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Plan presupuestario 2021: Trump pedirá menos fondos para la construcción del muro fronterizo

El presidente presentará su plan presupuestario para el año fiscal 2021, en medio de presiones políticas para reducir el abultado déficit y evitar más recortes sociales
Donald Trump
Foto del 6 de marzo de 2019 del presidente Donald Trump hablando en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington. (AP Foto/Jacquelyn Martin)AP / AP

Por María Peña

WASHINGTON.— En su plan presupuestario para el año fiscal 2021, que presentará al Congreso este lunes,  el presidente Donald Trump solicitará menos dinero para financiar el muro en la frontera con México que el que ha pedido en años anteriores, según un funcionario de la Casa Blanca conocedor de la propuesta.

El mandatario tiene pensado pedir solo 2,000 millones de dólares, menos de la mitad de los $5,000 millones que pidió el año pasado, según ha dicho CNN.

El Congreso le negó a Trump esos montos, entregándole 1,375 millones de dólares para el año fiscal 2020, por lo que la solicitud para el año 2021 sigue siendo más alta que el último monto aprobado por los legisladores. 

Trump presentará el lunes su plan presupuestario en medio de disputas sobre el creciente déficit y posibles recortes adicionales a programas sociales.

Según funcionarios de gobierno, Trump propondrá además un recorte del 21 por ciento en la ayuda exterior y recortar los programas de redes de seguridad social.

El presupuesto buscará un aumento en los fondos para contrarrestar las amenazas económicas en desarrollo de China y Rusia, según NBC News. Un recorte similar en la ayuda exterior no fue aprobado por el Congreso en el presupuesto del año anterior.

Tras superar el juicio político en su contra con un voto de absolución en el Senado, el presidente se enfrentará ahora a otra batalla en el frente doméstico: la defensa de un plan presupuestario que desde ya levanta ampollas entre legisladores por su posible impacto en el déficit y recortes a diversos programas sociales.

La Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB, por su sigla en inglés), ha dicho que el plan, que establece las prioridades del gobierno, será entregado al Congreso el lunes próximo.

El propio secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, adelantó a la cadena Fox News que el nuevo plan presupuestario no logrará un equilibrio en la próxima década, y reconoció que un reto del gobierno será, precisamente, reducir el déficit.

La Oficina de Presupuesto del Congreso había advertido de que los recortes de impuestos impulsados por la Administración Trump en 2017 aumentarían el déficit por 1,9 billones en la próxima década, y en su momento eso generó agrias disputas partidistas.

Así, la presentación del plan presupuestario de 2021 desatará pugnas en el Congreso porque, por un lado, los conservadores en materia fiscal exigen medidas para reducir el déficit, mientras que, por otro, los de corte progresista piden protecciones a los programas de la red de seguridad social.

Según la cadena conservadora OANN, que obtuvo acceso al plan de manos de la OMB, el plan incluirá “recortes históricos en el desperdicio de fondos” públicos.

Mientras, el diario The Wall Street Journal indicó que el plan proveerá un incremento del 12% en el presupuesto de la agencia espacial NASA, la mayoría del cual se destinará al objetivo de relanzar misiones a la luna para 2024.

En declaraciones a Noticias Telemundo, el director del Concejo Económico Nacional, Larry Kudlow, afirmó que las clases media y trabajadora son las que más se han beneficiado de la política económica de Trump, pero evadió precisar si habrá o no recortes en los programas sociales.

El plan que entregue Trump será, en todo caso, una especie de lista de deseos, ya que el Congreso tendrá la última palabra sobre el desembolso de fondos públicos.

Durante una conferencia telefónica con periodistas, analistas del Centro para Prioridades Presupuestarias y Políticas (CBPP, por su sigla en inglés), delinearon las cinco claves que, a su juicio,  determinarán el futuro rumbo de las políticas que perseguirá la Administración en este año electoral.

Según el centro de estudios, el plan debe responder a asuntos como el futuro de la cobertura médica bajo “Obamacare” -mientras la Administración continúa su batalla legal para desmantelarlo-; el alcance de los recortes a programas para gente pobre; mayores inversiones en la infraestructura; el resguardo de programas domésticos a largo plazo, y la ampliación de las desigualdades raciales y económicas en el país.

“La Administración está urgiendo a las cortes a que anule la Ley de Cuidado Médico Asequible (Obamacare), y eso dejaría sin cobertura médica a 20 millones de personas… llevan meses diciendo que presentarán un plan de cobertura médica, habría que ver si lo presenta” y si incluye cobertura de condiciones médicas preexistentes, dijo Robert Greenstein, fundador y presidente de CBPP.

En declaraciones a Noticias Telemundo, Carlos Ponce, analista político de la Universidad de Columbia, advirtió de que más recortes a programas sociales aumentarían el sufrimiento de poblaciones desatendidas, que ya afrontan “inequidades históricas” en sus comunidades.

Ponce recordó que los cambios aprobados hace dos años en programas sociales provocaron recortes en los recursos que van a organizaciones de la sociedad civil que proveen servicios sociales.

Cualquier recorte adicional provocaría “menores servicios, más uso de los sistemas de emergencia, en vez de programas de salud preventiva… reducir el gasto social es un error político”, advirtió.

El tema de la economía figura de forma prominente en la contienda presidencial y, al igual que Trump, también la oposición demócrata la utiliza como arma electoral para movilizar a su base.

Al respecto, Ponce consideró que los precandidatos demócratas deben, ante todo, “no generar miedo de más impuestos”, especialmente entre la clase media, y transmitir un mensaje de que, si ganan la Casa Blanca, “habrá oportunidad para todos”.

Los primeros dos planes presupuestarios de la Administración Trump delinearon una fórmula para reducir el déficit –es decir, cuando los gastos superan los ingresos– mediante grandes recortes a programas sociales y pronósticos de crecimiento económico que no llegaron al tres por ciento.

Entre 2018 y 2019, por ejemplo, la tasa de crecimiento económico bajó de 2.9% a 2.3%, mientras que, en paralelo, el déficit ahora va camino de superar un billón de dólares, un fenómeno que no ocurría desde la reciente crisis financiera de 2007.

El presupuesto que Trump presentó al Congreso para el año fiscal 2020 proponía recortes por casi dos billones de dólares para los programas de “Medicare” y Medicaid, que ofrece cobertura médica para gente pobre. "Medicare" provee cobertura a unos 60 millones de personas, y "Medicaid" a alrededor de 65 millones.

El mes pasado, durante su viaje al Foro Económico Mundial en Davos (Suiza), Trump dijo a la prensa que su Administración no descarta realizar recortes al programa de Medicare, que provee cobertura médica para ancianos y jubilados.

La semana pasada, los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid anunciaron un plan en ciernes que impone límites en los gastos federales para esos dos programas, lo que se traducirá en recortes y restricciones en los beneficios y la cobertura médica.

En la actualidad, ambos programas son administrados por los gobiernos estatales pero reciben fondos del gobierno federal. Un recorte en los gastos, por pequeño que fuese, afectaría la cobertura médica en cada estado.

En un mensaje tuiteado este sábado, el presidente aseguró que la Seguridad Social y Medicare "no se tocarán" en el presupuesto para 2021. 

Si esos recortes a Medicare y Medicaid para atajar el déficit ocurriesen, Trump daría marcha atrás a su promesa electoral de 2016 de que su gobierno protegería los fondos destinados a esos programas, que además benefician a muchos de sus votantes.

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