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"Por supuesto que tengo miedo". La mayoría de escuelas en Puerto Rico siguen cerradas por los terremotos

"Es terrible. Si había un lugar donde los niños podían sentirse seguros era en la escuela", se lamentan los maestros.

Unos 240,000 estudiantes no podrán regresar aún a clase porque solo un 20% de las escuelas públicas de Puerto Rico han reabierto esta semana sus puertas después del terremoto de principios de enero.

Solo 177 escuelas fueron certificadas para reiniciar este martes el curso escolar tras las inspecciones a 561 centros escolares públicos de la isla del total de 856 tras el sismo de magnitud 6.4 y posteriores réplicas que el pasado 7 de enero dejaron un muerto y daños millonarios.

Fruto de esas revisiones es que por el momento a unos 240,000 estudiantes sin clases porque 50 edificios escolares son inseguros debido a que los cimientos que los soportan no son suficientemente largos y los hacen más vulnerables al colapso, un hecho que preocupa a los padres.

"Por supuesto que tengo miedo", aseguró Marién Santos, de 38 años, quien asistió este lunes a la escuela secundaria Ramón Vilá Mayo donde estudia su hijo en el suburbio de Río Piedras, donde los funcionarios le dieron una copia del informe de inspección y evacuación en caso de nuevos sismos.

La misma preocupación fue compartida por la directora de la escuela, Elisa Delgado, quien considera que si bien los ingenieros hicieron una inspección exhaustiva de la escuela, construida a principios del siglo pasado, también advirtieron que en caso de evacuación no usara la entrada principal porque conduce a un área de tuberias de gas, mientras que las otras salidas son demasiado estrechas para evacuar a los 450 estudiantes de la escuela, algo que a su juicio "no es lo ideal", como dijo a la agencia de noticias The Associated Press.

Desde el terremoto de 6.4, ha habido varias réplicas fuertes, incluyendo una de magnitud 5.9 grados el 11 de enero la isla, además de otra de 5.0 grados que se sintió en toda la isla el sábado. El primer terremoto derrumbó los dos pisos superiores de una escuela de tres pisos en la ciudad costera sureña de Guánica el 7 de enero, justo dos días antes del comienzo programado de las clases.

Los expertos alertan que unas 500 escuelas públicas en Puerto Rico se construyeron antes de 1987 y no cumplen con los nuevos estándares de construcción. Un plan para renovar aquellas escuelas que lo necesitan, un estimado de 756 edificios, costaría unos 2,500 millones de dólares, según las autoridades, que señalaron que se trata de cifras preliminares.

El Secretario de Educación, Eligio Hernández, indicó que otras 51 escuelas comenzarían las clases el 3 de febrero y que su departamento está revisando las recomendaciones para proceder con el resto de los centros escolares.

"El Departamento de Educación se tomará el tiempo que necesite y tomará todas las medidas necesarias para que los padres ... se sientan satisfechos", dijo el lunes a los periodistas.

Elba Aponte, presidenta de la Asociación de Maestros de Puerto Rico, le dijo a AP que recibió quejas e imágenes de padres y empleados escolares de al menos 10 escuelas con grietas en paredes y techos y que están reabriendo.

"Sus preocupaciones son válidas", manifestó Aponte, quien agregó que las compartiría con la secretaria de educación de la isla.

Mientras tanto, los funcionarios de la escuela y el gobierno están tratando de averiguar qué hacer con los aproximadamente 240,000 estudiantes que aún no pueden asistir a la escuela, ya sea porque su edificio es inseguro o aún no ha sido inspeccionado. Además, en la región sur y suroeste de la isla las escuelas no van a abrir por el momento, según las autoridades.

Las opciones incluyen reubicar a los estudiantes en otros centros con horarios revisados ​​o impartir clases en remolques restaurados o al aire libre bajo lonas, dijo Aponte mientras lamentaba la situación.

"Es terrible", dijo. "Si había un lugar donde podían sentirse seguros, era en la escuela", concluyó.

Los movimientos telúricos de las últimas semanas han provocado que todavía cerca de 2,000 personas permanezcan en cinco campamentos base repartidos por el suroeste de la isla.

Las últimas lluvias ocasionaron inundaciones en dos de los campamentos, por lo que la Guardia Nacional trabaja este sábado en acondicionar un nuevo lugar para los damnificados que todavía no han vuelto a sus casas.

Editado por Olga Luna con información de AP

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