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Esta hamburguesería recibió 10 millones de ayuda del gobierno. Ha decidido devolverlos

La cadena de restaurantes Shake Shack, con sede en Nueva York, consiguió financiación por otras vías y ahora urgen al gobierno "a garantizar que todos los restaurantes, sin importar su tamaño, tengan la misma capacidad de recuperarse"

Las hamburgueserías Shake Shack fueron una de las grandes grandes cadenas de restaurantes que obtuvieron una ayuda federal del paquete de estímulo económico firmado por Trump para paliar la crisis provocada por el coronavirus. Recibieron 10 millones de dólares. Pero la compañía, fundada en 2001 en Nueva York y que cuenta con más de 275 locales alrededor del mundo, ha decido devolverlos.

Shake Shack recibió el dinero del Programa de Protección de Cheques de Pago, que contaba con 349,000 millones de dólares dentro de la ley Coronavirus Aid, Relief, and Economic Security (CARES, en sus siglas en inglés). Pero estos fondos, destinados a ayudar a las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) frente al cierre del país se agotaron en a penas dos semanas después de aprobar casi 1,7 millones de préstamos, según anunciaron las autoridades la semana pasada. Este domingo Trump anunció que están a punto de llegar a un acuerdo para aprobar 310 millones de dólares adicionales.

Por la noche, Danny Meyer, fundador y director ejecutivo de la empresas matriz Shake Shack, Union Square Hospitality Group, y Randy Garutti, director ejecutivo de Shake Shack, emitieron un comunicado en LinkedIn en el que anunciaban la decisión de devolver el dinero que la empresa solicitó. 

La ley estaba estaba abierto a cualquier ubicación del restaurante que no contara con más de 500 empleados -cada Shake Shack cuenta con aproximadamente 45 trabajadores por local-, algo en lo que encajan los 189 establecimientos que tienen en Estados Unidos."La ley vino sin manual de usuario y fue extremadamente confusa", escribieron.

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En el texto los ejecutivos urgen al Congreso "a garantizar que todos los restaurantes, sin importar su tamaño, tengan la misma capacidad de recuperarse y contratar a sus equipos". "Somos una industria de 660,000 restaurantes con casi 16 millones de empleados. Si bien es alentador ver que están a punto de aprobarse 310,000 millones adicionales, esta vez tenemos que hacerlo mejor", señalan. 

El programa ofrece perdonar los préstamos si los beneficiarios volvían a contratar trabajadores despedidos y debido a que Shake Shack y su empresa matriz ya habían suspendido a cientos de empleados apostaron que "la mejor oportunidad" de mantener a sus equipos sería hacer la solicitud y "esperar que las cosas se aclarasen con el tiempo ".

Los dos empresarios añaden que que no tenían ni idea de que el fondo se agotaría tan rápidamente, así que una vez que consiguieron fondos por otro lado la semana pasada decidieorn hacer la devolución "para que los restaurantes que más lo necesiten". "Tenemos la suerte de tener acceso a capital que otros no tienen y muchos de los que más la necesitan no han recibido ninguna ayuda", escribieron.

Todos los restaurantes de la compañía cerraron el pasado 13 de marzo y despidieron a más de 2,000 empleados de los 6,000 con los que contaban, según datos de la compañía. La empresa se enfrentaba a pérdidas de más de 1,5 millones de dólares semanales. Ahora, Meyer y Garutti, instan al Congreso a garantizar que "todos los restaurantes tengan las mismas oportunidades".

La historia de Shake Shack es el clásico relato de triunfo empresarial estadounidense. Su fundador, Danny Meyer, comenzó en 2001 cocinado y sirviendo perritos calientes en un pequeño puesto que operaba en el Madison Square Park de Nueva York. Ante la demanda abrumadora que tenía en 2004 se instaló en un puesto kiosko fijo del parque inaugurante el primer local de la compañía. El año pasado inauguraron su primer establecimiento el Latinoamérica en México

Con información de NBC News.

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