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Investigan las muertes de jóvenes hispanos y negros a manos de la policía mientras que las familias gritan su dolor y piden justicia

Los casos de Erik Salgado, Bernardo Palacios-Carbajal y otros jóvenes fallecidos recientemente baleados por agentes generan indignación mientras el país protesta por el caso George Floyd. Las autoridades de varios estados prometen investigaciones transparentes.
/ Source: Telemundo

Las autoridades investigan las recientes muertes de varios jóvenes hispanos y negros a manos de la policía, mientras que las familias piden justicia y un país entero grita su indignación por la violencia policial tras el caso de George Floyd.

Tiroteado en su carro

En la ciudad de Oakland, California, se investiga la muerte de Erik Salgado, a quien abatieron oficiales de la Patrulla de Caminos en la noche del pasado sábado. 

Este joven hispano murió tiroteado dentro de su carro después de ser parado por agentes  mientras se encontraba en compañía de su novia embarazada. Vecinos y familiares aseguran que fue abatido por una lluvia de balas. Su pareja resultó herida.

La policía de Oakland aseguró que un hombre recibió “heridas de bala mortales” mientras agentes realizaban una investigación criminal, y que una pasajera se encuentra en condición estable en un hospital. 

La familia de la víctima asegura que el joven estaba desarmado, según reporta Telemundo 48. 

La muerte de Salgado ha generado una oleada de protestas en esta área de California. “No es justo todos los balazos que le dieron”, aseguró Ofelia Ramírez, tía del joven."Podrían haber disparado a un niño, podrían haber disparado a cualquiera, podrían haber disparado a la casa de alguien y haber matado a alguien, pero claramente no les importó. Queremos justicia para Erik, la queremos ahora”, dijo el activista Hoku Jeffrey a The Associated Press.  

La alcaldesa de Oakland, Libby Schaaf, prometió “una investigación rigurosa y transparente”. 

20 balas por la espalda

Otro caso que ha desatado protestas es el de Bernardo Palacios-Carbajal, de 22 años, quien murió baleado por la policía el pasado 23 de mayo en Salt Lake City, Utah. 

Agentes acudieron al área de un motel tras recibir un reporte de asalto a mano armada, según la policía. Se encontraron a este joven hispano, quien huyó corriendo pese a que le ordenaron pararse repetidas veces, agrega la versión de esta fuerza del orden público. 

Videos de cámaras corporales difundidos públicamente por las autoridades el pasado viernes, y vistos por los familiares de Palacios-Carbajal, muestran que el joven, identificado por los agentes como sospechoso, recibió de los policías unos 20 disparos por la espalda. Los investigadores aseguran que recuperaron un arma cerca del cuerpo del joven. 

Familiares de Palacios-Carbajal y otros miembros de su comunidad han manifestado profundo dolor e indignación, también con actos públicos. “Estoy muy enojada con la policía, porque las personas que le hicieron eso, ¿cómo pudieron hacerle eso a mi hijo?”, dijo entre lágrimas a los micrófonos de esta cadena Lucy Carbajal, la madre del joven. 

Las autoridades informaron que dos agentes han sido puestos bajo licencia administrativa con sueldo mientras se investigan los hechos. El Concejo local lamentó lo ocurrido y expresó su "indignación" por la muerte del hispano. 

"Nuestro trabajo es determinar si las leyes y sistemas vigentes deben modificarse. Creemos que sí. El sistema está roto y tenemos que arreglarlo", se lee en el comunicado del Concejo. "Creo que Bernardo Palacios-Carbajal fue asesinado ilegalmente y estoy indignada", escribió la noche del sábado en Facebook la concejala Amy Fowler. 

Un caso controversial en Nueva Jersey

Otro caso controversial es el de Maurice Gordon, un hombre negro de 28 años, quien murió el pasado 23 de mayo al recibir seis disparos por un policía estatal blanco de Nueva Jersey, durante un control de tráfico en una autopista, en el que se produjo aparentemente una confrontación física entre los dos. 

El fiscal general de Nueva Jersey publicó este lunes grabaciones de video y audio que muestran detalles de ese encuentro fatal, así como de los momentos previos, incluida una llamada al 911 del día anterior en el que un amigo de Gordon expresó preocupación por la salud del joven. Este, según dijo el conocido en la llamada, había abandonado su casa de Poughkeepsie, Nueva York, en el medio de la noche con un aspecto de “pánico real”.

El día después de esta llamada de emergencia, a las 6:30 am, el agente Randall Wetzel paró a Gordon mientras manejaba en la autopista. Wetzel dijo que lo detuvo porque iba a 110 millas por hora. 15 minutos antes, Gordon ya había sido parado por la policía y recibió una multa por exceso de velocidad.

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Wetzel lo invitó a sentarse en el carro policial al considerar que el del joven no estaba estacionado en un lugar seguro en ese momento, y en un dado momento le ofreció una mascarilla. Gordon, quien permaneció sentado durante varios minutos, en ese momento soltó su cinturón de seguridad y abrió la puerta del carro para salir. 

Los dos hombres parecen enzarzarse en los minutos posteriores en una pelea física. La oficina del fiscal general dijo que Gordon intentó dos veces meterse en el carro por el lado del conductor. Durante un primer encontronazo, el agente lo roció con gas pimienta. En un segundo episodio de confrontación física, este último le dispara fatalmente. 

Mientras que el abogado de la familia Gordon, William O. Wagstaff III, cree que el suceso tiene que ver con el racismo y afirma que “si Maurice Gordon fuera un hombre blanco, todavía estaría vivo". Las autoridades investigan lo ocurrido. El caso será presentado ante un gran jurado. 

Wagstaff también acusa a las autoridades de “insensibles” al denunciar que publicaron los videos de los últimos momentos de la vida de Gordon sin avisar previamente a la familia, según The Washington Post. La oficina de la fiscalía rechaza esta acusación.

Muertes bajo investigación también en Indianapolis y Houston

Rosemary Khoury, una fiscal de larga trayectoria de Indiana fue designada el pasado jueves como encargada de investigar la muerte de Dreasjon "Sean" Reed, un chico negro de 21 años, quien fue baleado el pasado 6 de mayo por un oficial de policía de Indianápolis

La policía dijo que agentes comenzaron a perseguir a Reed después de ver a alguien conducir imprudentemente en la Interestatal 65. Los mandos policiales ordenaron el fin de esa persecución porque el vehículo iba a casi 90 millas por hora, dijo la policía.

Pero un agente más tarde vio el auto en una calle de la ciudad y persiguió a Reed a pie. Los investigadores dijeron que Reed intercambió disparos con el oficial que lo vio. Bailey dijo que un arma encontrada cerca de Reed parecía haber disparado al menos dos veces. Días de protestas siguieron a la muerte de Reed, que ocurrió pocas horas antes de que otro joven negro, McHale Rose, de 19 años, murió en un tiroteo entre él y la policía, según las autoridades. 

También en Houston, Texas, hay al menos seis investigaciones de muertes a manos de la policía en curso. Una de las víctimas era Nicolás Chávez, de 27 años, quien fue baleado por la policía el pasado 21 de abril. Un video difundido posteriormente muestra que se encontraba de rodillas cuando recibió los disparos. Los agentes dijeron que abrieron fuego al lanzarse el joven contra ellos. El FBI y la policía de la ciudad investigan los hechos.  

Con información de AP, EFE, Telemundo 48The Salt Lake Tribune, NPR, The Washington Post, NBC News y KPRC TV.

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