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Los trabajadores latinos y de bajos salarios son los más golpeados por la crisis económica del coronavirus

Las personas de color de Estados Unidos representan una fracción desproporcionada de trabajadores en las industrias donde los despidos por el coronavirus son los más intensos y en los que solo se espera que empeoren.
Los asientos en un área de espera son limpiados por un miembro del personal de limpieza debido al coronavirus, en Union Station el 13 de marzo de 2020 en Los Ángeles, California.
Los asientos en un área de espera son limpiados por un miembro del personal de limpieza debido al coronavirus, en Union Station el 13 de marzo de 2020 en Los Ángeles, California. Mario Tama / Getty Images

Alrededor del 70% de las empleadas domésticas en los hoteles del país son latinas, negras y asiáticas, al igual que el 57% de quienes trabajan como chefs y cocineros en restaurantes, y el 42% de todos los meseros.

Las personas de color representan una fracción desproporcionada de trabajadores en las industrias donde los despidos por el coronavirus son los más intensos y en los que solo se espera que empeoren.

Y aunque todo Estados Unidos sentirá el efecto económico de la pandemia, los expertos advierten que los trabajadores latinos y negros de bajos ingresos podrían verse particularmente afectados.

“En términos de la situación económica, solo es mirar a la vuelta de la esquina y puedes ver que para nosotros, para las personas de color, estamos sobrerrepresentados en la fuerza laboral de bajos salarios y en las mismas industrias que ya sabemos que estamos recibiendo un golpe muy serio", dijo Marc Morial, presidente y CEO de la Liga Nacional Urbana. "Sin ayuda federal, del tipo correcto en el momento adecuado, esto podría ser completamente catastrófico".

A partir de ahora, el último proyecto de ley de alivio por el coronavirus impulsado en el Congreso de 2 billones de dólares (2 trillion, en inglés) incluye pagos de desempleo durante cuatro meses para muchos de los que se quedaron sin trabajo por la pandemia de COVID-19.

También más personas podrán acceder a los beneficios de desempleo y enviaría pagos directos a muchos hogares estadounidenses. La mayoría de los trabajadores que ganan 75,000 dólares o menos recibirían 1,200 dólares, según el proyecto de ley. Mientras más gane una persona, menos recibiría. También incluye un pago directo de 500 dólares por cada niño.

El proyecto de ley además enviaría dinero a empresas, hospitales y los estados del país para cubrir algunos costos asociados con la crisis y los ingresos que los gobiernos estatales pierden al recaudar menos impuestos. La provisión para los inmigrantes, documentados e indocumentados, no estaba clara hasta el miércoles por la tarde.

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"¿Es suficiente? No puedo decir que lo sea", dijo el miércoles la representante Karen Bass (demócrata por California), presidenta del Caucus (Grupo) Negro del Congreso. Ella dijo que el Caucus, junto con otros grupos, estaba revisando el proyecto de ley y trabajando para identificar problemas que tendrían que abordar en proyectos de ley que vengan después.

Debido a una larga historia de segregación laboral, un término que usan los economistas, los latinos y negros trabajan con mayor frecuencia en industrias que ofrecen pocos beneficios y salarios crónicamente bajos.

"Segregación es el término correcto", dijo Valerie Wilson, economista y directora del programa de raza, etnia y economía en el Instituto de Política Económica, un grupo no partidista de expertos en las necesidades de los trabajadores de bajos y medianos ingresos.

“Muchos de los patrones que observamos actualmente en nuestros lugares de trabajo son patrones históricos que se remontan a la época en que a las personas se les prohibió literalmente tener ciertos trabajos o tener acceso a ciertos trabajos”, dijo Wilson, “y esos patrones han persistido porque por mucho que hayamos intentado hacer con la política, todavía hay varios desafíos y barreras que enfrentan las personas".

Un portero mira desde el lobby de un hotel vacío en Herald Square en Manhattan durante el brote de coronavirus en la ciudad de Nueva York, el 18 de marzo de 2020.
Un portero mira desde el lobby de un hotel vacío en Herald Square en Manhattan durante el brote de coronavirus en la ciudad de Nueva York, el 18 de marzo de 2020. Mike Segar / Reuters

Ahora, la ola de cierres, despidos y licencias que barren hoteles, restaurantes y lugares de entretenimiento significa que muchos de los que han experimentado esa segregación laboral han perdido su fuente de ingresos. Los números cuentan la historia.

Los hispanos, negros, asiáticos son casi 40 de la población de la nación y aproximadamente un tercio de la fuerza laboral de la nación.

En la industria hotelera:

  • El 51% de los empleados y el personal de recepción son personas de color.
  • Los trabajadores negros y latinos representan aproximadamente el 23% de este grupo.
  • Un 49% de los trabajadores domésticos en los hoteles son latinos.
  • Casi el 30% de todos los botones, conserjes y porteros son negros.

En el mundo de los casinos:

  • Poco más del 59% de los trabajadores son personas de color.
  • Alrededor del 20% de estos trabajadores son negros.
  • 27% son latinos.

