CIUDAD DE MÉXICO.- Alejandro Giovanni López tenía 30 años y trabajaba como albañil. En la noche del 4 de mayo fue arrestado por policías de Ixtlahuacán de los Membrillos, en el estado de Jalisco. No salió con vida.
Su muerte ha provocado indignación en México. El jueves por la noche hubo protestas y distribuidos en Jalisco, tras darse a conocer un video del momento de la detención.
Las manifestaciones en México suceden justo cuando la brutalidad policial ha desatado protestas multitudinarias en Estados Unidos por la muerte de George Floyd, asfixiado por agentes durante su arresto en Minneapolis.
El video comenzó a circular en México este miércoles. En la grabación, dos personas les gritan a los policías que no se lleven a López, y una mujer cuestiona: “Estaba sentado aquí, ¿todo es porque no trae cubrebocas?”.
Los policías fuerzan al joven hacia la patrulla, según se ve en las imágenes, y agreden verbalmente al hermano de López usando un término despectivo para los hombres gays.
La familia de López denuncia que para la mañana siguiente Giovanni estaba muerto.
Su hermano Christian cuenta que una tía fue a la comisaría y ahí le dijeron que debía más bien acudir al Servicio Médico Forense, según dijo en entrevista con el sitio LatinUs.
El acta de defunción indica muerte por “traumatismo craneoencefálico”, pero la familia asegura que López tenía además un balazo en la pierna izquierda.
Denuncian además que el alcalde de Itxlahuacán, Eduardo Cervantes, intentó sorbornarles con 200,000 pesos (unos 9,000 dólares) para que no dijeran nada.
La Fiscalía de Jalisco informó este miércoles que está investigando lo sucedido, casi un mes después de los hechos pero apenas horas después de que estos se volvieran virales en redes sociales.
Y fue hasta la mañana del viernes, después de las protestas en la capital de Guadalajara, que el gobierno jalisciense declaró que tres oficiales habían sido detenidos.
La Fiscalía aseguró en un comunicado el miércoles que “no consta” en los informes “que el motivo de la detención esté relacionada con el uso de cubrebocas”, pero no aclara otros motivos.
Jalisco estableció a finales de abril el uso obligatorio de mascarilla por la pandemia de coronavirus, con sanciones por incumplimiento que incluyen multas pero no el arresto.
La Fiscalía indicó desde el miércoles además que los policías municipales “podrían estar involucrados” en otros “actos de abuso de autoridad”.
El alcalde fue llamado a comparecer. El miércoles las autoridades estatales indicaron que si se llegan a “tener datos” que comprueben el intento de soborno del alcalde, entonces “se estaría iniciando una investigación”.
En México hay un historial de graves abusos policiales que resultan en muertes de civiles, desde la represión en las décadas de 1960 y 1970 durante la Guerra Sucia (con matanzas estudiantiles como la de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968, y el Halconazo de 1971, recogida en la película Roma), y más recientemente en el marco de la guerra contra el narcotráfico.
[Las cifras de violencia hacia las mexicanas crecen en el confinamiento por COVID-19]
Amnistía Internacional ha denunciado la “fabricación de delincuentes”, es decir, cuando las autoridades torturan a alguien hasta que se diga culpable de algún delito.
La ONU ha documentado además desde hace años “una muy alta incidencia de la tortura y los malos tratos, incluida la violencia sexual, en particular por parte de miembros de las fuerzas de seguridad y agentes de investigación durante el arresto y las primeras etapas de la detención”, según un informe de 2019.
Ese mismo reporte destaca que buena parte de los abusos de autoridades se mantienen impunes.
Lea también:
Conozca el caso de Israel Hernández, quien falleció a manos de la policía en 2013
Las mexicanas al frente de la lucha contra el COVID-19
Empeora la falta de fármacos contra el cáncer en México, y estos niños lo padecen