IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

La policía usa gases lacrimógenos contra manifestantes pacíficos para que Trump se haga una foto

Los manifestantes apostados este lunes frente a la Casa Blanca fueron dispersados poco antes de que el presidente abandonara su residencia para posar con una biblia en la mano ante la iglesia episcopal St. John.

Los manifestantes apostados pacíficamente este lunes frente a la Casa Blanca por el caso George Floyd fueron dispersados con gases lacrimógenos poco antes de que el presidente Trump abandonara su residencia. El mandatario atravesó caminando la plaza que ha albergado las protestas de los tres últimos días para posar con una biblia en la mano ante la iglesia de Saint John.

Justo antes de que entrara en vigor el toque de queda en el Distrito de Columbia, que alberga a Washington, la Policía despejó Lafayette Square, el parque situado frente a la Casa Blanca, que el mandatario, rodeado de algunos de sus asesores, atravesó para dirigirse al templo, en la que han rezado todos los presidentes estadounidenses desde el siglo XIX.

Trump posó ante las cámaras con una biblia en la mano frente a las ventanas tapiadas de la iglesia, en cuyo sótano se desató en la noche del domingo un incendio en medio de los intensos disturbios.

Trump posa con una Biblia frente a la iglesia de Saint John este lunes.
Trump posa con una Biblia frente a la iglesia de Saint John este lunes.  AP Photo/Patrick Semansky

 

Cuando se le preguntó si el parque había sido despejado para acomodar la visita de Trump a la iglesia, el subsecretario de prensa de la Casa Blanca, Judd Deere, dijo: "El perímetro se amplió para ayudar a hacer cumplir el toque de queda de las 7 pm en la misma área donde los manifestantes intentaron la noche anterior incendiar una de las iglesisas más históricas de la nación. Los manifestantes recibieron tres advertencias de la policía de parques de Estados Unidos".

La Casa Blanca ha publicado en su cuenta de Twitter un video en el que resume el camino que hizo el presidente hasta la iglesia donde posó y ofreció un discurso.

La alcaldesa del Distrito de Columbia, Muriel Bowser, criticó el ataque de la policía federal a los manifestantes, que ante el bloqueo permanecieron alejados de la mansión presidencial.

"Impuse un toque de queda a las 7 pm. 25 minutos antes del toque de queda y sin provocación, la policía federal usó municiones contra manifestantes pacíficos frente a la Casa Blanca, un acto que hará que el trabajo de los agentes del Departamento de Policía del Distrito de Columbia sea más complicado. ¡Vergonzoso!", tuiteó.

La edil terminó su mensaje instando a los vecinos de Washington a que se marcharan a casa y se mantuvieran a salvo.

También la propia encargada de la iglesia, Mariann Budde, expresó al diario The Washington Post su "indignación". "Estoy perpleja. Necesitamos liderazgo moral y el presidente ha hecho todo para dividirnos y acaba de usar uno de los símbolos más sagrados de la tradición judeocristana", explicó Budde, que pasó la jornada entregando botellas de agua a los manifestantes y llamando a la protesta pacífica.

A las críticas se sumó el virtual candidato demócrata a la Presidencia, el exvicepresidente Joe Biden, quien escribió en su cuenta de Twitter: "Lanzó gases lacrimógenos a manifestantes pacíficos y disparó balas de goma para una foto". "Está usando el Ejército estadounidense contra el pueblo estadounidense", se quejó, sin mencionar directamente a Trump. Biden prometió este lunes abordar el racismo institucional en sus primeros 100 días en el cargo si resulta electo.

Estados Unidos enfrenta una ola de protestas a raíz de la muerte de George Floyd, un hombre negro que falleció a manos de un policía blanco en Mineápolis  hace una semana.

Antes de posar ante la iglesia, el presidente anunció el despliegue de "miles y miles de soldados fuertemente armados" en Washington. "Estoy movilizando todos los recursos federales, civiles y militares disponibles para detener los disturbios y los saqueos para poner fin a la destrucción y los incendios provocados y para proteger los derechos de los estadounidenses que respetan la ley", dijo el mandatario en un discurso en la Rosaleda de la Casa Blanca tras el cual no aceptó las preguntas de la prensa.

El mandatario confirmó el envío de "miles y miles de soldados fuertemente armados, personal militar y oficinas de aplicación de la ley para detener los disturbios, los saqueos, el vandalismo, los asaltos y la destrucción desenfrenada de propiedades" en Washington.

[De Eric Garner a George Floyd: las protestas revelan lo poco que ha cambiado en seis años]

Según Trump, la restricción, que comenzó este lunes cuatro horas antes, a las 7 pm hora local, en Washington D.C. "se aplicará estrictamente".

El jefe de la policía de Washington, Peter Newsham, declaró en conferencia de prensa el lunes por la mañana que la destrucción de la propiedad y el "saqueo" del domingo por la noche fueron "expansivos" en el noreste y el noroeste de la ciudad, así como en el área de Georgetown o el noroeste de Washington.

La policía arrestó al menos a 88 personas el domingo, la mitad de las cuales fueron acusadas de disturbios por delitos graves y algunos por robo, luego de que estallaron saqueos en varias partes de la ciudad, según Newsham.

El policía declaró que el toque de queda era una "decisión inconveniente" para muchas personas ya que interrumpiría sus vidas. "Esta es una decisión que nos impuso el comportamiento de las personas que tienen la intención de venir a nuestra ciudad y destruir propiedades y herir a los ciudadanos", afirmó.

Bowser dijo que los residentes deben usar el "sentido común" al pensar en salir durante el toque de queda para actividades como pasear a sus perros. "Vamos a hacer que nuestra ciudad vuelva a la normalidad lo antes posible", concluyó.

Con información de EFE, The Washington Post y NBC News.

Lea también:

Joe Biden promete hacer frente al racismo institucional

Las protestas por la brutalidad policial centran la contienda electoral

Trump amenaza con desplegar militares contra las protestas violentas si los gobernadores no logran controlarlas