Sandra Ávila Beltrán, mejor conocida como 'La Reina del Pacífico', obtuvo una victoria legal el 16 de enero cuando un tribunal colegiado de Ciudad de México ordenó descongelar ocho cuentas bancarias de su propiedad que fueron aseguradas por las autoridades desde el 7 de agosto de 2002.
“La Justicia de la Unión ampara y protege a la quejosa Sandra Ávila Beltrán, respecto de los actos reclamados a los órganos ministeriales recurrentes”, establece la sentencia que fue revisada por Noticias Telemundo.
Ávila Beltrán fue detenida el 28 de septiembre de 2007 por acusaciones de ser una pieza clave del cártel de Sinaloa para el envío de cargamentos de cocaína hacia Estados Unidos. Sin embargo, 'La Reina del Pacífico' ha ganado diversos recursos contra las acusaciones formuladas por las autoridades mexicanas durante el sexenio de Felipe Calderón, entre otros, dos cargos por operaciones con recursos de procedencia ilícita y uno por delincuencia organizada.
Además, en 2010 un juez determinó que no había elementos suficientes para relacionarla con las operaciones del cártel de Sinaloa y en 2012 fue extraditada a Estados Unidos, donde enfrentó un juicio por asociación delictiva, conspiración para poseer 100 kilos de cocaína y acusaciones de importar diversos cargamentos de estupefacientes.
Ávila Beltrán negoció esos cargos y se declaró culpable de asistir económicamente a su pareja sentimental Juan Diego Espinoza “El Tigre”, operador del cártel del Norte del Valle de Colombia.
Por eso fue condenada a 70 meses de prisión que cumplió hasta el 20 de agosto de 2013, cuando regresó deportada a México donde fue internada en el penal de Nayarit. Allí cumplía una sentencia de cinco años por lavado de dinero, pero una jueza dictaminó que había sido procesada por el mismo delito en México y Estados Unidos por lo que fue liberada en febrero de 2015.
El documento judicial de 50 páginas establece “la devolución del numerario contenido en esas cuentas, y de ser el caso, sus respectivos rendimientos”, lo que significa que Ávila Beltrán gozará del dinero que tenía en las ocho cuentas que se encuentran repartidas entre cuatro bancos mexicanos.
“Hay un claro mensaje de impunidad, de nosotros seguimos operando nuestra vida nuestra vida bajo el manto de la delincuencia organizada funciona y salimos adelante ante cualquier gran problema”, explica el experto en seguridad Carlos Ulloa.
El fallo hace referencia al caso judicial más importante que se le imputó en México por un cargamento de 9.5 toneladas de cocaína aseguradas el 20 de diciembre del 2001 en el buque Macel, frente a las costas de Colima, pero en agosto de 2011 fue absuelta en ese caso.
En el documento también se menciona que, en julio de 2002, se detuvo a una mujer en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México que transportaba “un poco menos de un millón y medio de dólares”, y quien dijo que administraba “un negocio” en la ciudad de Guadalajara que era propiedad de Ávila Beltrán, lo que impulsó las averiguaciones en su contra.
Otro elemento resaltado en la sentencia es que en septiembre de 2003, Ávila Beltrán hizo un pago de “aproximadamente ciento ochenta y seis mil dólares en efectivo (…) por concepto de la prima anual de su seguro de vida con un valor de un millón de dólares y de otros dos seguros”, una acción que también fue registrada por las autoridades.
Ávila Beltrán se convirtió en una figura muy popular que inspiró dos libros (“La Reina del Pacífico”, de Julio Scherer García y “La reina del sur” de Arturo Pérez-Reverte) y varios narcocorridos. Siempre ha rechazado todos los señalamientos en su contra, y niega ser familiar de célebres capos mexicanos como Félix Gallardo y Emilio Quintero Payán.
Sandra Ávila Beltrán retoma el control de sus ocho cuentas con el dinero que tenían y los rendimientos que han producido desde agosto de 2002. Foto: cortesía de Sandra Ávila Beltrán
Sin embargo, admite que conoció a diversos líderes del narcotráfico como Joaquín "el Chapo" Guzmán, Ismael "el Mayo" Zambada, Amado Carrillo Fuentes y los hermanos Arellano Félix. "El gobierno me relaciona con los capos, como si fuera uno de ellos. Pero yo los conocí cuando eran personas comunes y corrientes", le dijo a Scherer en su libro.
Su detención se realizó durante el gobierno de Felipe Calderón y se considera como una de las operaciones que detonó la guerra contra el narcotráfico que fue emprendida por las autoridades mexicanas y cuyo saldo, en 2016, se estimó en más de 100.000 muertos y unos 30.000 desaparecidos.
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