Por Marina E. Franco
CIUDAD DE MÉXICO.- Ir a bordo del tren apodado La Bestia con tu vida en tus manos y la de tus hijas, llegar a la costa del Mediterráneo tras huir de un país sumido en violencia, perder la infancia anticipadamente por un embarazo resultado de una violación: son las vivencias de Vilma, de Fleur, de Marisol y de tantas más.
Y esas historias ahora también son arte.
Doce artistas de diferentes países latinoamericanos prestaron su talento a la exposición 'Mujeres Sin Fronteras' para mostrar las experiencias tanto variadas como compartidas de mujeres y niñas en diferentes países latinoamericanos, africanos y europeos.
“Son historias súper tristes por lo crudas que son, lo reales, que han estado pasando desde hace muchos años”, dice la ilustradora Herenia González, quien retrató a mujeres en la sierra de Guerrero, México, que viven sin electricidad y entre balaceras, pues están aisladas por los combates de grupos criminales en la zona.
No tienen electricidad en casa, “pero estas mujeres emanan luz cuando hablan de cómo quieren recuperar su vida. Y quise honrarlas usando una paleta de color que también fuera viva, como sus historias y su fuerza”, agregó González.
Ange Cano, artista visual, usó otra táctica para hablar de Marisol, niña hondureña que tuvo que dejar sus estudios a los 12 años, después de ser abusada sexualmente por un hombre que la dejó embarazada.
“Perdió su infancia por culpa de un desconocido… y primero dije: ‘Ok, ya hay suficiente tragedia en la historia’ e intenté buscarle un giro esperanzador”, cuenta Cano. “Pero mientras más pensé en eso, sentí que en realidad no había nada de positivo ni esperanzador en lo que le había sucedido, que había que mostrar que esto sí está pasando y no se puede ocultar”. Su dibujo de Marisol es en blanco y negro.
“Es importante ver esto, que veamos: ‘Esto no me pasa solo a mí’”, agrega Cano.
Las ilustraciones fueron comisionadas Médicos Sin Fronteras, organización que ha asistido a todas las mujeres y niñas cuyas experiencias fueron ilustradas. Ellas son oriundas de Honduras, Colombia, Grecia, México, Venezuela, Nueva Guinea, Malaui, República Centroafricana y Guatemala.
La exhibición fue inaugurada el jueves en Ciudad de México, tres días antes de la conmemoración global del Día Internacional de la Mujer, el 8M. La fecha se celebra para impulsar la igualdad y para reflexionar sobre aquellas contribuciones de una mitad de la población global que frecuentemente es hecha menos.
Según un análisis de la ONU publicado este jueves, el 90% de la población mundial tiene sesgos y prejuicios arraigados contra las mujeres, como creer que los hombres son mejores líderes políticos, y casi un tercio de la población cree que se justifica que un marido le pegue a su esposa.
A nivel global, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia de género; es decir, maltrato físico, psicológico, sexual o económico que se comete contra ellas solamente por ser mujeres. Además de delitos graves como el feminicidio el abuso doméstico o la violación, esa violencia incluye ganar menos que un varón por el mismo trabajo, el acoso y hostigamiento en las calles y en las oficinas, o el no ser compensadas financieramente por las horas extra haciendo labores en casa.
En los países de los que son originarias o donde pasaron tiempo las mujeres ilustradas en la exposición justamente abundan ejemplos de desamparo a sus habitantes femeniles.
En Malaui, por ejemplo, 1 de cada 5 niñas han sido víctimas de abuso o acoso sexual. Mientras que Honduras, Colombia, Venezuela y Guatemala están entre los países por los cuales la región latinoamericana tiene unas de las tasas más altas de feminicidio.
En México, país sede de la muestra, son asesinadas 10 mujeres diario, en promedio. En los últimos meses ha habido varios casos de feminicidios de alto perfil, una de las razones por la cual el 8M transcurrirá en un contexto de debate álgido y encono.
Parar en México, entre polémicas
Además de la marcha del domingo, muchas mexicanas y mujeres que residen en México promueven hacer un paro nacional el 9 de marzo, promocionado como #UnDíaSinMujeres y con el lema “El nueve ninguna se mueve”, para exigir políticas que prevengan que les arrebaten la vida a más de ellas.
El paro ha despertado polémica, en gran medida porque autoridades han lanzado acusaciones de que es una huelga promovida por opositores, aseveraciones erróneas repicadas en redes sociales. Algunos políticos han hecho postureo de que están a favor de la movilización del 9M, pero esta fue convocada por una agrupación feminista y apartidista del estado de Veracruz, llamada Brujas del Mar.
Muchas empresas en el país han anunciado públicamente que respaldan a las mujeres que elijan parar y aseguran que no las penalizarán.
Por su parte, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha oscilado entre asegurar que es el “más feminista” en la historia del país (tiene un gabinete paritario pero también ha recortado el presupuesto de programas clave para las vidas de las mexicanas) y entre dar declaraciones polémicas, como el presidente diciendo que no quería que “el tema sea nada más lo del feminicidio” cuando él pretendía hablar de una rifa que promueve.
Este 5 de marzo de nuevo hubo respuestas cambiantes del gobierno. En la mañana, López Obrador incluso sugirió que los hombres también podrían parar el 9M, como si fuera un día de vacación para todos en vez de uno de acción por parte de un sector específico de la población. Horas después, algunas de las ministras del gobierno anunciaron nuevos planes de acción en apoyo a mujeres, como un protocolo para sancionar el acoso sexual en oficinas públicas.
“Creo que en estos momentos es muy necesario” mantener presentes las historias de mujeres y niñas como las que fueron ilustradas, dijo Cano, la artista visual que dibujó a Marisol. “Pero me da gusto que, como estamos hablando con mayor constancia de la situación, más gente ya está viendo más allá de sus narices, y por eso importa salir a marchar y a hacer el paro”.
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