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Dos librerías históricas cierran sus puertas en México como consecuencia del coronavirus: "Es una tragedia"

La pandemia está golpeando a instituciones culturales, pero confían en que sus amados volúmenes sigan circulando de nuevas maneras. “Creo que me voy a morir con un libro bajo el brazo”, dice un ‘guardián’ librero.
/ Source: Telemundo

CIUDAD DE MÉXICO.- Para Gema Contreras y Francisco López, los libros son fuente de vida, y lo es más ser libreros: tienen casi cuatro décadas de relación en pareja, más de tres décadas de gerenciar librerías juntos, y gustan decir que hay pocas dichas como poner un tomo en buenas manos para que el libro “siga su camino”.

“Mi familia tiene 90 años en el negocio de librerías”, dice López, copropietario de la librería 'El tomo suelto'. “Con esa historia, somos parte de la ciudad, es una historia que va de mano en mano con sus catástrofes”, agrega Contreras. Lo cuentan porque sus locales han sobrevivido a los mortíferos terremotos que devastaron Ciudad de México en 1985 y 2017. 

Pero hay algo a lo que ese negocio que aman, ser “los intermediaros entre que alguien da un libro en adopción y alguien más lo adopta”, no ha podido sobrevivir: la pandemia de COVID-19 y sus secuelas económicas.

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'El tomo suelto' no está solo en esta situación; lo mismo les ha pasado a librerías en México y en Estados Unidos, al igual que a otros negocios familiares. 

En Estados Unidos se lanzó esta semana la campaña #BooksAreEssential para prevenir más pérdidas. En España, la campaña se llama #MisLibrosEnTuLibrería. Hay similares en Argentina, Chile, y más países latinoamericanos.

En México, que se aproxima a lo que se calcula será la peor crisis económica en su historia, una asociación de pequeñas y medianas empresas advirtió ya en abril de la posibilidad de que se pierdan para siempre 250,000 negocios mexicanos, que emplean a hasta 1.5 millones de personas y son la columna vertebral de la economía del país.

Decenas de librerías históricas y de barrio pudieran no reabrir, acumulando pérdidas culturales y de economía familiar.

“Hay mucho sentimentalismo, mucho coraje, mucho dolor, porque realmente no queríamos cerrar”, cuenta López. Pero “la pandemia implica muchos gastos”, de renta, luz, internet, comisiones para aceptar pagos con tarjeta, “y ya no tenemos de dónde; lo que teníamos guardado en el colchón para emergencias ya apenas llena un petate”, un tapete de palma.

“Cerramos por efecto de la pandemia, pero uno que fue exacerbado por la falta de apoyo de las autoridades”, acusa el librero, “hacen falta muchos mecanismos por parte del Gobierno, que además cuando hizo listas de las empresas esenciales o no esenciales nunca mencionó siquiera las librerías”.

Una librería en Buenos Aires el 12 de mayo de 2020. Las librerías fueron de los establecimientos a los que se les permitió abrir cuando seguía la cuarentena.
Una librería en Buenos Aires el 12 de mayo de 2020. Las librerías fueron de los establecimientos a los que se les permitió abrir cuando seguía la cuarentena.AP

Lo que Contreras y López siguieron pagando fueron los sueldos de colaboradores, aunque hubo que hacer ajustes; en junio, los 15 “aprendices de librero” aceptaron que la mitad de su salario fuera en efectivo y la otra mitad en libros, dice Contreras.

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De cualquier modo, este domingo 5 de julio, 'El tomo suelto' cerró definitivamente la cortina de una sucursal que fue concurrida por mexicanos de a pie y también por luminarios; uno de los clientes asiduos, dice López, es el reconocido ensayista Juan Villoro.

"La magia de la lectura es algo muy importante en estos tiempos que estamos viviendo”, destacó Villoro en el Congreso Iberoamericano de Lengua y Literatura Infantil y Juvenil, este 2 de julio. Los libros “nos pueden rescatar del aburrimiento, del tedio, la tristeza, la desesperación”, agregó.

Una de las sucursales de 'El tomo suelto', librería anticuaria en Ciudad de México
Una de las sucursales de 'El tomo suelto', librería anticuaria en Ciudad de MéxicoCortesía de El tomo suelto

Un estudio reciente de hábitos lectores en América Latina arroja que las personas están leyendo más ahora que se tienen que quedar en casa para prevenir contagios.

