Decenas de viviendas y edificios derrumbados de forma parcial es el balance provisional del terremoto de magnitud 6.4 registrado este martes en Puerto Rico que dejó un muerto y 346 refugiados, que continúa intentando recuperar el servicio eléctrico después de un apagón total.
La gobernadora Wanda Vázquez activó esta tarde a la Guardia Nacional y declaró el estado de emergencia.
Mientras la isla sigue experimentando réplicas de menor magnitud, las familias afectadas por los sismos ocurridos esta semana se rehúsan a volver a sus viviendas, por decisión propia y también por recomendación de las autoridades: permanecen en las calles y en refugios, con miedo de que otro sismo haga colapsar sus hogares.
Casas dañadas durante el sismo magnitud 6.4 en Guánica, Puerto Rico. Foto: AP.
“Yo me los llevo. Quieran o no quieran; mi abuelo, mi hermano y mis sobrinos se van conmigo. Quieran o no quieran”, dijo entre lágrimas una habitante de Guánica a Telemundo Puerto Rico, mientras llenaba su automóvil con las pertenencias de su familia.
"Peor que el huracán María"
Dos plantas eléctricas, Costa Sur y Ecoeléctrica, resultaron dañadas. Además, 300,000 habitantes están sin agua y las personas empiezan a hacer largas filas afuera de supermercados y farmacias para comprar agua y medicinas, según reportan usuarios de redes sociales.
Santos Seda, alcalde de Guánica, uno de los municipios más afectados por los sismos, informó que hay 148 estructuras afectadas. La alcaldía nueva está a punto de colapsar, al igual que una escuela de tres pisos.
“Yo considero esta crisis que nosotros estamos viviendo peor que el huracán María”, dijo Seda en conferencia de prensa, de acuerdo con El Nuevo Día. “Un terremoto no avisa, no sabemos por dónde viene, no sabemos cómo va a azotar”.
En el municipio de Yauco, al menos 130 residencias colapsaron o sufrieron daños, de acuerdo con El Nuevo Día.
El inicio de las clases se atrasará hasta el 13 de enero para acabar de evaluar las estructuras escolares, informó la gobernadora en conferencia de prensa. Además, autorizó el uso de $130 millones del fondo de emergencia para atender a la población afectada.
Vázquez también urgió a los ciudadanos a preparar sus planes de emergencia en caso de que se presenten más movimientos telúricos durante los próximos días.
Nelson Martínez Guillén, de 73 años, murió aplastado por una pared de su apartamento. El hombre estaba discapacitado y estaba bajo el cuidado de su cuñado y su sobrino.
"Había una pared que dividía la pared de la casa arriba, él dormía en uno de esos laterales y en uno de los movimientos la pared se desprendió y le cayó en la espalda. Rompió la cama y todo", describió a El Nuevo Día Reynaldo González, cuñado del hombre fallecido.
Otras familias sufren porque sus seres queridos están enfermos y permanecen en estacionamientos o refugios, sin acceso a atención médica adecuada ni alimentos. El miedo no les permite regresar a sus hogares o a los hospitales.
“Tenía miedo, porque la verdad que estaba temblando muy duro”, dijo a Telemundo Puerto Rico un hombre cuyo familiar con Alzheimer permanece acostada en un camilla en la calle.
Editada por Diana Baptista.