Por María Peña
WASHINGTON.— El Senado se alista para someter a voto esta semana el paquete de alivio económico aprobado por la Cámara de Representantes para atajar la crisis desatada por la pandemia del coronavirus, mientras la bancada demócrata elabora una tercera medida de $750,000 millones para estimular la economía.
La Cámara de Representantes aprobó en la madrugada del sábado pasado, en una votación de 363-40, una medida bipartidista enfocada en dar ayudas a trabajadores y negocios afectados directamente por el brote de coronavirus.
Sin embargo, los legisladores tuvieron que retomar este lunes las negociaciones con la Administración Trump ante la objeción de varios senadores republicanos. Cualquier cambio a la medida obligaría a un nuevo voto en la Cámara Baja antes del voto definitivo en el Senado.
La medida de la Cámara Baja establece pruebas gratuitas del coronavirus; 14 días de enfermedad con pago; ampliación de cupones de comida para niños y ancianos; la expansión de los subsidios de desempleo, y la ampliación de fondos de Medicaid para los gobiernos estatales.
Aunque la medida tuvo el apoyo del presidente, Donald Trump, al final un grupo de 40 legisladores republicanos votó en su contra, en parte debido al temor de que las empresas, ya afectadas por una baja en la demanda, tengan que pagar días de enfermedad a sus empleados.
Aún si el Congreso promete créditos tributarios para empresas que den ese beneficio, éstos no llegarían a tiempo de prevenir daños económicos al empresariado, según los detractores de la medida.
En ese sentido, el senador republicano por Wisconsin, Ron Johnson, ha dicho a la prensa que, a su juicio, la prioridad del Senado debe ser aprobar una medida que beneficie a los trabajadores y empresas afectados por el brote del coronavirus, y así evitar un mayor daño económico.
Pero líderes sindicalistas han advertido de que, en la “era del coronavirus”, el Congreso no puede darle la espalda a las familias trabajadoras, que afrontarían mayores presiones financieras ante la epidemia.
En ese sentido, Mary Kay Henry, presidenta internacional del Sindicato Internacional de Trabajadores de Servicios (SEIU, por su sigla en inglés), dijo a Noticias Telemundo que los trabajadores en “la primera línea de defensa del cuidado médico”, aquellos que atienden a enfermos en hospitales y también a domicilio, deben tener acceso a cuidado médico y días de enfermedad con pago.
“Nadie debe ir a trabajar si se enferma solo por temor a ser sancionado o a perder un día de pago, y nadie debe postergar o renunciar a un tratamiento porque luego no puedan costear la factura”, dijo la líder sindicalista.
Fuentes legislativas demócratas, que no están autorizadas para hablar sobre las sensibles negociaciones, dijeron este lunes a Noticias Telemundo que la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, se ha mantenido en estrecho contacto con el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, sobre los ajustes a la medida.
Desde la semana pasada, varios legisladores republicanos expresaron su desacuerdo sobre varias de las cláusulas del proyecto de ley, en particular la ampliación del programa de “Medicaid”, que da cobertura médica a unos 74 millones de pobres en este país.
Se prevé que Mnuchin acuda mañana, martes, al Capitolio para reunirse en privado con la bancada republicana del Senado.
Mientras, la Casa Blanca no descarta solicitar más fondos del Congreso para ayudar a las agencias federales, como el Pentágono y el Departamento de Seguridad Nacional, a bregar con la crisis, aunque por ahora se desconoce el monto de su nueva solicitud.
El sector empresarial, en particular empresas ya golpeadas por el brote del coronavirus, ha aumentado las presiones para que el Congreso le otorgue más ayudas, ya sea mediante préstamos, créditos tributarios o subsidios, ante creciente temores de que el país se acerca a una posible recesión.
Airlines for America, un grupo que representa a las aerolíneas, solicitó este mismo lunes un paquete de ayuda por $29,000 millones en subsidios, de los cuales $25,000 millones se canalizarían a las aerolíneas que transportan a pasajeros y el restante a las que acarrean cargamentos.
Además pidió un monto de hasta $29,000 millones en préstamos sin intereses o garantías de préstamo, y la suspensión del cobro de impuestos, hasta finales de 2021, en el combustible, traslado de cargamentos y boletos aéreos.
Tercera medida de emergencia
Mientras tanto, la bancada demócrata en el Senado, liderada por el senador neoyorquino, Chuck Schumer, prepara un tercer paquete de estímulo económico, dotado de al menos $750,000 millones.
Ese plan desembolsaría más fondos federales a hospitales y demás centros médicos; más subsidios de desempleo y fondos para “Medicaid”; más apoyo a la pequeña empresa, y una ampliación de los cupones de comida para poblaciones vulnerables.
Además, suspendería de inmediato el cobro de intereses en los préstamos empresariales, estudiantiles e hipotecarios, y una “moratoria” en las ejecuciones hipotecarias. También permitiría que el Pentágono canalice apoyo logístico, de equipos y de personal a la respuesta nacional a la crisis.
Según explicó Schumer, las restricciones de movimiento que han implementado diversas ciudades y estados -incluyendo Nueva York-, incluyendo el cierre de bares, restaurantes y demás sitios públicos, arrastrarán, sin duda, “consecuencias económicas”.
“Los negocios afrontarán caídas, los empleados no podrán trabajar, y las familias asumirán la responsabilidad del cuidado de sus hijos conforme aumente el cierre de escuelas… estamos ante tiempos muy, muy difíciles”, subrayó Schumer.
El pasado 6 de marzo, Trump firmó la primera medida aprobada por el Congreso, que autorizó una partida inicial de unos $8,300 millones para responder a la crisis.
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