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Este ‘vigilante’ armado amenazaba a migrantes. Le buscaba el FBI. Ha sido hallado muerto

Se creía "un hombre soberano" al margen de la ley. El FBI lo consideraba un "terrorista". Su misión era "repeler a invasores extranjeros" en la frontera. Ahora está muerto.

Su nombre se hizo conocido por ser miembro de un grupo de vigilantes que amenazaba con sus armas a inmigrantes indocumentados cuando cruzaban la frontera de México al estado de Texas.

Tras vivir meses huyendo de la policía, que lo consideraba un “terrorista doméstico”, el cuerpo de Kevin Lyndel Massey fue encontrado sin vida cerca de Dallas, presuntamente por una herida autoinfligida.

La policía del condado texano de Van Zandt halló su cadáver tras responder el 23 de diciembre a un aviso al teléfono 911 de emergencias. Este fin de semana ha confirmado su identidad, tras un análisis de huellas digitales, según ha reportado el diario The Dallas Morning News.

Massey, de 53 años, se había autoproclamado comandante de los Rusty’s Rangers, una milicia que perseguía a los migrantes en la frontera texana, y que en 2014 presumía en redes sociales de sus detenciones a punta de pistola.

Su retórica antiinmigración y sus críticas al Gobierno presidido por el demócrata Barack Obama les hicieron ganar popularidad, hasta el punto de contar con un pequeño grupo de seguidores, según el diario The Washington Post.

En redes sociales, Massey repetía tener poder de arresto ciudadano, y describía cómo detenían a indocumentados en la frontera usando sus pistolas y atando las manos de los migrantes con corbatas.

Se declaró  además un “hombre soberano", lo que en su interpretación lo eximía de estar bajo la jurisdicción estadounidense. Sus seguidores lo reconocían como un “patriota que sirvió en la frontera para repeler a los invasores extranjeros".

Muerte antes que deshonra

En agosto de 2014, el grupo liderado por Massey tuvo un enfrentamiento con oficiales de la Patrulla Fronteriza, a quienes apuntaron con sus armas. Uno de integrantes de la milicia disparó varias veces contra de los agentes, según consta en documento judiciales.

Massey, que contaba en con un antecedente criminal previo por robo, llegó al lugar portando una pistola y un rifle. En su camioneta y en una habitación de motel que usaba fueron encontrados materiales que podrían haberse combinado para hacer un dispositivo explosivo. Una corte federal lo condenó a 41 meses de cárcel en 2016, por posesión de armas.

Menos de un año después de salir de prisión, en mayo de 2019, el FBI alertó de sus amenazas contra la policía y lo acusó de abandonar la libertad supervisada. Desde entonces era considerado un fugitivo por la agencia de investigación y por el cuerpo de alguaciles.

 

Una página en Facebook con el nombre de Massey publicó en junio de ese año que “los federales continuaron sometiendo a KC a su tiranía después de salir de prisión”, y aseguraba que “KC no dejará que lo secuestren nuevamente. Muerte antes que deshonra”. Se desconoce quién fue el autor de esta publicación.

La noticia de la muerte de Massey llega justo cuando otro vigilante fronterizo se ha declarado culpable de un cargo federal por porte armas en Nuevo México.

Larry Mitchell Hopkins, de 69 años y "comandante" del grupo United Constitutional Patriots, puede enfrentarse a hasta 10 años de prisión. Su organización también detiene y amenaza a migrantes en la frontera.

Según el FBI, esta milicia cuenta con armas AK-47. Testigos dijeron ante los tribunales que el grupo se estaba entrenando para asesinar al financiero George Soros, a la ex secretario de Estado Hillary Clinton, y al ex presidente Barack Obama.

Del Ku Klux Klan al asesinato de una niña latina

La operación de grupos antiinmigración en la frontera de Estados Unidos con México no es nueva, según detalla un recuento realizado por la cadena NBC.

Ya en los años 70 la organización racista Ku Klux Klan anunció la creación de una patrulla fronteriza para combatir la inmigración de indocumentados.

En los años 2000, un grupo llamado Minuteman patrulló la frontera en Arizona. En 2009, una niña de 9 años, Brisenia Flores, fue asesinada en su casa en ese Estado por miembros del grupo vigilante Minuteman American Defense. La niña, de origen latino, tenía la ciudadanía estadounidense.

El Departamento de Defensa, según documentos divulgados por la revista Newsweek en 2018, estimaba que había alrededor de 200 grupos de milicia a lo largo de la frontera sur, que declaran luchar en contra de la inmigración y que apoyaban la construcción de un muro para detener lo que consideran es una “invasión”. 

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