El expresidente mexicano Enrique Peña Nieto está siendo investigado por las autoridades de su país por un caso de corrupción, según dijeron altos funcionarios judiciales mexicanos al diario estadounidense The Wall Street Journal.
La investigación, que de concretarse se convertiría en la de más alto perfil en el país en décadas, es parte del caso que se lleva contra Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) acusado de defraudar a la empresa.
Lozoya fue arrestado en España el 12 de febrero por contar con órdenes de extradición hacia México. Las autoridades mexicanas lo han acusado de recibir millones de dólares en sobornos de la empresa brasileña de construcción Oderbrecht y de la acerera mexicana Altos Hornos S.A.
Los investigadores del caso Lozoya han dicho —citando las declaraciones de un alto ejecutivo de la constructora brasileña en 2016— que Oderbrecht le pagó 9,1 millones de dólares para conseguir contratos con Pemex, cuando todavía era parte de la campaña presidencial de Peña Nieto y después de ser nombrado director de Pemex.
También lo han acusado de recibir 3,5 millones de dólares de Altos Hornos para asegurar la venta a Pemex de plantas chatarras de fertilizantes, Agrinitrogenados y Fertinal por las que se pagaron 442 millones de dólares. Llevaban 14 años sin operar y eran inservibles, según la Auditoría Superior de la Nación (ASF).
Desde entonces, revelaciones periodísticas han explicado el vínculo de Lozoya con el dueño de la empresa, Alonso Ancira. El exfuncionario hizo al menos 54 viajes en helicóptero a la torre GAN de Polanco, donde se encuentran las oficinas del empresario.
Un mes después de que Pemex cerrara el trato para hacerse con Agronitrogenados, Altos Hornos transfirió 3,7 millones de dólares a una cuenta en un paraíso fiscal que Odebrecht utilizaba para pagar sobornos”, según El País. “Ese dinero abandonó luego esa cuenta para ser transferido a una empresa supuestamente vinculada a Lozoya Austin”.
El fiscal general de México, Alejandro Gertz Manero, dijo en una entrevista con la agencia de noticias The Associated Press que Lozoya era un “símbolo” de la corrupción que imperó durante el gobierno de Peña Nieto.
Aunque se mostró cauteloso cuando se le preguntó si el expresidente estaba en la mira de su oficina.
“Hacer una afirmación de este tipo sería de mi parte una conducta política”, dijo Gertz. “Yo tengo que dedicarme a expresar conductas jurídicas. Si entro en las hipótesis de la política voy a desvirtuar mi tarea”.
Tampoco habló de otros exfuncionarios que podrían estar involucrados, pero añadió: “lo que sí podemos señalar con toda claridad es que esos delitos no se cometen en solitario. Para armar una estructura delictiva de ese tamaño no la puede usted hacer solo, tiene que haber toda una serie de participantes”.
En ocasiones anteriores el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha negado que su administración busque llevar a juicio a Peña Nieto o algún otro expresidente.
“Nosotros no vamos a iniciar ninguna investigación contra expresidentes”, dijo López Obrador en un acto el pasado 3 de septiembre.
Si Peña Nieto eventualmente llegara a ser enjuiciado, sería la primera vez en tiempos modernos que un mandatario mexicano es llevado ante una corte para enfrentar cargos por corrupción. En cualquier caso, primero tendría que concretarse la extradición de Lozoya, lo que podría tomar meses, según expertos legales consultados por The Wall Street Journal.
Peña Nieto ha negado anteriormente las acusaciones de que recibió sobornos para autorizar la compra de las empresas de fertilizantes.
“Rechazo categóricamente las falsas imputaciones en mi contra, publicadas esta mañana en distintos medios y atribuidas a un supuesto informante. No es la primera vez que se pretende inculparme de mala fe y sin fundamente alguno. Por supuesto, mienten”, escribió el exmandatario en la red social Twitter en abril de 2019, cuando salieron a luz versiones en medios de que el gobierno estadounidense lo estaría investigando por corrupción.
Ve también: