Una familia de New Jersey perdió a cuatro miembros en solo días, como consecuencia del coronavirus. Otros tres están hospitalizados en estado crítico. Y el resto ha tenido que llorar las pérdidas desde la cuarentena.
La tragedia de la familia Fusco-Jackson comenzó con la muerte de Rita, de 55 años, el viernes. La mujer fue la segunda persona reportada como fallecida en el estado.
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Pero este era solo el comienzo de la pesadilla. El miércoles también falleció su hermano residente en Pennsylvania, Carmine Fusco, poco después de ser diagnosticado con COVID-19, la enfermedad causada por el virus.
Horas después, la madre de ambos, Grace Fusco, murió a la edad de 73 años.
Y el jueves también falleció otro miembro, Vincent Fusco, en el Centro Médico CentraState, dijo Roseann Paradiso Fodera, una pariente.
Otros dos hijos de Grace permanecen en el hospital en estado crítico. Y 20 familiares más están en cuarentena en sus hogares, según un reporte de The New York Times.
"El que no está conectado a un respirador, está en cuarentena", dijo Fodera al diario. “Es muy lamentable. Ni siquiera pueden llorar como el resto lo haría".
Una de las sobrinas de Fusco-Jackson que vive en New Jersey, Gabby Cartagena, expresó su sorpresa y pena en una publicación de Facebook el miércoles.
"¡El jueves pasado me fui a dormir con 10 tías y tíos! El viernes me desperté y descubrí que solo tenía 9. Hace solo unos minutos me enteré de que solo tenía 8", escribió. "Por favor, mantenga a sus seres queridos cerca y valore cada segundo y minuto que tenga junto a ellos".
Horas más tarde, Cartagena dijo que también se enteró de que su abuela, Grace Fusco, había muerto.
"¡Ahora mi nana también! Estoy tan feliz de que te di ese beso el domingo y te metí en la cama, te extrañaré por siempre", decía la publicación.
La familia Fusco tuvo una gran cena recientemente, según los parientes. En la comida estuvo presente un hombre de New Jersey que dio positivo al virus y murió más tarde.
Las autoridades estatales creen que las muertes de la familia están relacionadas con ese hombre de 69 años, John Brennan, un entrenador de caballos del condado de Bergen que fue la primera persona en morir por el coronavirus en el estado.
La familia no sabía que ninguno de sus familiares estaba contagiado hasta después de la muerte de Fusco-Jackson, que ocurrió el día antes de que llegaran los resultados de la prueba confirmando que se había contagiado.
"Es completamente devastador", dijo Fodera. "Necesitarán la fe que siempre han abrazado para superar este abrumador shock y este profundo dolor".
Hasta este jueves, New Jersey había reportado un total de nueve fallecidos. Tres de ellos vivían en hogares para ancianos, según el gobernador del estado, Phil Murphy. El número de contagiados ha subido a casi 750 y Murphy dijo que se espera que ascienda a “muchos miles”.
El gobernador agregó que este viernes comenzarán a realizarse las pruebas drive-thru en el Bergen Community College y que se habilitará en otras locaciones. El examen será principalmente para trabajadores de la salud. Las autoridades sanitarias locales han advertido al público que no lleguen hasta estos lugares si no presentan síntomas.
Para el jueves por la tarde, en Estados Unidos los casos ya superaban los 8,992 y se habían registrado al menos 154 muertes.
A nivel global, las cifras de infectados y fallecidos también ha ido en ascenso: según datos del Centro John Hopkins de Estados Unidos, unas 220,000 personas se han contagiado y al menos 8,000 han muerto. El brote de coronavirus, surgido en China a finales de diciembre, se ha extendido a más de 150 países, llevando a la OMS a declararlo como una pandemia.
“Adiós a todos los que me amaron”
La familia Fucso no es la única que ha vivido la tragedia de ver a uno o más miembros fallecer por el coronavirus, ni la única que se ha visto imposibilitada de tener un proceso de duelo normal, debido a la cuarentena obligatoria para todo el que estuvo en contacto con una persona infectada o presenta síntomas como tos, fiebre y dificultad para respirar.
A finales de febrero, cuatro miembros de una familia de cinco murieron en China, y uno se encuentra en estado grave como consecuencia del virus.
Chang Kai, un director de cine de 55 años residente en Wuhan (el epicentro del brote) falleció el 14 de febrero. Su padre, su madre y su hermana también murieron días después, luego de que la familia se internara en la casa para hacer una cuarentena esperado sanarse, pues no encontraron camas disponibles en los atestados hospitales de la ciudad. La esposa de Chang está actualmente en condiciones críticas.
Antes de morir, el hombre dejó un emotivo mensaje: “Adiós a todos los que amo y todos lo que me amaron”, escribió.
Para muchos pacientes en China ha sido difícil conseguir atención médica, por el explosivo aumento de los contagios desde que surgió el brote. Wuhan incluso construyó dos hospitales en apenas semanas para lidiar con el aumento de casos, pero las camas no han alcanzado para todos.
En el país asiático, los consejos iniciales del gobierno fueron que las personas con síntomas se quedaran en sus casas, lo que algunos piensan que conllevó a la infección de familias enteras.
Otra familia de Wuhan se vio imposibilitada de tener un servicio funerario para uno de sus miembros, luego de que este muriera en un hotel devenido hospital y las autoridades dijeran que 15 días después de ser cremado se podían recoger sus cenizas.
Wang Xiangyou, de 62 años, murió en febrero. Su hermano Wang Xiangkai, de 61, se contagió mientras cuidaba de él y ahora se debate entre la vida y la muerte.
Ya que no deseaba quedarse en el hospital donde había muerto su hermano, se fue a la casa de otros familiares. Su esposa, que lo visitaba diariamente, también acabó contagiándose.
Otras familias ni siquiera han podido reportar a sus seres queridos como fallecidos, pues luego de que muere una persona con coronavirus, todos los que estuvieron en contacto con ella deben aislarse en cuarentena por al menos 14 días.
En Londres, Reino Unido, una viuda y sus dos hijos tenían que reportar a Earl Sewell, de 72 años, como fallecido, presentando su certificado de defunción dentro de los primeros cinco días.
Al no poder salir de casa, la familia se ha visto imposibilitada de presentar el certificado ante las autoridades ni preparar un servicio funerario para el hombre.
"Estamos atascados", dijo la mujer al sitio de noticias BBC. Y advirtió que la pandemia va a requerir una adaptación del tejido social y sus instituciones ante las nuevas realidades que está planteando la pandemia.
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