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La Patrulla Fronteriza usa sus poderes especiales durante la emergencia del coronavirus para deportar a un guatemalteco a México

Sin orden de deportación y con su caso en una corte de inmigración, Gilmer Barrios fue arrestado por agentes fronterizos y deportado a Tijuana, México, de manera expedita, tras llevar más de una década en Estados Unidos. Su representante legal dice que fue “expulsión errónea, equivocada e ilegal”. Con los poderes especiales que le dio el gobierno durante la crisis del COVID-19, la Patrulla Fronteriza expulsó a más de 6,300 inmigrantes en marzo.
/ Source: Telemundo

Por Damià Bonmatí

La madrugada del 27 de marzo, el guatemalteco Gilmer Barrios se encontró delante del muro fronterizo y en una fila con otros siete migrantes que eran deportados. Así recuerda el intercambio que tuvo con los agentes que lo iban a deportar:

– Estamos en la frontera de Tijuana y tú vas a ser deportado.

– No, yo no puedo salir del país, tengo a mi esposa y tengo dos niños. No pueden sobrevivir solos – asegura haber dicho.

 – No me importa.

Tras más de una década en Estados Unidos, la deportación de este inmigrante empezó unos días antes en un un punto de control (checkpoint) de la Patrulla Fronteriza en California por el cual él pasó decenas de veces en los últimos años. Asegura que, en su expulsión, no vio a ningún juez de inmigración ni a ningún agente del servicio de inmigración (ICE) como pasa en condiciones normales. Pero, durante la emergencia nacional del COVID-19, la Patrulla Fronteriza ejerce un nuevo rol.

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Con el estallido de la pandemia del coronavirus, el gobierno de Estados Unidos otorgó poderes especiales a los agentes fronterizos. Desde el 21 de marzo y durante al menos un mes, la Patrulla Fronteriza puede “retornar inmediatamente” a México a los migrantes que cruzan la frontera. Solo en marzo, según datos oficiales, 6,306 inmigrantes fueron expulsados de manera exprés. Hay estimaciones que elevan la cifra total hasta los 10,000.

De manera excepcional, la Patrulla Fronteriza tiene luz verde para evitar el debido proceso y las leyes de asilo con los migrantes que pisan el país por primera vez. Pero casos como el de Gilmer Barrios sugieren que los agentes fronterizos también aplican esta excepción en tiempos de emergencia nacional a otros inmigrantes con vidas establecidas en Estados Unidos.

Tras 72 horas de intercambio de emails, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), de la que dependen los agentes fronterizos, dijo a Noticias Telemundo que todavía están comprobando el caso de Barrios para darnos una respuesta. 

Migrante guatemalteco es deportado por la Patrulla Fronteriza
Gimar Barrios, inmigrante guatemalteco, junto a su esposa, Kimberly Barrios, y su hijo.Cortesía familia Barrios

Arrestado en un ‘checkpoint’ de la Patrulla Fronteriza

A Gilmer Barrios, de 28 años, lo detuvieron el 23 de marzo en un punto de control de la Patrulla Fronteriza en Temecula, en el sur de California. Volvía de trabajar podando árboles y se acercó por esa inspección de la autopista I-15 dirección Temecula, como tantas otras veces había hecho al volver de trabajar.

“Llevo cuatro años pasando por esa ruta y nunca me había pasado nada. Yo hasta los despedía cuando pasaba por allí”, explicó Barrios a Noticias Telemundo. Pero ese lunes el trámite se complicó tras pedirle la identificación.

“Me jalaron duro, me pusieron encima del carro, me pusieron las esposas, me decían malas palabras, me apretaban más y me dijeron que iba a ser deportado”, relató el inmigrante guatemalteco. Dice que los agentes de Patrulla Fronteriza le negaron una llamada a su esposa, y le quitaron su camisa y sus zapatos.

Tras más de una década en Estados Unidos, la situación legal de Barrios es ambigua: su permiso de trabajo está vencido, su caso migratorio está administrativamente cerrado, e intentaba regularizar su situación en el país. Su esposa y sus dos hijos, de 2 años y 1 año, son ciudadanos estadounidenses.

“Gilmer no tiene una orden de deportación. La corte de inmigración es la que tenía la autoridad para determinar si el señor (Barrios) tenía que salir del país”, dijo el representante legal del guatemalteco, Emilio Amaya.

