El presidente, Donald Trump, publicó la tarde de este jueves sin mayor explicación varias fotografías de los avances en la edificación de su prometido muro en la frontera sur, en los que se observa el trabajo de grúas y equipos de construcción.
“¡Excelentes fotos de un informe del MURO EN LA FRONTERA SUR del secretario de Defensa Mark @EsperDoD!”, tuiteó Trump.
A principios de este mes, Trump festejaba con una placa conmemorativa la construcción de 100 millas (161 kilómetros) de muro fronterizo. Pero después de más de tres años de mandato, parece que el tiempo apremia para terminar de erigir las 509 millas que prometió.
Aunque no todos son segmentos nuevos, la mayor parte se trata de sustituciones de vallas existentes por otras más modernas, algo que el presidente ha omitido en sus discursos y celebraciones.
Recientemente, un portavoz del Pentágono anunció que se estaba construyendo una milla de muro al día y que el ritmo aumentaría para alcanzar 450 millas a fines de este 2020.
El proyecto ha enfrentado numerosos obstáculos, desde disputas legales por el uso de terrenos privados por donde pasa el muro en Texas, hasta la dificultad para obtener fondos provenientes del Congreso y otras ramas del Gobierno.
Este año, como el anterior, el Congreso sólo autorizó 2,750 millones de dólares para el proyecto de infraestructura, lejos de los 5,700 millones de dólares que Trump había pedido a principios de 2019 y por los que llegó a cerrar el gobierno tras el desacuerdo con los demócratas en la Cámara de Representantes.
Un cactus es trasladado para abrir paso a la construcción del muro, en esta fotografía compartida en Twitter por el presidente Donald Trump.
Después de llegar a un acuerdo para volver a financiar al gobierno, que no incluía los recursos solicitados, Trump decidió declarar un estado de emergencia en la frontera sur el 15 de febrero que le permitía desviar fondos del Departamento de Defensa para el muro.
Esta medida fue desafiada en las cortes. Y la construcción de algunos tramos fue detenida temporalmente. Recientemente, la Suprema Corte autorizó el desvío de 2,500 millones de dólares del Departamento de Defensa para la construcción de 11 tramos que abarcarían 450 millas.
Y a principios de este mes en un caso diferente una corte federal de apelaciones también permitió que la Administración hiciera uso de 3,600 millones de dólares de fondos del Departamento de Defensa para el combate al tráfico de drogas y proyectos de infraestructura militar.
Hace dos semanas el Departamento de Defensa que dirige Mark Esper recibió una petición de fondos procedente del Departamento de Seguridad Nacional para financiar 270 millas de vallas.
Con estos fondos, aunados a un plan para obtener 7,200 millones de dólares adicionales, según reportó el diario The Washington Post, cinco veces lo autorizado por el Congreso, la Administración contempla construir 889 millas de vallas que terminarían de levantarse a mediados de 2022.
En total, Trump obtendría 18,400 millones de dólares de fondos federales para vallas fronterizas.
El secretario Esper es el responsable de decidir sobre el desvío de recursos de su Departamento al de Seguridad Nacional, que supervisa todo el proyecto.
Cuando se le preguntó recientemente sobre la financiación del muro, Esper dijo que el Pentágono considera que la frontera suroeste es parte de su misión para proteger el país, y que el departamento apoya al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) a ese respecto.
Una barrera de cuestionable efectividad
Con todo, no queda claro que las barreras que ha ordenado construir el presidente vayan a frenar el tráfico de drogas y la llegada de inmigrantes indocumentados.
Varios episodios recientes parecen cuestionar la efectividad de esta obra que ha sido evadida por arriba con escaleras, por abajo con túneles e incluso por en medio con seguetas y puertas secretas.
Por ejemplo: este miércoles segmentos del muro en Calexico, California, cedieron ante ráfagas de 30 millas por hora. Las vigas de acero de 30 pies de altura cayeron hacia el lado mexicano, donde una línea de árboles en una avenida de Mexicali aparentemente evitó que fueran a dar contra el suelo.
Un miembro de la Patrulla Fronteriza explicó que la sección de 20 metros que se cayó estaba sobre una base de concreto (cimientos de 13 pies de profundidad) que no había terminado de solidificarse y, por tanto, fue vulnerable a los vientos.
Pero incluso ya curados, los cimientos siguen siendo vulnerables. Por ejemplo: a los túneles, como el que se anunció este miércoles que se descubrió uniendo a Tijuana (México) con San Diego, en California.
El narco túnel tenía una longitud de más de 4,000 pies, el más largo de la historia fronteriza, y una profundad de 70 pies, muy por debajo del muro que sólo se extiende bajo tierra 13 pies.
A principios del pasado noviembre, en cambio, The Washington Post reportó que traficantes lograron abrir brechas en nuevas secciones del muro utilizando un tipo de sierra que se comercializa en ferreterías por unos 100 dólares.
Preguntado al respecto, el presidente, quien anteriormente había definido el muro como “virtualmente impenetrable”, afirmó que es “muy poderoso”, pero admitió que tiene vulnerabilidades.
“No importa cuán poderoso sea, cualquier cosa se puede cortar, en toda honestidad”, reconoció.
O la ocasión en que varios hombres saltaron con facilidad el muro “imposible de traspasar”, como se aprecia en el siguiente video.