Fuera de la industria hotelera, quienes trabajan en el transporte personal y las industrias relacionadas también se han enfrentado a despidos a medida que la actividad diaria del país se está deteniendo.

  • Un 56% de las personas que trabajan en estacionamientos o en valet parking son personas de color.
  • 31% de ellos son latinos.
  • Poco más del 66% de los que conducen taxis o servicios de transporte son personas de color.
  • Casi el 30% de esos conductores son negros.

Luego están los trabajadores que brindan servicios personales, como asistentes y niñeras, de los cuales alrededor del 45% son personas de color. Barberos, cosmetólogos y masajistas están incluidos en esa categoría.

  • Casi el 79% de todos los manicuristas y esteticistas son personas de color.
  • De ellos, el 59% son asiáticos.

Aún más allá, muchos estadounidenses llegan a esta posible recesión en una situación económica ya frágil: el 39% dijo que si enfrentaban un gasto inesperado de 400 dólares no podrían cubrirlo, tendrían que vender algo para hacerlo o pedir prestado, según un Informe de 2019 de la Reserva Federal.

Además de eso, solo alrededor del 10% de los trabajadores que ganan 10.48 dólares por hora o menos tienen seguro de salud, según un análisis del Instituto de Política Económica completado la semana pasada. Eso significa que también es más probable que entren en esta crisis sin un médico primario o sin un estado de salud que haya sido supervisado por un experto.

Los trabajadores de color nuevamente están sobrerrepresentados en este grupo. Según un análisis del Instituto Brookings de noviembre de 2019, en total, son el 55% de los que trabajan por salarios limitados:

  • Alrededor del 25% de la fuerza laboral de bajos salarios del país es latino
  • 15% es negro
  • 15% es asiático

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"Creo que casi siempre que tenemos una crisis económica, hablando más específicamente sobre los negros y los latinos, los mismos grupos de personas sufrirán graves daños porque en el mejor de los casos, están marginados", dijo Sandy Darity, una economista de la Universidad de Duke que investiga la estratificación económica y la forma en que la raza da forma a la política económica y social.

“El patrón es claro. Todos pierden el trabajo, pero las personas de color pierden más. Esta vez parece que la pérdida de empleos será realmente grave para algunos, mientras que otros deben posiblemente exponerse a un mayor riesgo", explicó Darity.

Lo que el país ha necesitado durante mucho tiempo, dijo la economista, es un programa federal de garantía de trabajo. Cuando los tiempos son buenos, pocas personas tendrían que hacer un trabajo dirigido por el gobierno federal y recibir un salario de este. En los malos tiempos, como la pandemia actual y la probable recesión que se avecina, esa infraestructura podría expandirse para poner a más personas a trabajar en prioridades y necesidades críticas.

Un trabajador mira desde un restaurante casi vacío en North Avenue durante el brote de coronavirus en New Rochelle, Nueva York, el 11 de marzo de 2020.
Un trabajador mira desde un restaurante casi vacío en North Avenue durante el brote de coronavirus en New Rochelle, Nueva York, el 11 de marzo de 2020.Mike Segar / Reuters

La posible gravedad del impacto en los trabajadores de color es motivo de profunda preocupación para algunas de las principales organizaciones de derechos civiles del país.

La semana pasada, representantes de la NAACP, organización de más de un siglo de antigüedad formada para luchar por la igualdad para los afroamericanos, junto con la Liga Nacional Urbana se unieron a una conferencia telefónica con docenas de organizaciones cívicas y líderes demócratas en el Senado.

"No hay evidencia de que en este momento, en términos de tasas de infección, el problema sea más grave para una comunidad que otra", dijo Morial. "Pero sí queremos ser la voz que abogue por una operación masiva de diagnósticos y tratamiento (de coronavirus) equitativa, y hacer que eso arranque lo antes posible para llegar a la mayor cantidad de personas posible".

Las desigualdades existentes hacen que eso sea un desafío, dijo el presidente y CEO de la NAACP, Derrick Johnson. Johnson también se preocupa por los ecos de crisis anteriores que ya se han comenzado a sentir: mucha preocupación por las industrias y poca a comparación para los trabajadores. También ve a algunos miembros del Congreso involucrados en debates de políticas públicas que no tienen en cuenta la relación real que existe entre la raza, la etnia y el estatus económico.

"En los ‘Estados Unidos negro’, un alto porcentaje de la población de edad avanzada también sufre problemas de salud, problemas respiratorios, presión arterial alta y enfermedades cardíacas", dijo Johnson.

“Tenemos que incluir eso en nuestros planes y nuestra respuesta. Y a medida que hablamos de fondos de rescate o industrias como las aerolíneas, me preocupa qué tipo de apoyo se brindará a quienes trabajan por hora, a los trabajadores de bajos salarios que cargan las maletas, que venden los regalos del aeropuerto y las botellas de agua y que también se verán profundamente afectados si estas tendencias continúan”, dijo.

"Sus presupuestos no se pueden dar el lujo de un margen de error".