Por Suzanne Gamboa y Corky Siemaszko - NBC News
Millones de estadounidenses conmemoraron este viernes el día festivo conocido como Juneteenth, una fecha que marca el fin de la esclavitud en Estados Unidos, y que ha adquirido una nueva urgencia tras la conmoción nacional por los homicidios de George Floyd y otros afroamericanos a manos de la policía.
Para muchos, fue la primera vez que lo celebraron.
Juneteenth —una fecha deliberadamente ignorada en Estados Unidos durante generaciones por un sistema educativo renuente a centrarse en esa historia atroz, y que no pone foco en los logros de los afroamericanos— está repentinamente en el centro de atención, mientras la nación enfrenta otro debate sobre la raza.
Varios proyectos de ley han sido presentados, con el fin del convertir la fecha en un feriado federal.
Y debido a las preocupaciones sobre la actual pandemia del coronavirus, muchos eventos conmemorativos han tenido lugar en línea, como el Juneteenth Music Festival, en Denver, o el Juneteenth Virtual Community Day, en Hartford, Connecticut.
En Florida, un estado que rompió su propio récord de contagios para un solo día, con 3,822 nuevos casos el viernes, se celebró la fecha con picnics "con distanciamiento social" en ciudades como Tampa, San Petersburgo y otros lugares afectados.
El reverendo Al Sharpton fue el orador principal en una celebración por Juneteenth en nombre de la justicia esta tarde en Tulsa, Oklahoma, el escenario de una masacre que aniquiló a una vibrante comunidad empresarial negra en 1921, cuando una mafia blanca racista mató a unos 300 residentes afroamericanos.
La aparición de Sharpton se produce un día antes de que el presidente, Donald Trump, llegue a Tulsa para su primer mitin político desde que la pandemia paralizó al país. El evento, que originalmente había sido programado para el viernes, se pospuso después de que la campaña de Trump fue acusada de insensible y atacada con una avalancha de críticas.
En una entrevista con The Wall Street Journal publicada el jueves, Trump insistió en que fue él quien hizo famoso a Juneteenth.
"En realidad es un evento importante, es un momento importante", insistió el mandatario. “Pero nadie había oído hablar de eso. Muy pocas personas han oído hablar de eso”.
Las palabras de Trump fueron noticia para Bobby Eaton, de 66 años, quien vino este viernes al festival Juneteenth en Tulsa y creció escuchando historias de cómo era el distrito de Greenwood antes de la masacre. Eaton habló mientras cientos marchaban por la avenida Greenwood, en la que la pancarta 'Black Lives Matter' estaba pintada con enormes letras amarillas.
"Creo que es bueno que todos los ojos estén puestos en Tulsa en este momento", dijo. "Algunos de ellos no sabían sobre nuestra historia y nuestra cultura y lo que ocurrió aquí en Black Wall St. Ates de Hiroshima, antes del 11 de Septiembre, nosotros fuimos bombardeados aquí en 1921".
Vanessa Saddler, de 65 años, quien también es residente de Tulsa, dijo que "esto es tierra sagrada y santa".
En cuanto a Trump, "él es racista y no es bienvenido", agregó.
Mientras tanto, el presunto candidato presidencial demócrata Joe Biden, en un foro en línea organizado por MSNBC llamado Juneteenth JusticeCon el viernes por la noche, pidió a los estadounidenses que "se dediquen" al "desmantelamiento del racismo sistémico" y rindió homenaje a la naturaleza agridulce de Juneteenth, que, expresó, "ambos nos recuerdan la larga y dura noche y la brillante mañana por venir".
Cuando se trata de racismo en Estados Unidos, Biden dijo que "los estadounidenses negros llevan la carga, pero todos los estadounidenses llevan la vergüenza y tienen el deber de actuar".
Los afroamericanos han celebrado el 16 de junio durante más de un siglo con desfiles, fiestas y reuniones de todo tipo. Y Juneteenth ahora es reconocido por 47 estados y Washington D.C. como feriado o día de observancia.
"Juneteenth nunca ha sido una celebración de la victoria, o una aceptación de cómo son las cosas", tuiteó Barack Obama, el predecesor de Trump y el primer presidente negro del país. "Es una celebración del progreso".
Este año, el festivo está siendo observado más ampliamente que nunca. Pero además de las celebraciones grandes y pequeñas, en ciudades como Nueva York, Chicago y Atlanta también hubo más protestas contra la violencia policial hacia los afroamericanos, así como manifestaciones en solidaridad con esta comunidad.
También se realizaron manifestaciones desde Lafayette Square, en Washington, D.C., frente a la Casa Blanca, hasta la costa oeste, donde los miembros del Sindicato International Longshore and Warehouse se comprometieron a cerrar durante ocho horas los puertos desde Bellingham, Washington, hasta el sur, en San Diego, y participar en protestas pacíficas.
También en Washington, un monumento al expropietario del equipo de fútbol Redskins, George Marshall, infame por su oposición a tener jugadores negros en el equipo, sufrió el mismo destino que el de varias estatuas de generales confederados en los últimos días: fue derribado. Los trabajadores llegaron temprano el viernes y lo removieron de su pedestal.
En las plantas de General Motors en Michigan, los trabajadores y la gerencia mantuvieron un momento de silencio de ocho minutos y 46 segundos, la cantidad de tiempo que las autoridades inicialmente dijeron que un policía blanco de Minneapolis mantuvo su rodilla en el cuello de George Floyd antes de morir, el pasado 25 de mayo.
Para los trabajadores de grandes empresas como Nike, Target y Twitter, Juneteenth es un feriado pagado este año. Capital One, por su parte, anunció que cerraría sus sucursales el viernes temprano, para que los trabajadores que quisieran pudieran conmemorar la fecha.
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