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El Senado declara no culpable a Trump de abuso de poder y obstrucción al Congreso

La votación final privó a Trump de una absolución "unánime" y ha profundizado las riñas partidistas en el Senado.

Por María Peña

WASHINGTON.— En menos de una hora, el Senado cerró este miércoles el último capítulo del juicio político contra el presidente, Donald Trump, con una histórica votación que lo declaró no culpable de los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso, asegurando su permanencia en el poder. 

La votación, que tomó alrededor de 41 minutos, fue un trago amargo para algunos republicanos que sí consideraron que Trump actuó indebidamente al presionar a Ucrania en 2019 a investigar a sus rivales políticos, pero que no era suficiente para justificar su destitución. 

Se trató, según expertos, del voto más pronosticado en la historia reciente del Senado, ya que la oposición demócrata nunca pudo amarrar los 67 votos necesarios que exige la Constitución para lograr un veredicto de culpabilidad y la destitución de Trump.

Para cada cargo, se requería pronunciarse sobre si Trump era 'culpable' o 'no culpable'. 

La votación para el primer cargo, por abuso de poder, recibió 48 votos a favor y 52 en contra. La votación para el segundo cargo, por obstrucción al Congreso, fue de 47 a favor y 53 en contra. 

De esta forma, Trump quedó absuelto de los cargos en conexión con su presunta campaña, según la acusación, para que Ucrania lo ayudara a "hacer trampa" en los comicios de noviembre. 

Trump desde siempre ha mantenido que el proceso del juicio político, o impeachment, ha sido una “farsa” de los demócratas que no aceptan su derrota en las elecciones presidenciales de 2016.

El mandatario reaccionó con un tuit triunfalista, adelantando que el voto es una "victoria" para el país, y anunció que ofrecerá declaraciones sobre el asunto mañana jueves.

Su campaña de reelección, mientras tanto, dijo que el voto ha "reivindicado" al presidente, y vaticinó que éste ganará en noviembre próximo. 

Polos opuestos

Tras la votación, los líderes de la mayoría republicana y minoría demócrata en el Senado, Mitch McConnell y Chuck Schumer, respectivamente, ofrecieron a la prensa su lectura del significado del juicio político, sin ningún cambio en sus atrichenradas posturas. 

Para McConnell, la decisión de los demócratas de perseguir este juicio político es un "error político colosal", y no descartó la posibilidad de que continúen lanzando investigaciones contra la Administración Trump.

Por su parte, Schumer dijo que, salvo la valentía que mostró el senador republicano Mitt Romney, McConnell y su bancada están "encubriendo a Trump", y el Senado "le dio la espalda a la verdad". 

Schumer aseguró que los republicanos "le tienen mucho miedo a Trump", y rechazó la idea republicana de que fuesen los votantes los que decidan el futuro político del mandatario. 

El senador neoyorquino repitió su advertencia de que Trump pasará a la historia, “con un asterisco escrito en tinta permanente”, como el tercer presidente en afrontar un juicio político.

Por último, Schumer celebró que su bancada salió del Senado "con la frente en alto" y con una votación unánime en contra de Trump. 

Romney, ¿héroe o villano?

Las votaciones en el pleno del Senado, en todo caso, privaron a Trump de reivindicarse con una absolución "unánime" ya que Romney,  senador republicano por Utah, rompió filas y fue el único de su partido que apoyó el cargo de abuso de poder. 

Con la voz quebrantada, Romney explicó que votaría en contra del segundo cargo porque, a su juicio, el equipo de fiscales demócratas debió agotar sus opciones para conseguir los testimonios y pruebas adicionales para fortalecer su caso.

Citando principios religiosos, sin embargo, Romney aseguró que los actos del presidente constituyen un "espantoso abuso de la confianza pública".

Según Romney,  los cargos en contra de Trump son muy serios y, como hombre profundamente religioso, él juró ofrecer "una justicia imparcial". 

"No creo que haya un ataque más serio a nuestra Constitución que intentar corromper una elección para mantenerse en el poder. Y eso es lo que hizo el presidente", Trump, afirmó Romney.

Su decisión, anunciada horas antes de la votación que comenzó en el pleno del Senado a partir de las 4:00 de la tarde (hora local),  suscitó elogios en las redes sociales, y la etiqueta de "héroe" se convirtió en tendencia en Twitter. 

