Un recluso de 47 años murió este sábado después de contraer el coronavirus en una prisión federal de Louisiana donde al menos cinco prisioneros dieron positivo por el virus, según las autoridades.
La muerte de Patrick Jones es la primera relacionada con el COVID-19 de un recluso en el sistema penitenciario federal, según un portavoz de la Oficina de Prisiones.
Jones fue encerrado por cargos de drogas en una prisión de seguridad mínima en Oakdale, que se enfrenta a un aumento de contagios entre los reclusos y el personal, según la Oficina de Prisiones y líderes sindicales.
"La situación empeorará cada vez más a medida que pase el tiempo", afirmó Ronald Morris, supervisor de mantenimiento de las instalaciones y presidente del sindicato local que representa a los trabajadores en la prisión.
"El nivel de ansiedad y miedo entre nuestro personal aumenta cada día", añadió Morris, quien dirige el Local 1007 de la Federación Estadounidense de Empleados Gubernamentales. El empleado habló con NBC News desde un hospital donde estaba monitoreando a un interno enfermo.
Jones fue hospitalizado el 19 de marzo después de quejarse de una tos persistente. Su salud se deterioró rápidamente en el hospital donde le colocaron un ventilador al día siguiente. Jones murió ocho días después. La Oficina de Prisiones dijo que tenía "afecciones médicas preexistentes desde hacía tiempo".
El recluso llevaba detenido en la prisión de Louisiana desde abril de 2017 y estaba cumpliendo una condena de 27 años por poseer cocaína y crack a la venta a menos de 1,000 pies de una universidad secundaria, según las autoridades.
Es probable que la muerte alimente las preocupaciones sobre la vulnerabilidad de los reclusos y el personal en las cárceles del país en medio de la pandemia de coronavirus.
Hasta el viernes, al menos 14 reclusos y 13 empleados han dado positivo por el virus en las 122 instalaciones del sistema penitenciario federal, según la Oficina de Prisiones.
El encierro en Oakdale representa cinco casos de reclusos. Solo otra instalación tiene tantos casos, el Centro Metropolitano de Detención en Brooklyn, Nueva York.
El expersonal médico de la prisión y los defensores de los reclusos han estado advirtiendo durante semanas sobre la probabilidad de que la pandemia se propague rápidamente dentro de los centros de detención de EE. UU.
Varias cárceles en todo el país han liberado a presos de alto riesgo, pero el personal se ha quejado de que no se está haciendo lo suficiente para proteger a los presos y al personal.
Millones de reclusos
Estados Unidos tiene 2,3 millones de reclusos en unas 5,000 cárceles y prisiones en todo el país, la que se cree que es la mayor población carcelaria del mundo. Según la Oficina de Justicia, casi 200,000 personas mayores de 55 años están tras las rejas.
Como parte de un "enfoque integral" de la pandemia, la oficina dijo que ha instituido una cuarentena obligatoria de 14 días para todos los reclusos que ingresan a las cárceles federales.
Además de trabajar con el Servicio de Alguaciles de EE. UU. para reducir el riesgo de transmisión, la agencia también ha instituido "medidas significativas" para prevenir la propagación del virus.
"Estas medidas incluyen restricciones temporales a las visitas, restringir el movimiento de los reclusos solo a transferencias obligatorias y esenciales, aumentar el control de salud del personal y los reclusos, y aumentar las medidas sanitarias", comunicó la agencia. "Además, se ha ordenado a todas las instalaciones de la Oficina que designen espacio disponible para aislamiento y cuarentena para los reclusos que han estado expuestos o tienen síntomas del virus".
Hasta este sábado, el estado de Louisiana contaba más de 3,500 contagios y al menos 150 muertes, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins.
Con información de NBC News
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