El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tuiteó este jueves un mensaje durante las protestas en el país por la muerte en Minneapolis de George Floyd a manos de la policía, en el que calificó a algunos manifestantes como "matones", amenazó con desplegar la Guardia Nacional para detener la violencia y dijo que el alcalde Jacob Frey había perdido el control sobre la ciudad.
"Estos matones están deshonrando la memoria de George Floyd y no voy a dejar que eso ocurra. Acabo de hablar con el gobernador (del estado) Tim Walz y le he dicho que el Ejército está con él hasta el final. Asumiremos el control si comienzan las dificultades, pero cuando empiezan los saqueos, empiezan los disparos. ¡Gracias!", escribió el presidente.
En cuestión de horas, la red social Twitter ocultó, más no borró, el tuit porque el presidente violó las políticas de la red social al “glorificar la violencia”.
La red social publicó un aviso aclarando que había "tomado medidas para evitar que otros se inspiraran a cometer actos violentos", pero que mantuvo el mensaje porque "es importante que el público aún pueda ver el tuit dada su relevancia para los asuntos en curso de importancia pública".
Después de la red social publicara ese aviso, Trump tuiteó algo que parecía no estar relacionado con el caso Floyd pero que arremetía en contra de la compañía.
"Twitter no está haciendo nada sobre todas las mentiras y propaganda de China o del Partido Demócrata de Izquierda Radical. Han apuntado a republicanos, conservadores y al presidente de Estados Unidos. La Sección 230 debería ser revocada por el Congreso. ¡Hasta entonces, será regulada!".
Es la primera vez que la red social favorita del presidente marca de esta manera uno de sus mensajes, luego de que esta misma semana la compañía añadiera un aviso a otros de sus mensajes por desinformar sobre el voto por correo en Estados Unidos.
Eso llevó a Trump a firmar este jueves una orden ejecutiva destinada a evaluar si su Gobierno puede castigar a Twitter, Facebook, YouTube o Google si intentan moderar los contenidos publicados en sus plataformas, en medio de un creciente debate sobre hasta qué punto se protege la libertad de expresión en el Internet.
Sin embargo, la orden por sí misma no tiene un impacto inmediato ni de gran calado, y parece más un guiño a su base de votantes en el contexto de su pelea con Twitter.
Trump reconoció que su decreto podría acabar en los tribunales, y dijo que planea trabajar en el Congreso para aprobar "legislación" que permita sacar adelante esa reforma.
Pero el pulso entre la red social y Trump se intensificó en la mañana de este viernes cuando la Casa Blanca volvió a postear el mensaje del mandatario sobre las manifestaciones por el caso de Floyd, y que Twitter ocultó de nuevo poco tiempo después.
La Casa Blanca no tardó en reaccionar y publicó un tuit diciendo que "el presidente no había glorificado la violencia. Claramente la condenó".
La frase que el presidente tuiteó, "cuando comienza el saqueo, comienzan los disparos", fue utilizada por primera vez por el jefe de la policía de Miami, Walter Headley, en la década de 1960, cuando envió oficiales con escopetas y perros para patrullar los barrios de mayoría negra. "Esto es guerra", dijo Headley en ese entonces.
Las protestas en contra de la muerte este lunes de George Floyd, quien suplicó a un policía que lo dejara respirar mientras este le presionaba el cuello con la rodilla, se expanden en distintas ciudades del país. En la mañana de este viernes cientos de personas seguían protestando en Minneapolis cerca de una estación policial que fue incendiada la noche anterior, durante una tercera jornada de protestas. Esta es la estación donde trabajaban los cuatro agentes involucrados en el caso de Floyd.
La mañana de este viernes, 500 miembros de la Guardia Nacional, además de la policía, estaban desplegados en Minneapolis, por órdenes del gobernador de Minnesota, mientras bomberos apagaban el humo de un edificio que alberga una tienda Family Dollar.
Otras protestas, algunas pacíficas, otras más violentas, se registraron en ciudades como Los Angeles, Houston, Portland, Phoenix, Denver, Albuquerque, St. Paul, Memphis, Columbus y Nueva York.
Este viernes se esperaba que Trump se dirigiera a la nación en medio de una situación con pocos precedentes de desorden social, descontento y violencia, pero al salir Trump al jardín de la Casa Blanca a dirigirse a la prensa, habló del conflicto comercial con China.
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