Por Francesco Rodella
La del pasado 31 de enero fue una jornada de trabajo especialmente dura para los técnicos forenses del condado de Franklin, Ohio: en un solo día recibieron los cuerpos de diez personas muertas por sobredosis. Y en las fechas siguientes, las señales de alarma se repitieron constantemente.
Así, entre ese viernes y el domingo 9 de febrero las víctimas mortales de la droga —que genera alarma en muchas áreas de Estados Unidos, y en este condado de Ohio donde se alojan Columbus y su alrededores golpea especialmente fuerte— ya eran 34. De media, al menos tres cada día. Tantos que hasta se ha barajado varias veces la posibilidad de pedir una nueva morgue, según dijo la médica forense Anahi Ortiz a la cadena ABC.
El principal culpable es el fentanilo, un opioide sintético utilizado como fármaco contra el dolor pero también distribuido en el mercado ilegal como narcótico con un potencial devastador, explicó la forense en su página Facebook.
Para Miguel Hernández, un ex consumidor que consiguió salir de la dependencia, se trata de una situación “aterradora”. "Es un juego de ruleta rusa más o menos. No sabes cuándo golpeará esa bala si estás jugando. No vale la pena", dijo a la emisora local WSYX.
Ortiz explicó que el aumento de muertes afecta gravemente la capacidad de respuesta de la oficina forense del condado. "Nuestro personal está cansado", afirmó, "[esta situación] está agotando nuestra capacidad".
Según detalló, los espacios disponibles para la conservación de los cadáveres ya casi no son suficientes. “Hemos estado varias veces en el punto de considerar que tendríamos que llamar a una morgue temporal”, dijo. Si la tasa de sobredosis se mantiene al mismo ritmo o empeora, el condado podría verse necesitado a hacerlo, apunta la cadena CNN.
El periódico local The Columbus Dispatch asegura que el balance mortífero de los diez días anteriores a esta semana es el peor en un periodo de corto plazo desde que empezó la crisis de los opioides. Aunque las pruebas toxicológicas necesarias para confirmar definitivamente la causa de las muertes, Ortiz está convencida de que el fentanilo está detrás de la gran mayoría de ellas.
De acuerdo con estadísticas preliminares que difundió ella misma, entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2019 las muertes por sobredosis en el condado de Franklin fueron 421, un 15% más que en el mismo periodo del año anterior. En más de un 80% de los casos las víctimas habían consumido fentanilo, muchas veces mezcladas con otras drogas.
Y es que esta forma de abuso es cada vez más común, alertó Ortiz. Tras salir de laboratorios ilegales de México y China, el fentanilo se distribuye en el mercado en mezclas peligrosas con heroína o cocaína, algo especialmente peligroso porque puede provocar reacciones imprevisibles, según detalló.
Ohio, plagado por la crisis de opioides
Más de 70,000 personas murieron por sobredosis en Estados Unidos en 2017, el último año por el que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) tienen estadísticas completas. Un 67.8% de esas muertes se debió a opioides. En un año, el ratio de fallecidos debido a las drogas por cada 100,000 habitantes aumentó del 19.8 de 2016 (cuando los muertos fueron más de 63,000) a 21.7.
Ohio fue un estado particularmente afectado por esta plaga social, con el segundo ratio de muertes por habitantes más alto de Estados Unidos (46.3 cada 100.000). Junto a este estado, a la cabeza de los más golpeados por el problema se colocan West Virginia (57.8), Pensilvania (44.3), el Distrito de Columbia (44.0) y Kentucky (37.2).
Los CDC alertan de que cualquier persona que utiliza opioides prescritos en ámbitos médicos puede convertirse en adicta a estas sustancias. Entre sus recomendaciones, incluyen la de evitar tomar benzodiacepinas, sustancias que permiten sedar, inducir el sueño, prevenir convulsiones y aliviar la ansiedad junto a opioides recetados, ya que esta mezcla, como la de otras drogas, puede ser letal.
Las otras muertes de las drogas
La influencia del narcotráfico internacional en Estados Unidos es una de la causas de un grave problema de salud pública relacionado con el consumo de drogas en el país, según la Agencia Antidroga de este país (DEA). Y los cárteles mexicanos, el peligro número uno en este sentido.
Al otro lado de la frontera, la violencia armada derivada de las crueles luchas de poder entre las organizaciones criminales y de la guerra al narcotráfico está haciendo vivir a México la etapa extraordinariamente sangrienta: los muertos por homicidio en México desde que se empezó la estrategia de enfrentamiento a los cárteles en 2006 ya son más de 250,000, según cifras oficiales destacadas por medios estadounidenses.
Mire también: 100 muertos cada día. ¿Qué está pasando en México?