Pero en las filas republicanas, también causó sorpresa, condena y acusaciones de que Romney actuó por "envidia" a Trump. En 2012, Romney perdió la contienda presidencial frente al entonces presidente, Barack Obama. 

El hijo mayor de Trump, Donald Trump Jr., condenó el voto de Romney, a quien describió como "oficialmente un miembro de la resistencia", y pidió su expulsión, sumándose a una etiqueta en Twitter con esa meta.

Pero varios senadores, entre éstos Susan Collins y Marco Rubio, afirmaron que cada uno debía votar con su conciencia y que Romney puede continuar en el seno del Partido Republicano.

"No estoy de acuerdo con la decisión de Mitt, pero ciertamente lo respeto", dijo Collins, al subrayar que su voto no amérita su expulsión en lo absoluto. 

Por su parte, Rubio destacó que era un voto significativo para destituir al presidente pero, en su opinión, el voto de Romney "no necesariamente impedirá su capacidad de trabajar con otros senadores".

En declaraciones a la prensa más temprano, la asesora sénior de Trump, Kellyanne Conway, vaticinó que habría votos demócratas a favor de la absolución de su jefe, lo que no ocurrió.

Conway reiteró que los demócratas “han perdido el tiempo” con el juicio político en vez de centrar sus energías en los problemas más acuciantes de electorado y que, además, la absolución quedará para siempre en el expediente de Trump.

En la actualidad, el Senado está compuesto por 53 republicanos, 45 demócratas y dos independientes que suelen votar con la oposición. De éstos, 21 republicanos y 12 demócratas afrontan la reelección.

Aunque nunca hubo dudas de que la mayoría de la bancada republicana cerraría  filas en torno a Trump, el voto de tres senadores demócratas de corte centrista, Joe Manchin, Doug Jones, y Kyrsten Sinema, había acaparado la atención mediática.

Jones, que representa al estado conservador de Alabama, en el sur profundo de Estados Unidos, afronta una empinada cuesta hacia su reelección el próximo 3 de noviembre. Pero, al final, éste y los demás demócratas votaron a favor de condenar a Trump. 

Según la acusación, Trump presionó a Ucrania a que anunciara una investigación contra sus rivales políticos, para así facilitar su reelección.

En concreto, los cargos derivan de una llamada que hizo Trump el pasado 25 de julio al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, en la que presuntamente le pidió que anunciara una investigación contra el exvicepresidente, Joe Biden, y su hijo, Hunter.  

A cambio, la Administración Trump liberaría un paquete militar de unos $400 millones ya aprobados por el Congreso y una visita en la Casa Blanca.

Biden anunció su campaña presidencial el 25 de abril de 2019 y figura entre los principales precandidatos para la nominación presidencial del Partido Demócrata.

Una reciente relevación del exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton, en un borrador de su libro, había dejado abierta la posibilidad de que algunos republicanos se sumaran a los demócratas en el voto a favor de la destitución.

Es que Bolton indicó que, en agosto pasado, Trump le dijo que quería continuar reteniendo la ayuda militar a Ucrania hasta obtener el anuncio de Zelenskiy.

Los demócratas no han dicho si, aún con la absolución, continuarán las investigaciones contra Trump y si emitirán una citación judicial para lograr el testimonio de Bolton.

A su vez, los senadores republicanos, entre éstos Lindsey Graham, un férreo aliado de Trump, apoyan una posible investigación sobre los negocios de Hunter Biden en Ucrania, donde formó parte de la junta directiva de Burisma, una empresa enérgetica presuntamente implicada en corrupción. 

La Casa Blanca ha prohibido la publicación del libro de Bolton y, la semana pasada, los demócratas perdieron el apoyo a varias enmiendas en una resolución para exigir la convocatoria de Bolton y otros testigos adicionales en el juicio político.

Así las cosas, el Senado culminó este miércoles el proceso de impeachment en medio de severas pugnas partidistas, y discordias sobre asignaturas pendientes en materia de inmigración, salud y la economía.

El libreto no ha cambiado: los demócratas acusan a los republicanos de “encubrir” a Trump, y éstos replican que la oposición ha impulsado una “farsa” para influir en los comicios de 2020.

Poco después de la votación, centenares de activistas en todo el país programaron protestas contra lo que consideran como un "encubrimiento" y "la absolución de un presidente sin ley".

En nueve meses, los votantes acudirán a las urnas para decidir si Trump permanece en la Casa Blanca por otros cuatro años, o dan paso a la alternancia en el poder con un presidente demócrata.