida permanecen en la lista, sin cambios desde 2016.

Massachusetts es el que más comunidades ha añadido: pasó de 12 a 19.

Son seis las comunidades con más votantes hispanos que no dominan el inglés: Clinton, Everett, Fitchburg, Leominster, Methuen y Salem. La ciudad de Randolph, tiene más votantes de ascendencia vietnamita.

En Arizona, las comunidades que deben proporcionar ayuda a poblaciones de nativoamericanos u originarios de Alaska aumentaron de seis a 11. 

Minnesota añadió este año su primera comunidad asiática.

Vargas señaló que las cifras pueden reflejar la migración de las personas, las naturalizaciones y el número de quienes alcanzan la edad requerida para votar. Para hacerlo es requisito indispensable ser ciudadano estadounidense.

El legado de Jim Crow

La Oficina del Censo identifica a las comunidades que deben brindar asistencia con el idioma a las personas que son indígenas-estadounidenses, asiáticos-estadounidenses, nativos de Alaska o “de ascendencia española”, como se establece en la Ley de Derechos Electorales.

Los requisitos de poder leer y escribir en inglés se utilizaron originalmente para evitar que la gente negra votara. La ley prohibía a los esclavos aprender a leer, escribir o votar, por lo que las pruebas de alfabetización impidieron que muchos votaran después de la emancipación.

Las leyes de Jim Crow y la educación desigual continuaron impidiendo que los negros, latinos, asiático-estadounidenses y nativos votaran.

Las pruebas de alfabetización y las barreras del idioma son inconstitucionales. La Ley de Derechos Electorales incluye una disposición que protege el derecho de voto de las “minorías lingüísticas”.

Vargas citó el ejemplo de los puertorriqueños, que no están obligados a leer o escribir en inglés si viven en Puerto Rico, donde muchas personas hablan ambos idiomas.

Un puertorriqueño que se muda a los Estados Unidos continental y no domina el inglés “es un ciudadano estadounidense con franquicia total y debe tener acceso libre y completo a la boleta”, independientemente de su dominio del idioma.

Algunas comunidades fueron eliminadas de la lista en algunos estados. En Alaska, 13 comunidades deben brindar asistencia con el idioma, en comparación con 15 en 2016.

Las jurisdicciones se determinan con base en cinco años de datos de la Encuesta de la Comunidad Estadounidense de hogares de EE.UU., que recopila las características de la población estadounidense, incluidos los datos de ciudadanía y la fluidez en inglés.