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El himno feminista global 'Un violador en tu camino' marca el paso de la marcha de mujeres contra Trump

La "Marcha Nacional de Las Mujeres" sacó a las calles hoy a decenas de miles de mujeres en todo EEUU, muchas de ellas soportando gélidas temperaturas en ciudades como Nueva York, Chicago, y Washington.

Por María Peña

WASHINGTON.— Encabezadas por el grupo feminista chileno, Las Tesis, y su himno global, Un violador en tu camino, miles de activistas de todo el país marcharon este sábado en Washington contra el presidente, Donald Trump, y en defensa de las mujeres y los inmigrantes, en el marco de la “Marcha Nacional de las Mujeres”.

Desafiando el frío y la aguanieve, las activistas se congregaron primero en el parque de Freedom Plaza, donde el colectivo Las Tesis, en su primera aparición en Washington, ensayó con la multitud la canción Un violador en tu camino, una especie de himno que se ha vuelto viral en las redes sociales y en varias capitales del mundo.

Además de Washington, también hubo protestas en decenas de ciudades de costa a costa en el país, incluyendo Nueva York, Chicago (Illinois), Los Angeles (California), Milwaukee (Wisconsin), Austin (Texas), y Sarasota (Florida).

En declaraciones a Noticias Telemundo, las integrantes del grupo explicaron que las marchas son una herramienta clave para la movilización de las mujeres contra un “patriarcado opresor”.

“El propósito es que los gobiernos entiendan de que la realidad que vivimos no se puede vivir más. El patriarcado tiene que caer… tiene que arder, todo tiene que cambiar, y vamos a seguir luchando desde nuestros cuerpos, en las calles, en resistencia, desde el arte”, indicaron las activistas.

Acompañados de ritmos de percusión de la banda capitalina Batala, las manifestantes, muchas luciendo gorras rosadas, caminaron hacia la Casa Blanca bajo escolta de la policía capitalina.

 Al acercarse al complejo presidencial, el grupo Las Tesis lideró la actuación de su himno, que ha puesto a su natal Valparaíso, y a Chile, en la palestra internacional.

Este año, los organizadores programaron la marcha nacional en torno a asuntos como la equidad de género, la defensa de los inmigrantes, y la protección del medio ambiente.

Teresa Hendricks, una abogada de inmigración en el estado de Michigan, trajo a la protesta una jaula para condenar que, a su juicio, la Administración Trump ha tratado a niños migrantes como “criminales”, al encerrarlos en centros de detención en la frontera sur.

“Este es un ejemplo de la crueldad de nuestro país y del gobierno, y sobre todo del presidente Trump… queremos que la gente vea lo que está pasando a los niños. El mensaje es que tenemos que tratar con humanidad a los niños, sobre todo, y a los padres que vienen a trabajar y contribuir a la economía”, explicó Hendricks, quien representa a unos 100,000 trabajadores agrícolas en Michigan.

Su jaula, construida con tubos de plástico, mostraba en su interior un maniquí en forma de niña, envuelta en una colcha de aluminio, en representación de los niños detenidos en la frontera y bajo custodia de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por su sigla en inglés).

El encierro de niños migrantes ha generado repulsa de grupos humanitarios y defensores de los inmigrantes, además de múltiples demandas en los tribunales.

Por su parte, Marta Pérez García, una artista gráfica puertorriqueña, llegó a la marcha porque considera importante decir un “basta ya de patriarcado, de que no haya equidad”, y movilizar a las mujeres en el mundo.

Pérez García, quien participó en una actuación de la canción de Las Tesis en Puerto Rico, dijo que las feministas del grupo chileno “pusieron un punto claro en que la violencia de género está pasando, tiene que parar”.

La plaza, a unas pocas cuadras de la Casa Blanca, fue escaparate de una larga lucha por la equidad de género en Estados Unidos, con una multitud que incluyó a mujeres en la tercera edad, jóvenes universitarias, trabajadoras, y niños.

Es que, incluso en Estados Unidos, donde las mujeres obtuvieron el derecho al voto hace apenas un siglo, las desigualdades entre los géneros siguen latentes: las mujeres ganan apenas 80 centavos por cada dólar que percibe el hombre blanco, y entre las latinas, la cifra baja a 53 centavos.

Desde la llegada al poder de Trump en enero de 2017, más mujeres se han lanzado a la política, persiguiendo escaños en todos los niveles del gobierno.  Sin embargo, aunque son el 51% de la población, apenas conforman el 25% de los miembros del Senado y el 23,4% de la Cámara de Representantes, según un análisis de la Universidad Rutgers.

En el Parque Lafayette, los manifestantes gritaron consignas en inglés y español contra Trump y las deportaciones, y en defensa de los inmigrantes, incluyendo el emblemático mensaje de “sí se puede!”.

En ese sentido, la mexicoamericana, Isamar García, de 23 años, viajó desde Arkansas para participar en la marcha, por considerar que Trump “no respeta a la comunidad” hispana.

 “Estoy aquí representando y marchando por todas las latinas. El presidente que tenemos en la Casa Blanca no nos respeta como mujeres, y es importante que estemos aquí afuera involucrados en las decisiones que se toman acá en Washington“, dijo.

García, nacida en EE.UU. de padres michoacanos, aplaudió la presencia de Las Tesis en la marcha como señal de que “las mujeres latinas estamos haciendo ruido en todo el mundo”.

Se calcula que en 2017, entre 3,3 millones y 4,6 millones de mujeres marcharon en más de 600 ciudades de Estados Unidos, en lo que se consideró entonces con la mayor movilización pacífica de un solo día en la historia del país.

En Washington, la marcha de este año fue marcadamente menor que la de 2017, cuando medio millón de mujeres protestaron un día después de la toma de posesión de Trump, y tampoco incluyó líderes políticos o celebridades de peso. Eso ha generado críticas de que el movimiento ha perdido fuerza por divisiones internas, estrategias difusas, y falta de diversidad.

Este año, los organizadores, motivados contra el "Trumpismo", obtuvieron permiso para hasta 10,000 personas en Washington, apenas una décima parte de las 100,000 que participaron el año pasado.

Aún así, los organizadores insisten en que todo movimiento social sufre reveses y ajustes, y la meta es continuar empoderando a las mujeres y, en un año electoral, movilizarlas a las urnas.