Más de 30 estados de Estados Unidos han ordenado el cierre de centros educativos, en respuesta a las preocupaciones de que el nuevo coronavirus siga ganando terreno: en el país se han reportado más de 4,500 contagiados y al menos 86 muertos.
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La Casa Blanca incluso recomendó esta tarde que los padres “eduquen a sus hijos desde el hogar si es posible”, mientras las máximas autoridades siguen llamando a evitar los lugares públicos y decretando la cancelación o posposición de los eventos culturales y deportivos más importantes.
Las aulas de Estados Unidos no son las únicas que amanecieron vacías este lunes. Según la UNESCO, unos 100 países han anunciado o implementado el cierre de escuelas, afectando a más de 776,000 millones de niños, jóvenes y adultos. El organismo dice que se trata de una crisis “sin precedentes”.
Alabama, Alaska, Arizona, Arkansas, Connectikut, Delaware, Florida, Kentucky, Hawaii, Illinois, Luisiana, Maryland, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Montana, Nevada, Nuevo Hampshire, Nuvo Jersey, Nuevo México, Carolina del Norte, Ohio, Oklahoma, Oregón, Pensilvania, Rhode Island, Carolina del Sur, Dakota del Sur, Dakota del Norte, Tennessee, Utah, Vermont, Virginia, Virginia Occidental, Washington y Wisconsin han cerrado ya o han hecho planes para cerrar todas las escuelas.
Mientras tanto, una serie de importantes distritos escolares urbanos (incluyendo el más grande del país en la ciudad de Nueva York y el segundo más grande en Los Ángeles) han cerrado todos los centros K-12 (preescolar a duodécimo grado).
Distritos metropolitanos importantes como Atlanta, Denver, San Francisco, San Diego, Washington, D.C. y Austin, Texas, también han llevado a cabo cierres, junto a un creciente número de otros distritos más pequeños en todo el país.
La revista Education Week estima que un cuarto de los alumnos del país se verá afectado por los cierres, lo que equivale a más de 30 millones de alumnos, en más de 60,000 escuelas.
Aunque las medidas son ineludibles, decenas de miles de estudiantes y familias en condiciones financieras vulnerables sentirán un golpe más fuerte que el resto: en Estados Unidos son muchos lo que dependen de las escuelas para alimentarse u hospedarse.
Según un informe reciente del Centro Nacional de Educación para Personas sin Hogar, más de 1.5 millones de estudiantes de escuelas públicas en el país experimentaron la falta de vivienda durante el año escolar 2017-2018. Mientras tanto el Departamento de Agricultura, encargado de supervisar los programas de nutrición escolar en el país, asegura que más de 20 millones de estudiantes dependen de las comidas gratuitas servidas en las escuelas.
Otros alumnos no cuentan en sus hogares con las computadoras y medios necesarios para recibir las clases vía online. Por ejemplo, en el distrito escolar de Los Ángeles, el más grande de California, se estima que la mitad de los estudiantes no tienen computadoras o tabletas, y el 25% de ellos no tienen acceso a internet en sus viviendas.
Los cierres están programados para durar períodos que van desde algunos días hasta varias semanas.
Las recomendaciones de los Centros para el Control de Enfermedades son que los líderes escolares consulten con sus respectivos departamentos de salud sobre cuándo cerrar. Las escuelas que no han ordenado cierres aún deben tomar medidas como mantener a los estudiantes separados entre sí extendiendo la distancia entre pupitres, mandando alumnos a casa y cancelando los viajes de exploración. Si se detecta que una persona infectada estuvo en el edificio, la escuela debe cerrar al menos por unos días.
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