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San Francisco tenía bajo control la pandemia de gripe de 1918. Luego se suavizaron las restricciones

En medio de la pandemia conocida como la gripe española, la ciudad californiana relajó las medidas de distanciamiento social en cuanto comenzó a ver algún progreso. Poco después los contagios y las muertes repuntaron. Ahora, cuando los casos y fallecimientos por COVID-19 en Estados Unidos siguen en aumento, esta historia resalta los peligros de retomar "la normalidad" demasiado pronto.

Por Dartunorro Clark — NBC News

Cuando el reloj marcó el mediodía, todos se quitaron las mascarillas.

Era el 21 de noviembre de 1918, y los residentes de San Francisco se reunieron en las calles para celebrar no solo el reciente fin de la Primera Guerra Mundial y la victoria de los Aliados, sino también el término de una ordenanza onerosa que cerró la ciudad y exigió a todos los residentes y visitantes que se cubrieran la cara en público, para detener la propagación de la pandemia de gripe conocida como la gripe española.

Un silbido a todo volumen alertó a los satisfechos residentes de toda la ciudad y, como describió el San Francisco Chronicle en ese momento, "las aceras y los corredores se llenaron de las reliquias de un mes tortuoso", a pesar de las advertencias del Departamento de Salud para que las personas siguieran cubriéndose el rostro.

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Pero poco después de que las celebraciones comenzaran y los residentes empezaran a acudir en masa a teatros, restaurantes y otros espacios públicos, los funcionarios de la ciudad descubrieron que el problema estaba lejos de terminar.

Ahora, en medio de la pandemia del nuevo coronavirus, cuando el presidente Donald Trump ha instado a la reapertura del país y algunos estados como Georgia reabren negocios (y otros protestan) incluso cuando surgen nuevos casos, la manera en que los funcionarios actuaron durante la pandemia de gripe de 1918 —específicamente en ciudades como San Francisco—ofrece una historia de advertencia sobre los peligros de retomar la vida normal demasiado pronto.

Un hospital de emergencia contra la gripe española fue improvisado en San Francisco en 1918, con personal del cuerpo del Hospital de la Marina de Estados Unidos.
Un hospital de emergencia contra la gripe española fue improvisado en San Francisco en 1918, con personal del cuerpo del Hospital de la Marina de Estados Unidos. Getty Images

Alex Navarro, el subdirector del Centro de Historia de la Medicina de la Universidad de Michigan, que ha detallado en relatos históricos lo ocurrido con la pandemia de gripe de 1918-19 en 43 ciudades, dijo a NBC News en una entrevista telefónica que los funcionarios a menudo actuaron rápidamente en ese momento, pero que las restricciones se suavizaron en diversos grados.

"Hubo mucha presión en casi todas estas ciudades estadounidenses para reabrir", dijo Navarro, cuya investigación se realizó en conjunto con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. "Al eliminar las restricciones demasiado pronto, muchas ciudades vieron un resurgimiento de casos".

La investigación del Centro descubrió que las ciudades que usaron prácticas "tempranas, sostenidas y en capas" como el distanciamiento social, la cancelación de eventos públicos y las órdenes de quedarse en casa "tuvieron mejores resultados que las que no lo hicieron".

Muchas mascarillas disponibles

Dos meses antes, en septiembre, se había identificado el primer caso de la llamada gripe española en San Francisco y los funcionarios de salud de la ciudad entraron en acción.

William C. Hassler, el oficial de salud de la ciudad, ordenó que el paciente que aparentemente había traído la enfermedad a la ciudad después de un viaje a Chicago, fuera puesto en cuarentena para evitar los contagios.

Pero ya era demasiado tarde, pues el virus había comenzado a propagarse por la ciudad. A mediados de octubre, los casos aumentaron de 169 a 2,000 en solo una semana. Más adelante ese mes, el alcalde James Rolph puso en práctica medidas de distanciamiento social y se reunió con Hassler y otros funcionarios de salud, propietarios de negocios locales y funcionarios del gobierno federal para discutir un plan de cierre.

Una congregación de fieles reza en los escalones de la Catedral de Santa María de la Asunción, donde se reunieron para escuchar misa durante la epidemia de gripe, en San Francisco en 1918.
Una congregación de fieles reza en los escalones de la Catedral de Santa María de la Asunción, donde se reunieron para escuchar misa durante la epidemia de gripe, en San Francisco en 1918.Getty Images

Algunos funcionarios objetaron la idea, preocupados por el daño a la economía local y el riesgo de causar pánico al público. Finalmente, el 18 de octubre, la ciudad votó para cerrar "todos los lugares públicos de recreación".

Los funcionarios de la ciudad también abogaron por el uso de cobertores faciales, que al principio eran opcionales y luego requeridos por mandato.

