IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

De héroes a desempleados: miles de trabajadores sanitarios son despedidos durante la pandemia

Mientras reciben aplausos en los balcones, muchos empleados de salud ven reducido su salario o son despedidos pese a estar en primera líneas contra el coronavirus: "Algunos hospitales no podrán recuperarse", explica un experto.

Los trabajadores sanitarios se han tornado en héroes durante la pandemia de coronavirus y en muchos países se aplaude su infatigable esfuerzo, pero no todos están viendo recompensado su desempeño. En Estados Unidos, donde la sanidad es un negocio empresarial billonario, la crisis económica está dejando un dato demoledor: la pérdida de empleos en el sector de la salud sólo ha sido superada por la hostelería, según datos de desempleo federales.

En las últimas semanas, hospitales y consultorios médicos perdieron miles de millones en ingresos al cancelar cirugías y consultas privadas para prepararse para la pandemia. Menos pacientes, menos ingresos económicos.

Así, en marzo se destruyeron 43,000 empleos de atención médica, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Un informe publicado por HealthLandscape y la Academia Estadounidense de Médicos de Familia estima que para junio del año que viene 60,000 consultas de médico de familia habrán cerrado o reducido su personal, lo que afectará a 800,000 trabajadores.

En California, miles de enfermeras, médicos y personal sanitario como celadores, limpadores o administrativos -también esenciales en el engranaje de un hospital- han sido despedidos o suspendidos de empleo, o han recibido un recorte salarial desde mediados de marzo. Desde el hospital Stanford Health Care hasta los pequeños sanatorios rurales están sufriendo una recesión económica que ya ha dejado más de 30 millones de parados en el país. 

Mientras la mayoría de la población ha permanecido confinada desde finales de marzo, los sanitarios han seguido y continúan trabajando en primera línea de la pandemia. En los últimos dos meses, más de 9,000 trabajadores de la salud en Estados Unidos han contraído el coronavirus, y al menos 27 han muerto, según un informe de abril del Centro para el Control de Enfermedades (CDC, en inglés).

A la vez, sanitarios en todo el país, y en todo el mundo, no han cesado de protestar y manifestar que carecen de equipos de protección personal (EPP) adecuados o suficientes para su personal, y muchos han recurrido al uso materiales caseros e incluso bolsas de basura para protegerse.

La atención médica en Estados Unidos es una industria de un billón de dólares donde los hospitales y las clínicas se gestionan como empresas y los pacientes son el núcleo de sus ingresos. Se espera que cada ciudadano tenga medios para pagar su tratamiento, generalmente a través de costosos seguros vinculados a sus trabajos. Sin embargo, alrededor de 28 millones de personas carecían de cobertura en 2018, según la Kaiser Family Foundation (KFF).

Mientras el país despierta lentamente de su letargo económico, algunos hospitales de California vuelven ya a programar intervenciones. Sin embargo, los expertos creen que es poco probable que la industria de la salud se recupere de inmediato, ya que muchos ciudadanos pospondrán la visita al médico o se pasarán al seguro Medicaid debido a la crisis económica. 

En 2018, el 45% de los adultos sin seguro declararon que su coste era demasiado alto, según la KFF.

"Si se administra la atención médica como un negocio y alguien no es rentable se le despide. Y eso es lo que estamos viendo", afirmó al periódico The Guardian el doctor David Himmelstein, profesor de la Universidad de Nueva York y de la escuela de medicina de Harvard.

"Tenemos un sistema de atención médica en el que se destaca en tiempos normales, pero cuando tenemos una emergencia, sufrimos problemas financieros porque solo estamos preparados para hacer lo que es rentable", agregó.

"Durante 35 años, las perspectivas laborales en la atención médica han sido excelentes", afirmó a Los Ángeles Times el economista de la Universidad del Sur de California Glenn Melnick. "Esta vez, creo que van a disminuir un poco" a medida que los hospitales y las clínicas aprendan a hacer frente a los menores ingresos "de manera permanente", concluyó.

[Una viróloga lo aclara: tomar vitamina C no le protegerá del coronavirus]

La CommonSpirit Health, un sistema nacional de salud católico sin fines de lucro con sede en Englewood (Colorado), también ha sufrido los estragos del coronavirus: la institución, que tiene presencia en 21 estados, ha sufrido una caída en sus ingresos de un 40%. Marvin O’Quinn, presidente de la compañía describió la crisis financiera como "extraordinariamente severa".

"Nunca había visto algo así. La atención médica generalmente ha sido una entidad resistente incluso en medio de una depresión o recesión, porque no importa lo que esté sucediendo en la economía, las personas aún necesitan atención médica", afirmó a Los Ángeles Times O’Quinn.

Melnick estimó que los hospitales de California suelen ingresar 8,000 millones de dólares mensuales, pero en el primer mes de la pandemia, ganaron alrededor de 6,000

Palomar Health, que administra tres centros médicos en el norte del condado de San Diego, perdió 5.7 millones de dólares solo en marzo debido a una caída del 50% en las visitas de pacientes, según el sistema de salud. Se espera que las pérdidas en abril sean mucho peores, según las autoridades.

El Mad River Community Hospital de Arcata, en el condado de Humboldt (California), suspendió a 100 empleados el mes pasado debido a una caída del 50% en los ingresos. “Solo tenemos un margen de beneficio del 2% al 3%. Quitarnos el 50% de nuestros ingresos, es devastador", aclaró su gerencia.

Los ingresos en las consultas privadas en California han disminuido en un promedio de 64% desde el 1 de marzo, según una encuesta reciente de 3,246 consultorios realizada por la Asociación Médica de California.

La mitad de estos centros han despedido temporal o permanentemente  al personal, el 65% ha reducido sus horas, un tercio ha impuesto recortes salariales y el 11% ha cerrado temporalmente, según la encuesta.

Para sortear esta crisis, el Congreso aprobó el 23 de abril un proyecto de ley de 484,000 millones de dólares para ayudar a los negocios y hospitales, además para ampliar las pruebas de diagnóstico. Se espera que esta inyección pueda mantener a flote a la industria, aunque los expertos creen que la pandemia será un desafío para los hospitales rurales y las consultas privadas, que ya trabajan con márgenes reducidos y, en algunos casos, ofreciendo teleasistencia sanitaria.

Sin no remontan, esta crisis económica podría remodelar permanentemente el paisaje hospitalario del país, según O'Quinn: "Supongo que algunos hospitales no podrán recuperarse".

Con información de Los Ángeles Times, The GuardianBusiness Insider y la Kaiser Family Foundation

Lea también:

Esta sanitaria de Detroit murió tras ser rechazada para la prueba del coronavirus cuatro veces, según su hija

Este enfermero de Nueva York “atiende a muchos pacientes hispanos con COVID-19” y les habla en español

¿Enfermó de coronavirus? Ahora puede recibir una factura médica sorpresa