El exsecretario de Defensa James Mattis, quien desde que dejó su puesto en la administración de Donald Trump en 2018 no había levantado la voz en contra del presidente, rompió el silencio este miércoles.
En declaraciones publicadas en la revista The Atlantic, Mattis sugirió que Trump "se burla de nuestra Constitución" y lo señaló de "intentar dividir" a los estadounidenses.
“Donald Trump es el primer presidente en mi vida que no intenta unir al pueblo estadounidense, ni siquiera pretende intentarlo. En cambio, trata de dividirnos”, escribió. “Estamos presenciando las consecuencias de tres años de este esfuerzo deliberado. Estamos presenciando las consecuencias de tres años sin un liderazgo maduro".
"Debemos rechazar y responsabilizar a aquellos en el cargo que se burlan de nuestra Constitución", agregó.
La respuesta de Trump llegó horas más tarde a través de dos mensajes en Twitter, donde califica a Mattis como "el general más sobrevalorado del mundo", además de asegurar que "la única cosa en común que tenemos con Barack Obama es que ambos tuvimos el honor de despedir a Jim Mattis".
Las declaraciones de Mattis se producen mientras Estados Unidos se prepara para el noveno día de protestas provocadas por el homicidio de George Floyd, un hombre afroamericano de 46 años que murió después de que un policía blanco de Minneapolis se arrodilló en su cuello durante casi nueve minutos causándole asfixia, según una autopsia independiente pautada por la familia de la víctima.
"Observé los acontecimientos que se desarrollaban esta semana enojado y horrorizado", dijo el exfuncionario federal, quien comparó la respuesta del presidente a los manifestantes con las tácticas empleadas por los nazis.
"Las instrucciones dadas por los departamentos militares a nuestras tropas antes de la invasión de Normandía recordaron a los soldados que la consigna nazi para destruirnos fue 'Divide y vencerás'. Nuestra respuesta estadounidense es 'En la Unión está la fuerza'. Debemos convocar esa unidad para superar esta crisis, confiando en que somos mejores que nuestra política", escribió Mattis.
Los disturbios civiles, algunos de los cuales se han vuelto violentos, llevaron a Trump a pedir a los gobernadores que usen tácticas más severas y una mayor fuerza al enfrentar a los manifestantes.
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"No necesitamos militarizar nuestra respuesta a las protestas. Necesitamos unirnos en torno a un propósito común", escribió Mattis, quien renunció a la administración Trump en diciembre de 2018.
El actual secretario de Defensa, Mark Esper, ha llamado a los estados a "dominar el espacio de batalla" cuando se trata de las manifestaciones.
Mattis criticó la terminología de Esper.
"Debemos rechazar cualquier pensamiento de nuestras ciudades como un espacio de batalla que nuestro ejército uniformado está llamado a dominar", explicó. “Militarizar nuestra respuesta crea un conflicto, un falso conflicto, entre la sociedad militar y civil. Erosiona el fundamento moral que garantiza un vínculo de confianza entre hombres y mujeres uniformados y la sociedad a la que han jurado proteger, y de la cual ellos mismos forman parte”.
Trump ha amenazado con desplegar al Ejército en las calles si los estados no logran controlar las manifestaciones.
"Mientras hablamos, estoy enviando a miles y miles de soldados fuertemente armados, personal militar y agentes de la ley para detener los disturbios, el saqueo, el vandalismo, los asaltos y la destrucción desenfrenada de la propiedad", dijo Trump esta semana, mientras las protestas sucedían en las afueras de la Casa Blanca.
Antes de que Mattis se convirtiera en el secretario de Defensa de Trump, el general de cuatro estrellas del Cuerpo de Marines lideró el Comando Central de Estados Unidos, el comando de combate responsable de las guerras en Irak y Afganistán.
Mattis, un infante de marina con una carrera militar que abarca cuatro décadas, ha sido aclamado por su destreza en el campo de batalla.
En su carta de renuncia de 2018 sugirió que Trump no estaba tratando a los aliados con respeto y dijo que el presidente debería tener un jefe de Defensa que comparta sus puntos de vista.
En 2019 le dijo a The Atlantic que no tenía planes de hablar en contra de la Administración, diciendo que "se debe dar a las personas que aún están allí la mayor cantidad de oportunidades posibles para defender el país".
Pero, agregó, “Hay un período en el que soy dueño de mi silencio. Y no es eterno. No va a ser para siempre".
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