CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, abordó esta tarde su primer vuelo internacional desde que llegó al poder en diciembre de 2018, para un viaje rodeado de polémica. Visitará Estados Unidos para reunirse en la Casa Blanca con su homólogo, Donald Trump, quien anoche presumió el muro fronterizo que está construyendo para dividir los dos países.
López Obrador, que por meses rechazó hacerse una prueba de coronavirus pese a que media decena de integrantes de su gabinete dieron positivo, se sometió al test este lunes antes del viaje. Hoy anunció que salió negativo antes de salir camino a Washington.
El encuentro será presuntamente para celebrar la entrada en vigor del nuevo acuerdo comercial norteamericano T-MEC, o USMCA en inglés, que Trump ha calificado como uno de sus grandes logros y el “acuerdo comercial más justo que ha sido negociado en la historia”. Aunque involucra a tres países, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo que no acudirá al evento.
La reunión ha desatado críticas. Integrantes del caucus hispano del Congreso pidieron postergarla, y diplomáticos mexicanos adviertieron que no hay razón para reunirse a cuatro meses de las elecciones estadounidenses.
Al darle López Obrador la mano a Trump “se interpretará por muchos como un espaldarazo al mandatario más polarizante en la vida moderna de Estados Unidos", según el exembajador mexicano en Washington Arturo Sarukhán.
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Algunos mexicanos que viven en Estados Unidos también consideran que no saldrá nada nuevo ni bueno. “No creo que lleguen a lograr un diálogo que beneficie a ambos lados", opina Alberto Aguilar, residente en El Paso, a la agencia de noticias Efe.
Justamente el lunes en la tarde Trump presumió fotos del muro fronterizo que su Administración construye en Arizona, como parte de su promesa desde la campaña de 2016.
En el pasado, López Obrador llegó a decir que tales promesas de un muro y actos volvían la política de Trump una “vulgar amenaza” con “discriminación racial”, como los dichos de Trump sobre que los mexicanos en territorio estadounidense son presuntamente “criminales”.
Pero desde que el mexicano es presidente ha mantenido que la relación es amistosa y “de respeto”.
La agenda en Washington
Trump dijo el lunes, por medio de la vocería de la Casa Blanca, que el evento será parte de "la asociación continua para el comercio, la salud y otros temas claves para la prosperidad y seguridad regionales".
Aunque la reunión, a decir de los mexicanos, se centrará en el aspecto comercial, incluso cuando hay varios temas migratorios de interés que se podrían discutir, como el futuro de los dreamers beneficiarios de DACA o el anuncio de ICE de que estudiantes con visa no podrán quedarse si las clases son en línea.
“Hay en la agenda bilateral muchos temas, pero vamos básicamente a lo relacionado con el tratado; nos importa mucho la reactivación de la economía”, dijo López Obrador este martes, al asegurar que el T-MEC generará empleos ante el impacto negativo del coronavirus. (Analistas creen que el efecto en los trabajos perdidos será “marginal”).
El miércoles 8 de julio iniciará formalmente la visita, en momentos en que las cifras de contagios de SARS-CoV2 están subiendo en México y cuando varios estados de Estados Unidos han revertido su reapertura debido a las infecciones de coronavirus.
Los países incluso tienen un acuerdo para el cierre de fronteras a cualquier viaje no esencial debido a los contagios.
La reunión privada entre los dos presidentes será por la tarde en la Casa Blanca, después de la cual habrá otro evento, a puerta cerrada, con los demás integrantes de la comitiva.
Estos incluyen, del lado mexicano: el canciller Marcelo Ebrard; la embajadora mexicana Martha Bárcena; el director de Relaciones Exteriores para América del Norte, Roberto Velasco; la secretaría de Economía, Graciela Márquez; el jefe de la oficina presidencial Alfonso Romo, y el encargado de seguridad del presidente, Daniel Asaf.
No está previsto que den rueda de prensa conjunta como las que Trump ha dado con otros mandatarios durante visitas oficiales. Sí habrá un comunicado conjunto, de acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana.
Después habrá una cena en la que también estarán presentes empresarios mexicanos.
AMLO tiene previsto regresar a México la mañana del jueves 9 de julio, sin reunirse con ningún representante demócrata o con el virtual candidato, el exvicepresidente Joe Biden.
López Obrador viajará hacia y desde Washington en vuelo comercial, como acostumbra hacer desde que asumió la presidencia (de hecho AMLO está intentando vender el avión presidencial de su antecesor por medio de un criticado sorteo con el cual espera recaudar fondos para el presupuesto de salud).
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