Trump continuará su política de “mano dura” contra los inmigrantes si es reelecto, según su asesor Stephen Miller

De ganar la reelección el combate contra los inmigrantes indocumentados y las restricciones a la inmigración legal continuarán. Así lo aseguró Stephen Miller, arquitecto de la política migratoria de la Administración, quien alista medidas aún más estrictas.

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WASHINGTON.— Los detractores del presidente, Donald Trump, creen que su nuevo límite en el ingreso de refugiados y otros puntos de su agenda migratoria han sido extremos, pero de ganar la reelección el combate contra los inmigrantes indocumentados y las restricciones a la inmigración legal continuarán.

Ese fue el mensaje que trasladó este miércoles durante una conferencia telefónica con periodistas Stephen Miller, asesor de Trump en la Casa Blanca y arquitecto de su política migratoria.

Miller, quien dijo hablar “a título personal como asesor de la campaña”, defendió el nuevo techo de 15,000 en el ingreso a refugiados para el año fiscal 2021 y toda la agenda migratoria de Trump, y atacó el plan de su rival demócrata en la contienda, Joe Biden.

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Si Biden gana, los contrabandistas de menores tendrían en su futura administración a “un mejor amigo”, y el país se verá abrumado con un incremento en la inmigración ilegal de “proporciones épicas”, según Miller.

“Decenas de millones vendrán de todas partes del planeta… (el plan de Biden) será particularmente devastador para afroamericanos e hispanoamericanos; el flujo de trabajadores de bajos salarios deprimirá los ingresos, mermará a la clase media, y será la bancarrota del Seguro Social, Medicare y Medicaid”, advirtió.

En ese sentido, Miller repitió la retórica de grupos que rechazan a los inmigrantes de que los extranjeros son una “carga pública”, y permitir su ingreso sería profundizar el hacinamiento de escuelas y hospitales en medio de la pandemia del COVID-19.

Pero Miller ha omitido mencionar los numerosos estudios, incluso de grupos no partidistas, que destacan las contribuciones de los inmigrantes, con o sin papeles, al crecimiento económico del país.

La retórica anti-inmigrante ayudó a Trump a ganar la presidencia en 2016 y, de nueva cuenta, forma parte de su estrategia electoral.

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El mes pasado, Miles Taylor, exjefe de Gabinete del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés), bajo Kirstjen Nielsen, dijo a BuzzFeed News que Miller prepara una serie de extremas órdenes ejecutivas migratorias, si gana Trump, incluyendo eliminar la ciudadanía automática a niños nacidos en EEUU de padres indocumentados.

Esa medida, que grupos anti-inmigrantes han deseado durante décadas y que ha fracasado en el Congreso, sería impugnada en los tribunales porque contraviene el derecho constitucional a la ciudadanía automática para toda persona nacida en este país.

En entrevista con Noticias Telemundo, Taylor pidió que la Administración Trump ofrezca una disculpa por la separación de familias.

¿Para cuándo la reunificación de niños con sus padres?

Miller evadió explicar qué hace la Administración Trump para reunificar a 545 niños que fueron separados de sus padres en la frontera sur, la mayoría de los cuales fueron deportados a Centroamérica.  

El grupo formó parte de sendos programas piloto de 2017 creados mucho antes de la política de “tolerancia cero” en la frontera sur, que también separó a más de 2,000 familias pero que fue suspendida por orden judicial.

Miller no ofreció un plan de reunificación, pero sí argumentó que las políticas de la Administración Obama abonaron “una industria de contrabando de niños”, mientras que la Administración Trump “mantuvo unidas a las familias, y protegió y evitó que centenares de miles, millones de familias cayeran en manos de contrabandistas”. Sin embargo, sus afirmaciones han sido refutadas por grupos cívicos y organismos humanitarios dentro y fuera de Estados Unidos, que han documentado numerosos casos de abusos en los centros de detención de migrantes.

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Además, aunque el Gobierno de Obama ordenó la breve detención de menores en la frontera sur, la Administración Trump ha sido la primera en formular una política de separación de familias, según analistas.

Previo a la llamada, un funcionario de alto rango de la Casa Blanca, que pidió el anonimato, envió a Telemundo un resumen de los seis principales logros de Trump en el ámbito migratorio, como parte de una agenda nacionalista pensada para “proteger a los trabajadores estadounidenses”.  

Esa lista incluye la construcción de “centenares de millas” de su prometido muro fronterizo; el cese a la puesta en libertad de inmigrantes detenidos en la frontera sur; medidas para la inmigración legal con base a “méritos”; el combate a “ciudades santuario”; vedas de viajes a ciertos extranjeros –“avaladas” por la Corte Suprema-, y la lucha contra el narcotráfico.

¿Más restricciones en 2021?

La Casa Blanca elabora un plan para crear una base de huellas digitales y demás datos biométricos que en adelante tendría que aportar todo extranjero antes de siquiera solicitar una visa de ingreso a Estados Unidos, según un borrador obtenido por el diario The Wall Street Journal.

El plan, gestionado durante meses desde el Concejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, es un cambio fundamental importante porque, hasta ahora, la entrega de datos biométricos sucede una vez que los solicitantes inician sus trámites. También los ciudadanos de Canadá y de los 39 países exentos de visas –la mayoría de Europa– tendrían que dar sus datos biométricos en los consulados, según el documento.

El Departamento de Seguridad Nacional ha ordenado el envío a los consulados de máquinas de huellas digitales, que tienen mejor tecnología que las máquinas ya instaladas en esos consulados.

La política en ciernes refuerza las medidas adoptadas por la Administración Trump para restringir el acceso de refugiados y extranjeros con visas temporales, que además se someten al escrutinio de sus cuentas en redes sociales.

En la actualidad, también los inmigrantes que han iniciado un ajuste migratorio dentro de Estados Unidos a otras visas, la residencia permanente o la ciudadanía, deben entregar pruebas de ADN, registros de sus iris y su voz, y otros datos biométricos. Esa regla también aplica a ciudadanos estadounidenses que patrocinen la visa de un familiar.

En contra de la opinión pública

Grupos pro-inmigrantes consultados por Noticias Telemundo coincidieron en que la mayoría de los estadounidenses cree que la inmigración es buena para EE.UU., y apoya una reforma que legalice a la población indocumentada.

Carlos Guevara, subdirector de iniciativas migratorias del grupo UnidosUs, señaló que, según una encuesta Gallup, el 77% de los estadounidenses “apoya de forma abrumadora una vía hacia la ciudadanía de los inmigrantes indocumentados" y se opone a la separación de familias, el fin de DACA, o la construcción del muro fronterizo.

Eric Schwartz, presidente de Refugees International, condenó las “restricciones draconianas” contra refugiados de Asia, el Medio Oriente y Centroamérica, como una mera extensión de la estrategia electoral de Trump este año, pese a que muchos de los extranjeros vilipendiados por la Administración “están en la primera línea de defensa contra la pandemia del COVID-19”.

Se trata del quinto recorte en el ingreso a refugiados de la Administración Trump –este año el límite fue de 18,000– y el más extenso del programa establecido en 1980.

Grupos como America's Voice, Mi Familia Vota, y Poder Latinx, entre otros, han dejado en claro que la mayoría de los votantes latinos rechaza la política migratoria de Trump, y se lo cobrarán en las urnas el próximo 3 de noviembre.