Un hombre armado abrió fuego en un barrio frecuentado por la comunidad LGBTQ de Oslo a primera hora del sábado, matando a dos personas y dejando a 21 heridas, 10 de ellas graves, en lo que la policía está investigando como un posible ataque terrorista durante el festival anual del Orgullo LGBTQ de la capital noruega.
Los investigadores dijeron que el sospechoso, identificado como un ciudadano noruego de 42 años originario de Irán, fue detenido tras abrir fuego en tres lugares del centro de Oslo.
Aunque el motivo no estaba claro, los organizadores del Orgullo de Oslo cancelaron un desfile que estaba previsto para el sábado como punto culminante de un festival de una semana. Uno de los tiroteos se produjo en el exterior del London Pub, un bar muy popular entre la comunidad LGBTQ (lésbico, gay, trans, bisexual, queer) de la ciudad, horas antes de que comenzara el desfile.
El abogado de la policía, Christian Hatlo, dijo que el sospechoso estaba detenido bajo la sospecha de asesinato, intento de asesinato y terrorismo, basándose en el número de personas que fueron atacadas en varios lugares.
“Nuestra evaluación general es que hay motivos para creer que quería causar un grave temor en la población”, aseguró Hatlo y añadió que también se estaba investigando la salud mental del sospechoso.
“Tenemos que revisar su historial médico, si es que tiene alguno. No es algo que conozcamos ahora”, señaló.
Los disparos se produjeron en torno a la 1 de la madrugada, hora local, lo que hizo que las personas que estaban de fiesta, presas del pánico, huyeran a las calles o intentaran esconderse del pistolero.
Olav Roenneberg, periodista de la cadena pública noruega NRK, dijo que fue testigo del tiroteo. “Vi a un hombre llegar al lugar con una bolsa. Agarró un arma y empezó a disparar”, aseguró Roenneberg a dicho medio. “Primero pensé que era una pistola de aire comprimido. Luego el cristal del bar de al lado se hizo añicos y comprendí que tenía que correr para cubrirme”, añadió.
El inspector de policía Tore Soldal dijo que dos de las víctimas del tiroteo murieron y que 10 personas estaban siendo tratadas por heridas graves, pero se cree que ninguna de ellas está en peligro de morir.
El primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, señaló en un mensaje en la red social Facebook: “el tiroteo de esta noche en el pub London de Oslo ha sido un ataque cruel y profundamente impactante contra personas inocentes”.
El mandatario añadió que aunque el motivo no estaba claro, el tiroteo había causado miedo y dolor en la comunidad LGBTQ. “Todos estamos a su lado”, escribió.
Christian Bredeli, que estaba en el bar, declaró al periódico noruego VG que se escondió en el cuarto piso con un grupo de unas 10 personas hasta que le dijeron que era seguro salir. “Muchos temían por sus vidas”, aseguró, “al salir vimos a varias personas heridas, así que comprendimos que había ocurrido algo grave”.
La cadena noruega TV2 mostró imágenes de gente corriendo por las calles de Oslo, presa del pánico, mientras sonaban disparos de fondo.
Los investigadores dijeron que el sospechoso era conocido por la policía pero no por ningún delito violento importante. Sus antecedentes penales incluían un delito de estupefacientes y otro de tenencia de armas por llevar un cuchillo, señaló Hatlo. La policía incautó dos armas tras el ataque: una pistola y un arma automática “no modernas”, agregó sin dar detalles. El sospechoso no había hecho ninguna declaración a la policía y estaba en contacto con un abogado defensor, según el abogado.
Hatlo dijo que era demasiado pronto para decir si el atacante tenía como objetivo específico a los miembros de la comunidad LGBTQ. “Tenemos que analizarlo más de cerca, aún no lo sabemos”, dijo. Aun así, la policía aconsejó a los organizadores del festival del Orgullo que cancelaran el desfile del sábado.
“El Orgullo de Oslo, por tanto, insta a todos los que tenían previsto participar o ver el desfile a que no se presenten. Todos los eventos relacionados con el Orgullo de Oslo quedan cancelados”, dijeron los organizadores en la página oficial del evento en Facebook.
Noruega tiene una tasa de criminalidad relativamente baja, pero ha sufrido ataques violentos de extremistas de derecha, incluyendo uno de los peores tiroteos masivos en Europa en 2011, cuando un hombre armado mató a 69 personas en la isla de Utoya después de hacer estallar una bomba en Oslo que dejó ocho muertos.
En 2019, otro ultraderechista mató a su hermanastra y luego abrió fuego en una mezquita, pero fue dominado antes de que nadie allí resultara herido.