Es un afán que, en estos tiempos aciagos, ayudó a que 'El tomo suelto' y establecimientos similares pudieran al menos despedirse con bombo y platillo acompañados por muchos clientes, al ofrecer descuentos de 50% en todo su almacén.

Así sucedió en 'A través del espejo', otra librería que surtía tomos únicos, raros o antiguos con dedicatorias personales e irrepetibles desde hace 22 años.

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“La gente se está yendo satisfecha, y nos están ayudando mucho”, celebra su gerente, León Felipe Eguia, en declaraciones a la agencia Reuters, “estamos tratando así de que los libros queden en las mejores manos, de aquellos quienes los aman”.

La respuesta fue efusiva, con gente haciendo fila afuera de ambas tiendas en busca de las gemas escondidas, como una de las ediciones tempranas de Cien Años de Soledad.

Contreras y López incluso empezaron a vender de su “librería personal”: el acervo en su casa, con libros infantiles de su hija y hasta uno de solo 100 tomos en existencia de un libro de Gerardo Murillo, el pintor mexicano Dr. Atl.

Pese al dolor palpable de quedarse sin su amada sucursal, Gema Contreras recalca que no siente que todo esté perdido.

Dice que lo sucedido los ha forzado a repensarse, sobre todo porque "en el encierro": su salud no les ha permitido salir mucho pues son de la población de alto riesgo y vulnerable al contagio. Se autocalifican como“material delicado”, cual página frágil de alguno de sus libros únicos.

En algún momento reabrirán su otra sucursal, en el centro histórico de la ciudad que actualmente está parado por los niveles altísimos de infecciones en la capital mexicana. Esperan develar pronto su tienda completamente en línea a partir de un almacén donde quedarán los libros que no se vendan del local cerrado,  y mientras están vendiendo vía Facebook a clientes de todo el país.

En Francia desde finales de abril se estableció que acudir a librerías era una forma válida de salir para hacer compras de primera necesidad durante el confinamiento.
En Francia desde finales de abril se estableció que acudir a librerías era una forma válida de salir para hacer compras de primera necesidad durante el confinamiento.AP

Es una práctica que otros establecimientos e iniciativas culturales han ido adoptando con éxito.

La Murciélaga, otra librería anticuaria en Ciudad de México, ha establecido una presencia jocosa en redes sociales para vender desde Twitter e Instagram (también oferta mezcal).

Sexto Piso, Era y Almadía, tres editoriales independientes que existen desde hace décadas y publican tomos leídos por toda la región latinoamericana, recurrieron a la recaudación de fondos web para evitar caer ante “la amenaza mortal” a la economía del libro por la pandemia.

Igualmente, asociaciones teatrales en México han montado obras y musicales para funciones con sana distancia: venden boletos para dar acceso a transmisiones en vivo que simulen, lo más que se pueda, la experiencia compartida de vivir, reír y llorar en un teatro.

Así se estrenó este viernes la producción de Julieta Venegas La enamorada. La Compañía Nacional de Teatro mexicana ha compartido montajes en YouTube. Ahí también han comenzado a circular versiones oficiales de musicales como Hoy no me puedo levantar.

De modo aunque sea virtual, establecimientos como El tomo suelto quieren mantener su espíritu de ayudar a la gente a encontrar lo que difícilmente hallaría en otra parte.

“Pues tenemos que adecuarnos y le apostamos con todo a que este oficio no desaparezca. Nosotros pensamos que en un futuro regresaremos, porque esto es patrimonio para todos”, dice Gema Contreras.

No por nada Villoro, aquel ensayista y novelista cliente de El tomo suelto, alguna vez le escribió a López una dedicatoria en un libro sobre fútbol: "A Francisco, el custodio de los libros".

López comenta que seguirá siendo ese guardián sin importar qué más suceda. “No dejaré de pensar en libros toda mi vida ni de trabajar alrededor de los libros, y creo que me voy a morir con un libro bajo el brazo”, indica, después que él y Gema hayan soltado unas lágrimas.

Ahí intercede Contreras con una broma para mejorar el ánimo: “Entonces el problema es que escojas con cuál”.

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