Los vecinos comenzaron a sentir un fétido olor proveniente de unos camiones. Estos estaban estacionados frente a una funeraria en la avenida Utica, en Brooklyn, Nueva York. El miércoles, poco después de las 11:00 de la mañana, la policía recibió una llamada, según relata el New York Times.
Era un vecino que llamaba después de ver un líquido filtrarse por la parte trasera de los camiones. Era sangre.
Andrew T. Cleckley es el propietario de la funeraria. Recibió dos citaciones por parte del departamento de Salud de la ciudad. No fue acusado criminalmente, según revelaron dos altos funcionarios del departamento de la Policía a NBC News.
Los funcionarios dijeron que 50 cuerpos habían sido almacenados en cuatro camiones refrigerados, incluyendo alquileres de U-Haul, afuera de la funeraria durante más de una semana.
El propietario dijo a los funcionarios que había estado tratando de hacer lo mejor posible con el desborde de cuerpos, un problema que, según dijeron, estaba ocurriendo en toda la ciudad.
En Nueva York, el número de muertes por la pandemia de coronavirus no deja de crecer, este jueves sumaba más de 17,000 muertes. En todo el país, la enfermedad ha matado a más de 60,000 personas.
El sistema de atención a los muertos de la ciudad se ha visto sometido a una presión extraordinaria en las últimas semanas. Algunas funerarias han tenido que utilizar remolques refrigerados, y otras han convertido capillas en morgues temporales, y utilizan aires acondicionados de alta potencia para enfriar las salas.
De acuerdo con el New York Times, no está claro cuántas de los cadáveres encontrados apilados en bolsas dentro de los camiones en la funeraria de Andrew T. Cleckley a causa del coronavirus, dijeron a este medio las autoridades.
Un funcionario, que habló con este medio con la condición de mantener el anonimato ya que no estaba autorizado para hablar sobre el asunto, dijo que la funeraria había estado almacenando los cuerpos en los camiones después de que su congelador dejara de funcionar correctamente. Los directores de funerarias están obligados a almacenar los cuerpos en espera de ser enterrados o cremados en condiciones adecuadas que eviten la infección.
Eric L. Adams, el presidente del distrito de Brooklyn, llegó a la funeraria de Cleckley alrededor de las 5:15 pm del miércoles, dijo, y encontró que los oficiales de policía y otros investigadores habían sellado las calles como si fuera la escena de un crimen y estaban examinando el tractor-remolque y el U-Haul.
"Parece que el camión estaba lleno", dijo Adams. "Esto es traumático para los miembros de la familia", añadió.
Según un artículo del sitio web Loopcayman.com, el Cleckley abrió la casa en 2015 con su esposa, Alva Stuart, e inicialmente atendía a otras funerarias transportando cuerpos desde los lugares donde habían fallecido las personas. Sin embargo, en 2017 "se tomó la decisión de transformarse en servicios funerarios completos que incluyeran el entierro, la cremación y el transporte internacional", decía el artículo.
Un sitio web del departamento de Salud del estado incluyó al Sr. Cleckley como director de funeraria con licencia. Pero el certificado de operación más reciente para la dirección de su negocio, archivado en el departamento de Edificios de la ciudad, no menciona nada acerca de que sea una funeraria. Decía que el primer piso de su establecimiento, en el 2037A de la avenida Utica, se utilizaba para "la venta de automóviles" y para "la fabricación de maquinaria".
Mike Lanotte, el presidente de la Asociación de directores de Funerarias de Nueva York, dijo que el Sr. Cleckley no era miembro de la organización.
Una portavoz del Departamento de Salud, Erin Silk, dijo que la funeraria estaba haciendo arreglos alternativos para los restos. No estaba claro dónde se los llevaron.
John DePietro, dueño del edificio de al lado del Sr. Cleckley, dijo que vio cinco vehículos estacionados fuera de la funeraria el martes. "Tenían cadáveres en las camionetas y camiones", dijo. "Estaban uno encima del otro en bolsas para cadáveres".
"En las últimas dos semanas he visto de 30 a 50 cuerpos siendo movidos dentro y fuera, dentro y fuera. Es mucho", indicó una vecina del lugar.
Con información de NBC News, The New York Times y la Agencia Efe.
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