Un documento revisado por Noticias Telemundo muestra cómo el juez de inmigración William David Neumeister, de Los Ángeles, cerró el caso administrativamente en noviembre de 2016. El sistema automático de cortes de inmigración tampoco contiene ninguna orden de deportación bajo su número de extranjero. Gilmer, que así es su nombre, aparece como 'Gilmar' en la documentación de la corte migratoria.

Orden del juez de inmigración en el caso del nacional guatemalteco Gilmer Barrios
El juez de inmigración William David Neumeister cerró el caso de Gilmar Barrios administrativamente en noviembre de 2016.Cedido a Noticias Telemundo

72 horas en una estación migratoria fronteriza

El guatemalteco fue trasladado a la estación migratoria de Murrieta, también a cargo de la Patrulla Fronteriza, donde pasó tres días detenido. En plena crisis del coronavirus, Barrios asegura que se le negó alcohol para desinfectar la celda, se le dio un tapabocas al cabo de 24 horas de pedirlo y se le dijo que el virus afecta solo a la gente mayor.

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Según su testimonio, Barrios dijo a los agentes de Patrulla Fronteriza que tenía derecho a ver a un juez de inmigración. En condiciones normales, las cortes de inmigración dictaminan las órdenes de expulsión para los extranjeros, y el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) se ocupa de los detenidos en proceso de deportación, los alberga en sus prisiones y los envía por avión a sus países.

En la estación migratoria, Barrios asegura que conoció a otro inmigrante en su misma condición; también arrestado en el mismo retén de la autopista I-15. Noticias Telemundo no logró localizarlo para conocer su versión.

Mientras tanto, su esposa, Kimberly Barrios Hernández, llamó a la estación fronteriza el martes 24 de marzo y le dijeron que lo habían deportado a Tijuana, aunque Gilmer seguía encerrado allí.

“Me dijeron ‘estamos mandando a todos a México’ y me dieron un número de teléfono en Tijuana que resultó ser una llantería”, explica ella.

Una ‘van’ dirección a la frontera

La madrugada del viernes 27 de marzo, los agentes le comunicaron a Gilmer que sería trasladado a una corte de inmigración, pero la furgoneta llegó a otro sitio en plena noche: a San Ysidro, el paso fronterizo más transitado entre San Diego, California, y Tijuana, México.

“Los agentes iban de verde, con un chaleco donde llevan sus pistolas. Eran los mismos que en la estación migratoria”, asegura Gilmer. Su relato apunta a que la Patrulla Fronteriza, uniformada de verde, habría sido la encargada de la deportación del guatemalteco. 

Barrios dice que le suplicó a un grupo de agentes y que ellos le decían en en español “vete, vete, a tus hijos les vas a hacer falta” y en inglés “go, go”. “Le decía que yo no puedo salir del país, y me empujó y me sacó”, recuerda Barrios sobre un agente fronterizo.

El representante legal del inmigrante, Emilio Amaya, dice que “se trató de una expulsión errónea, equivocada e ilegal”.

Al pisar el territorio de Tijuana, un agente migratorio mexicano le preguntó a Barrios la nacionalidad, le pidió una identificación y lo tuvo detenido media hora hasta que las súplicas y los lloros del guatemalteco hicieron que lo liberara. 

Gilmer Barrios y sus dos hijos
Gilmer y Kimberly Barrios llevan tres años casados y tienen dos hijos, de 2 y 1 año. Cortesía Kimberly Barrios

La esposa de Gilmer, Kimberly Barrios-Hernández, y el papá de ella manejaron hasta Tijuana para verlo. Desde ese día, Gilmer lleva dos semanas en casas de conocidos en Tijuana e incluso piensa en volver a Guatemala porque no tiene autorización para estar en México.

“No estamos muy bien, nos hace falta mi esposo”, dijo a Noticias Telemundo su esposa desde el sur de California. “Soy ama de casa, mi esposo es el que trabaja, paga por la renta, la comida y todos los billes que tenemos. Mis niños lo extrañan mucho porque su papá fue fue a trabajar un día y ya no volvió”.

Este jueves 9 fue el primer cumpleaños del hijo menor, que nació con un problema cardíaco y tiene visitas rutinarias con el médico.

“Estamos sanos gracias a Dios, no estamos saliendo con los niños estos días”, dijo la esposa de Barrios. “Mis papás trajeron un pastel al nene para mandarle fotos a mi esposo”.

Si usted conoce algún caso similar vinculado a la Patrulla Fronteriza durante la emergencia del coronavirus, puede enviar un email a damia.bonmati@nbcuni.com

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