"Ellos fueron la única ciudad que acopió muchas mascarillas", según Navarro.

Ya que la pandemia se propagó por todo el mundo durante la Primera Guerra Mundial, la mascarilla también se convirtió en un símbolo de "patriotismo en tiempos de guerra".

"El hombre, la mujer o el niño que no usen una mascarilla son holgazanes peligrosos", decía un anuncio de servicio público de la Cruz Roja Americana en ese momento, de acuerdo con la investigación de Navarro.

Sin embargo, eso no impidió que la gente desafiara la orden: 110 personas fueron arrestadas y recibieron una multa de 5 dólares en un solo día en octubre —poco después de que la medida entrara en vigencia— por usar las mascarillas de manera incorrecta o no usarla del todo, según la investigación. Con el tiempo, las cárceles se abarrotaron de personas que no cumplían con las reglas. Sin embargo, la mayoría de los casos fueron desestimados posteriormente.

A fines de octubre, había 20,000 casos y más de 1,000 muertes. Sin embargo, a medida que pasaron los días, la ciudad experimentó un descenso en los casos nuevos, lo que llevó a los funcionarios a comenzar a reabrir la ciudad y rescindir la orden de usar protectores faciales. A finales de noviembre, los funcionarios creían que la ciudad se había estabilizado.

“La curva se estaba aplanando”

Pero tres semanas después de celebrar por el hecho de poder quitarse las mascarillas, la ciudad experimentó un resurgimiento dramático de contagios. Al principio, las autoridades rechazaron la idea de reabrir la ciudad y sugirieron que los residentes usaran voluntariamente cubiertas para la cara.

Pero poco después de Año Nuevo en 1919, la ciudad fue golpeada con 600 casos nuevos en un día, lo que llevó a la Junta de Supervisores a volver a promulgar la ordenanza de usar la mascarilla obligatoriamente. Las protestas contra el mandato eventualmente llevaron a la formación de la Liga Anti-Mascarillas. Los detractores finalmente se salieron con la suya cuando se levantó la orden en febrero.

Una corte al aire libre durante la epidemia de influenza en San Francisco, en 1918.
Una corte al aire libre durante la epidemia de influenza en San Francisco, en 1918.Getty Images

Sin embargo, la ambivalencia de San Francisco con respecto a las medidas de cuarentena fue contraria a otras ciudades de Estados Unidos. Navarro dijo que Los Ángeles, por ejemplo, implementó un estricto distanciamiento social y protecciones para la cara aproximadamente una semana antes de que San Francisco lo hiciera y sus medidas se mantuvieron vigentes durante más semanas.

Navarro dijo que muchas ciudades a menudo relajaron las medidas una vez que vieron un descenso en los casos, y que cuando ocurre un resurgimiento, los residentes a menudo cuestionan las guías de salud pública.

"Estaban aplanando esa curva; simplemente no se estaban dando cuenta", dijo Navarro. "Mucha gente pensó: ‘Bueno, ¿para qué estamos haciendo tantos sacrificios?’ (Las medidas sí) Tuvieron un impacto, simplemente no lo sabían".

El principal experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos, el doctor Anthony Fauci, dijo en marzo: "Si parece que estás tomando medidas exageradas, probablemente estás haciendo lo correcto".

Durante la gripe española, el fracaso de San Francisco a la hora de tomar medidas rápidas y la decisión de aliviar las restricciones después de solo unas pocas semanas tuvo grandes ramificaciones. Con 45,000 casos y más de 3,000 muertes, se informó que la ciudad fue la más afectada, o al menos una de ellas.

Aproximadamente un siglo después, el Área de la Bahía de San Francisco impuso la primera orden de permanecer en el hogar en el país y otras restricciones cuando los casos de coronavirus comenzaron a aumentar rápidamente, lo cual volvió a poner la lupa sobre la respuesta de la ciudad a una pandemia. Esas acciones agresivas han logrado salvar vidas y evitar la escala de la tragedia que viven ciudades como Nueva York.

La alcaldesa de San Francisco, London Breed, dijo que tuvo en cuenta la historia de la ciudad a la hora de implementar una orden la semana pasada que requiere que cualquiera que pise las calles o salga fuera de sus hogares, se cubra la cara.

Breed le dijo al reportero Chris Hayes de MSNBC en una aparición a mediados de abril que el coronavirus le ha hecho pensar en pandemias pasadas que han golpeado a San Francisco, como la crisis del VIH/SIDA y la gripe española, y que a partir de ahí ha implementado las restricciones necesarias para mitigar daños.

"El hecho de que elogian a San Francisco por el aplanamiento de no significa que el trabajo está hecho", dijo. "No podemos aflojar solo porque, por alguna razón, creemos que estamos en una mejor posición".

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