Más de una docena de estados permitieron este viernes la reapertura de restaurantes, tiendas y otros negocios, como parte del mayor paso en un solo día para comenzar a reanimar las economías locales. Cada estado ha actuado a su propio ritmo y con sus propias peculiaridades y restricciones, con el fin de evitar un resurgimiento en el número de contagios por coronavirus.
En Louisiana, los clientes pudieron entrar a comer en restaurantes nuevamente, aunque tenían que sentarse afuera en mesas a 10 pies (3 metros) de distancia, sin servicio de camareros. Los residentes de Maine comenzaron a asistir a los servicios religiosos, con la condición de permanecer en sus automóviles. Y un centro comercial de Nebraska reabrió con barreras de plexiglás y estaciones de desinfección para las manos, aunque había muy pocos compradores.
"¡Siento que acabo de salir de la cárcel!", dijo la contadora Joy Palermo mientras se sentaba a beber con un blodymary en el Gretna Depot Café, en las afueras de New Orleans.
El coronavirus ha matado a más de 230,000 personas en todo el mundo, incluidas más de 64,000 en Estados Unidos y más de 20,000 en Italia, Gran Bretaña, Francia y España, forzando al cierre de fábricas y negocios, dejando a decenas de millones sin trabajo y estrangulado la economía mundial.
El presidente Donald Trump dijo el viernes que espera que el número total de muertes en Estados Unidos sea inferior a 100,000, y se refirió a la cifra como un "número horrible". Las predicciones de Trump sobre el número esperado de muertos han variado con el tiempo, pues anteriormente proyectaba 60,000, una cifra ahora eclipsada.
Con la estabilización de la crisis en Europa y en muchos lugares de Estados Unidos, muchos países y estados están disminuyendo gradualmente sus restricciones en medio de las advertencias de expertos sanitarios de que esto podría ocasionar una segunda ola de infecciones, a menos que las pruebas para detectar el virus se expandan drásticamente.
En gran parte de Colorado, las personas pudieron cortarse el pelo y volver a comprar en las tiendas, aunque las órdenes de quedarse en casa se mantienen vigentes en Denver y los condados circundantes. Wyoming permitió reabrir peluquerías, salones de uñas, gimnasios y guarderías. En Maine, se abrieron campos de golf, peluquerías y clínicas dentales.
Cerca de las playas de Carolina del Sur abrieron hoteles y los parques estatales también recibieron visitantes por primera vez en más de un mes. Pero en Myrtle Beach, el destino turístico más popular del estado, los ascensores de hotel estarán restringidos a una persona o una familia a la vez, un inconveniente potencial en los complejos turísticos de 15 y 20 pisos del área.
La reapertura de Texas comenzó con una escasa multitud en centros comerciales y restaurantes que permitían a los clientes cenar, aunque solo con un 25% de capacidad en la mayoría de los lugares.
En todo el país, miles de manifestantes han exigido a los gobernadores que reabran la dañada economía. Más de 100 personas gritaron consignas y levantaron carteles frente al Centro Thompson de Chicago, donde el gobernador de Illinois J.B. Pritzker tiene una oficina, para pedir el fin de las restricciones en el estado.
Pritzker ha dicho que no levantará su orden hasta que sea seguro, y varios contra-manifestantes expresaron su apoyo a las restricciones. La enfermera anestesista Benjamin Salazar llevaba un letrero que decía: “Quédate en casa. Nos estamos cansando de ver morir a la gente".
En el rincón más afectado de Estados Unidos, el estado de Nueva York, el gobernador Andrew Cuomo, dijo que las escuelas y universidades permanecerán cerradas durante el resto del año académico. Un hogar de ancianos de la ciudad informó el viernes la muerte de 98 residentes que se cree que tuvieron el coronavirus, una cifra de muertes que conmocionó a los funcionarios públicos.
En el estado de Washington, donde se confirmó el primer caso COVID-19 de la nación en enero, el gobernador Jay Inslee dijo el viernes que extenderá la orden de permanencia en el hogar hasta el 31 de mayo y que aliviará las restricciones en cuatro etapas.
Y en Michigan, la gobernadora Gretchen Whitmer dijo el viernes que su orden de quedarse en casa permanecerá vigente hasta el 15 de mayo a pesar de la negativa de los republicanos a extender su declaración de emergencia.
En Salt Lake City, Utah, los hermanos Shani y Sergei Oveson se mostraron entusiasmados por reanudar los servicios de cena en su pequeño restaurante, que ha visto una caída del 85% en las ventas desde mediados de marzo. Su local, el Ramen Bar, tenía solo la mitad de la capacidad normal de asientos debido a los requisitos de distanciamiento social.
"Estamos muy emocionados de estar abiertos, pero al mismo tiempo tenemos miedo de que el virus se reactive y tengamos que cerrar nuevamente", dijo Shani Oveson. "Ser dueño de tu propio negocio puede ser tan aterrador financieramente que tenemos que arriesgarnos a enfermarnos para sobrevivir".
Con información de AP
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