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Putin ejecuta “una revolución sin sangre” para asegurar su futuro al frente de Rusia

El Gobierno ruso dimite en bloque tras un anuncio hoy del presidente que cambiará las reglas políticas en ese país

Lleva 20 años gobernando Rusia, como presidente o como primer ministro, y le quedan aún otros cuatro de mandato, pero Vladímir Putin prepara ya su futuro y el de su país, que apenas ha conocido a otro líder desde la caída de la Unión Soviética.

Este miércoles ha anunciado una serie de reformas constitucionales que cambiarán los equilibrios de poder en Rusia, minando la autoridad de su sucesor, en un movimiento que puede ser interpretado como otra maniobra política para seguir al frente del país. No sería la primera.

Putin, de 67 años y ex director de los servicios secretos rusos (la antigua KGB), fue elegido presidente en agosto de 1999, tras la dimisión de Boris Yeltsin (que había ocupado el cargo desde el colapso de la Unión Soviética, en 1991).

En 2004, fue reelegido. La Constitución le impedía volver a presentarse tras estos dos mandatos, así que entregó el poder a uno de sus más fieles aliados políticos, Dmitry Medvedev. Apenas días después, en mayo de 2008, fue elegido primer ministro por un Parlamento también bajo su control.

Putin, durante su discurso ante el Consejo de Estado de Moscú.
Putin, durante su discurso ante el Consejo de Estado de Moscú.  AP / AP

En 2012, Medvedev propuso que le sucediera en la presidencia de nuevo Putin, que cumplió seis años de mandato y volvió a ser reelegido en 2018. Le queda pues hasta 2024, cuando la Constitución le impida de nuevo presentarse por un tercer mandato. ¿Seguirá controlando entonces Rusia otra vez como primer ministro?

Este miércoles, en su discurso anual ante el Parlamento, ha presentado un paquete de medidas para dejar en manos de los diputados la elección del primer ministro (actualmente sólo aprueban la decisión que toma el presidente).

En caso de ser refrendadas por las dos cámaras parlamentarias, que controlan sus aliados, sería sometidas a un referéndum, según ha anunciado Putin hoy.

Medvedev presentó su renuncia

Tras este anuncio, Medvedev, que ahora vuelve a ser primer ministro, ha renunciado junto a todo su gabinete, para “dar al presidente los medios para tomar todas las medidas que se imponen”.

El analista político Alexey Kurtov considera sin embargo que es una muestra de “desacuerdo” ante los cambios impulsados por Putin, según informa el medio alemán Deutsche Welle.

Putin ha agradecido sus servicios a su primer ministro saliente y a sus ministros, y les ha pedido que concluyan los asuntos corrientes hasta el nombramiento de un nuevo equipo.

Dudas entre los expertos

Además de reforzar al Parlamento, Putin propuso reformar los poderes de los gobernadores regionales, prohibir a los miembros del Gobierno y a los jueces tener permisos de estadía en el extranjero, y obligar a cualquier candidato a presidente a haber vivido los últimos 25 años en Rusia.

“Rusia debe permanecer como una república presidencial fuerte. Es por ello que el presidente, por supuesto, conservará el derecho de establecer las misiones y prioridades del gobierno”, explicó.

El jefe de Estado mantendrá así el derecho a destituir a cualquier miembro del gobierno, y nombrará a los jefes de todas las estructuras de seguridad.

Según el experto Konstantin Kalashev, Putin ha querido “crear confusión” sobre sus planes, aplazando “el debate real sobre la transferencia de poder” hasta después de 2024.

Para la jefa de la televisión estatal RT, Margarita Simonyan, se trata de una “revolución sin derramamiento de sangre”, con la que “Rusia se vuelve hacia el poder legislativo”.  El presidente del Tribunal de Cuentas, Alexéi Kudrin, sólo ve sin embargo “un pequeño paso” a favor del Parlamento.

Editado por Felipe Gálvez, con información de AP y AFP

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