Desde Nueva York hasta San Francisco, inquilinos en todo el país se manifiestan para exigir la suspensión del alquiler, los desalojos y los embargos hipotecarios debido a la crisis provocada por la pandemia del coronavirus.
Los manifestantes han salido en sus automóviles para protestar frente a oficinas de gobierno, y otros han desplegado pancartas en sus edificios con una petición en común: que los propietarios de las viviendas cancelen las rentas.
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Diversas organizaciones civiles se han congregado en la iniciativa “We Strike Together”, la cual busca que se cancele el pago del alquiler y de las hipotecas por el resto de la pandemia; que se bloqueen a las corporaciones que intenten reclamar sus propiedades en comunidades afectadas, y se suspendan todos los embargos hipotecarios y desalojos durante la crisis.
En un mapa en línea, la iniciativa lleva registro de más de 190,000 huelgas del alquiler a lo largo del país.
La organización CASA de Maryland lanzó la campaña regional de “#CancelTheRent” para presionar a los gobernadores de Maryland, Virginia y Pensilvania para que extiendan por un año una moratoria en los desalojos, y que los caseros anulen la deuda acumulada por inquilinos afectados por la pandemia.
Gustavo Torres, director ejecutivo de CASA de Maryland, dijo que el problema de vivienda figura entre las principales preocupaciones de las familias trabajadoras e inmigrantes de bajos recursos, y ante amenazas de desalojo a principios de mayo, “los inquilinos tienen pánico”.
“Ya llevo siete semanas sin trabajo, y la situación es preocupante por no tener dinero para la renta. Tuve que vender la camioneta que ocupaba para trabajar, y la verdad es que no sé cómo voy a hacer”, dijo a Noticias Telemundo David Pérez, quien emigró de México al condado Baltimore, en Maryland, hace 20 años.
Pérez, de 43 años, es un padre soltero de una hija adolescente, y antes de la pandemia subsistía vendiendo productos y artesanías de cuero mexicanas –muchas hechas por él– desde un puesto ambulante en un centro comercial en Owens Mills. El centro comercial cerró de forma indefinida.
“No es que hiciera mucho dinero, como para hacerme rico, pero era parte de mi sustento, tenía ingresos para sobrevivir”, agregó Pérez, cuyo estatus de indocumentado le dificulta hallar empleo.
Pérez usó todos sus ahorros para pagar el alquiler de su pequeño apartamento para este mes, pero lleva dos meses sin pagar el cobro de luz, y le banco le cobró multa por un retraso en su tarjeta de crédito.
“Si me cancelan la renta, eso me daría un respiro por unos cuantos meses. Ya debo dos meses de luz, pero si me la cortan, ahí prendo una vela. Mejor estar sin luz que sin techo“, señaló.
Pagar el alquiler representará un reto para los más de 30 millones de estadounidenses que han solicitado los subsidios por desempleo desde el inicio de la pandemia, aunque la cifra total de quienes han perdido su trabajo en los últimos dos meses puede ser mucho mayor.
Un tercio de los inquilinos en el país no pagaron la renta a tiempo durante la primera semana de abril, de acuerdo con un sondeo del National Multifamily Housing Council. Se prevé que este 1 de mayo, cuando millones de inquilinos deben pagar el alquiler, la cifra sea más alta.
La crisis económica y la letalidad del virus está afectando en mayor proporción a las personas de color. Ahora también son los más vulnerables ante los desalojos y suspensión de servicios básicos, advirtió el jueves la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, en inglés).
“Todos los residentes, sin importar sus circunstancias o contexto, deben tener acceso a vivienda segura y estable a lo largo de esta crisis de salud pública”, señaló en una carta enviada a autoridades de todo el país.
La representante Alexandria Ocasio Cortes se ha pronunciado a favor de las huelgas del alquiler, y la demócrata Ilhan Omar develó una legislación que cancelaría el pago de renta e hipotecas desde el 1 de abril y hasta 30 días después del fin de la emegencia. Aunque no ha sido aprobada, varios estados han suspendido los desalojos.
"El gobierno federal debe actuar ahora para evitar un colapso total de nuestro mercado inmobiliario", dijo Omar en conferencia de prensa.
Lázaro Fernández, un refugiado cubano en Lancaster (Pensilvania), afirmó que perdió su trabajo limpiando oficinas y sobrevive con el cheque mensual del Seguro Social y algunas horas que consigue del grupo comunitario, CASA de Maryland.
Fernández, de 74 años, envía remesas a su hijo y resto de su familia en Cuba, y afirmó que sin esa ayuda adicional, no podría pagar el alquiler de su apartamento.
“Estoy más que limitado, pero CASA me está dando esta oportunidad. Ahora le mando a remesas a mi familia cuando puedo. Sería lo máximo si el gobernador cancela la renta, una buena ayuda para que uno pueda restablecerse con esta crisis que afronta el mundo”, subrayó.
Con información de Diana Baptista
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