Estados Unidos sumó 4.8 millones de puestos de trabajo durante el mes pasado, lo que hizo caer la tasa de desempleo desde un 13.3% de mayo a un 11.1% en junio, según las cifras entregadas por la Oficina de Estadísticas Laborales.
La mejora en el índice de empleo se explica por el proceso de reactivación económica que vivió casi todo el país durante las primeras semanas de junio, cuando se reactivaron las industrias del retail, el turismo, y reabrieron negocios no esenciales como restaurantes, bares o gimnasios, luego de meses de para por la pandemia del coronavirus.
Sin embargo, el registro entregado por el Departamento del Trabajo no considera aún lo ocurrido en las últimas semanas del mes, cuando los casos de contagio del COVID-19 aumentaron peligrosamente en el país.
Estados como Texas, Florida y Nueva York han decidido frenar sus fases de reapertura y volver a limitar la operación en trabajos no esenciales.
El presidente, Donald Trump, celebró la caída del desempleo y afirmó que el aumento de puestos de trabajo son señales de que "la economía está rugiendo de nuevo".
La cifra de solicitudes de beneficios por desempleo de la última semana se mantuvo por sobre los 1.4 millones, una señal de que los efectos económicos de la pandemia siguen presentes.
"Hemos visto cómo la curva va hacia abajo, pero todavía está a niveles astronómicos", opina Dan North, economista de Euler Hermes North America. "El promedio de desempleo antes de la pandemia era de 350,000, así que todavía estamos cuatro veces por sobre ese promedio", agregó.
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Los economistas han atribuido el aumento de empleo al Programa de Protección de Cheques de Pago (PPP, en su siglas en inglés) del gobierno, otorgando préstamos a las empresas que pueden ser parcialmente perdonados si se usan para salarios.
En mayo, el presidente Donald Trump celebró los datos de empleo, luego que la tasa de desempleo cayera del 14,7% de abril al 13,3%. Algunos asesores de la Casa Blanca creen que el futuro político de Trump está vinculado a la recuperación económica del país.
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