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Trump promete cárcel para manifestantes que destruyan estatuas y monumentos

El presidente se ha quejado de manifestantes violentos e "instigadores" a pesar de que la mayoría de las protestas callejeras contra la brutalidad policial han sido pacíficas. Ahora su orden ejecutiva permitirá el arresto y encarcelamiento de quienes destruyan estatuas y monumentos.
/ Source: Telemundo

WASHINGTON.— El presidente, Donald Trump, prometió este martes que firmará una orden ejecutiva para castigar con hasta diez años de cárcel, incluso de forma retroactiva, a manifestantes que destruyan estatuas o monumentos.

El mandatario dijo a los periodistas antes de partir rumbo a Arizona que la orden ejecutiva se aplicará de forma retroactiva para quienes hayan participado en manifestaciones violentas para derribar estatuas.

“He autorizado al gobierno federal a que arreste a cualquiera que vandalice o destruya cualquier monumento, estatua u otra propiedad federal en Estados Unidos, con hasta diez años de prisión, de acuerdo con el Acta de Preservación del Memorial a Veteranos”, dijo Trump en Twitter.

Trump afirmó que el efecto práctico de la orden ejecutiva es simplemente hacer cumplir las leyes existentes “pero de manera más uniforme”.

El mandatario se refirió a una ley federal de 2003, pocas veces utilizada, que impone una sentencia de hasta diez años en cárcel para personas que destruyen, o intentan destruir, cualquier estatua, monumento, placa, estructura y demás propiedades públicas que conmemoran a figuras prominentes de las Fuerzas Armadas.

Trump hizo el anuncio un día después de que varios manifestantes se congregaron en el Parque Lafayette, frente a la Casa Blanca, e intentaron derrumbar una estatua del presidente Andrew Jackson (1829-1837) , una estatua de hierro que muestra al gobernante en uniforme militar y montado en un caballo.

La estatua de Jackson, un líder polémico por su postura contra las poblaciones indígenas, se mantiene en pie pero muestra grafiti en toda su base. Anoche, Trump condenó lo que consideró como un acto de “vandalismo deshonroso”.

El gobierno local desplegó a un gran contingente de la policía para dispersar con gas pimienta a los manifestantes del emblemático parque.

La orden ejecutiva cuenta con el respaldo de prominentes líderes republicanos en ambas cámaras del Congreso, que en las últimas semanas se han hecho eco de las quejas de Trump contra “instigadores” y manifestantes violentos.

En ese sentido, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, dijo desde el pleno del Senado que, pese a las dificultades que afronta Estados Unidos, “sigue siendo la unión más perfecta que jamás haya visto el mundo”.

Manifestantes amarran con una cuerda la estatua del presidente Andrew Jackson en medio del Lafayette Park, frente a la Casa Blanca, el lunes.
Manifestantes amarran con una cuerda la estatua del presidente Andrew Jackson en medio del Lafayette Park, frente a la Casa Blanca, el lunes.REUTERS

El país no honra a los “matones” sino a “los valientes líderes que los confrontan”, afirmó.

La muerte del afroamericano, George Floyd, el pasado 25 de mayo en Minneapolis (Minnesota), a manos de un policía blanco, ha generado protestas multitudinarias dentro y fuera del país. Floyd murió después de que el policía lo asfixió durante casi nueve minutos.

Desde entonces, aunque la mayoría de las manifestaciones contra la brutalidad policial han sido pacíficas, algunas se han tornado violenta y algunos manifestantes han derribado estatuas en honor a líderes militares de la Guerra Civil, incluyendo prominentes figuras del bando confederado.

Entre algunas de las estatuas derribadas en distintas ciudades del país, figuran las de soldados y generales confederados -que defendían la esclavitud en el sur del país- y las de Cristóbal Colón, el fray Junípero, y del expresidente George Washington. 

En algunas ocasiones, los manifestantes derrumbaron las estatuas sin la intervención de la policía.

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