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Lanzan campaña de "amor, no odio" en defensa de los migrantes en el Día de San Valentín

“Estamos aprovechando el 14 de febrero, que celebra el amor y la amistad, para mostrar  nuestra solidaridad con los inmigrantes, especialmente los que están en situaciones precarias, que han sido rechazados por Estados Unidos, regresados a México, y abandonados tanto por México como por sus países de origen”, dijo uno de los activistas.
Activistas proinmigrantes se manifiestan afuera del aeropuerto de Brownsville
Activistas proinmigrantes se manifiestan afuera del aeropuerto de Brownsville, Texas.Witness at the Bordee / Margaret Seiler

Por María Peña                 

WASHINGTON.— Activistas defensores de los inmigrantes lanzaron este viernes una campaña de “amor, no odio” en defensa de los migrantes en la frontera sur para condenar que, incluso en el Día de San Valentín, la Administración Trump continúa la separación de familias.  

Poco más de un centenar de activistas humanitarios de 13 organizaciones, líderes locales y estatales, se congregaron en Brownsville (Texas), como parte de la campaña que inició este viernes y finalizará el lunes próximo, con el propósito de aumentar la presión para lograr el cierre del centro de detención para migrantes en la localidad.

Los activistas portaron corazones de plástico, mantas y carteles con mensajes de solidaridad con los migrantes, y realizaron una protesta en el Parque de las Banderas, a la entrada del Puente Gateway que conecta con la ciudad de Matamoros, al lado mexicano de la frontera común.

Exigencia al gobierno

En entrevista telefónica con Noticias Telemundo, Camilo Pérez Bustillo, activista del grupo Testigos en la Frontera, explicó esta tarde que la protesta de hoy ha sido la siguiente etapa de una “presencia permanente en Brownsville”.

“Vamos a continuar esta campaña, sin fecha de cierre, para exigir al gobierno el cese de políticas injustas contra los inmigrantes, y lograr el cierre del centro de detención de menores en Tornillo y otro en Homestead, Florida”, dijo.

Witness at the Border
Otra imagen de la protesta.Margaret Seiler

“Estamos aprovechando el Día de San Valentín, que celebra el amor y la Amistad, para mostrar  nuestra solidaridad con los inmigrantes, especialmente los que están en situaciones precarias, que han sido rechazados por Estados Unidos, regresados a México, y abandonados tanto por México como por sus países de origen”, enfatizó.

Según Pérez Bustillo, hay alrededor de 3,000 migrantes en el centro de detención en Brownsville, de los cuales 700 son menores entre 5 y 15 años.

La protesta de este viernes envía un mensaje urgente de encontrar soluciones para migrantes que provienen de comunidades “marginadas, excluidas, discriminadas y empobrecidas”.  Los organizadores esperan la llegada de más activistas de otras partes del país en los próximos días.

“Una de las mantas tiene un mensaje que cristaliza nuestra campaña: queremos que la gente se pregunte y elija de qué lado quiere estar, ¿De la justicia, o de la injusticia?”, precisó.

Previo a la protesta en las proximidades del Puente, los activistas se apostaron afuera del aeropuerto en Brownsville, de donde salen a diario vuelos con inmigrantes deportados.

El próximo domingo, los activistas realizarán un acto de conmemoración de los migrantes que han muerto al intentar sus cruces ilegales en la frontera. Tan solo en Brownsville, hubo 47 fallecidos el año pasado, mientras que en los últimos 20 años, alrededor de 7,200 han perecido en toda la franja fronteriza, dijo Pérez Bustillo.

El presidente, Donald Trump, dijo este viernes durante un acto con agentes de la Patrulla Fronteriza en el complejo presidencial que su gobierno apoya la inmigración legal y combate la ilegal porque pone en riesgo la seguridad fronteriza y la seguridad nacional.

Preguntado al respecto, Pérez Bustillo calificó sus comentarios como “una burla cruel, porque Trump ha atizado el odio contra los inmigrantes” y ejemplo de eso ha sido la masacre en El Paso (Texas) en agosto de 2019 a manos de un hombre que comulga con grupos supremacistas blancos.

“Ese tiroteo dejó 22 muertos, 20 de los cuales eran mexicanos. El tipo había dicho que quería matar mexicanos… el clima de odio que ha fomentado el  presidente Trump culminó en ese crimen; Trump es corresponsable de esas muertes”, puntualizó el activista.

En Brownsville, Joshua Rubin ha liderado el movimiento de los “testigos en la frontera”, convencido de que tanto activistas como ciudadanos de a pie deben ver de primera mano la crisis de los migrantes en la frontera.

Al lado mexicano, en Matamoros, alrededor de 1,200 migrantes, la mayoría centroamericanos, aguardan en campamentos su turno para solicitar asilo en Estados Unidos, pero la Administración ha impuesto restricciones al proceso y, según activistas, es poco probable que lo consigan.