IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Los préstamos gota a gota causan desesperación y hasta suicidios. En California ya tienen solución

“Muchas veces me arrepentí, pero ya no había nada que hacer”, explica una víctima. Es un problema que afecta a latinos en todo el continente. California quiere solucionarlo pero hay un problema.

Petra Torres, una tatarabuela mexicana que vive en California, pidió hace tres años un préstamo rápido de 4,000 dólares en efectivo para ayudar a una nieta en México. La mujer, de 82 años, nunca preguntó por la tasa de interés que le iban a cobrar: era superior al 100. Ahora debe más de 5,000 dólares, pese a haber hecho pagos mensuales de más de 500.

Los abusos del sistema conocido como gota a gota se están extendiendo en México, según las autoridades locales, que lo vinculan allí a carteles del narcotráfico. Este método de usura, que se originó en Colombia pero afecta también en países como Argentina, Bolivia, Perú u Honduras, ha causado desesperación e incluso terribles suicidios entre sus víctimas.

En febrero, una mujer de 32 años perdió la vida junto a su hijo de 10 al lanzarse por un viaducto de 330 pies de alturas en Ibagué, una de las ciudades colombianas más populosas. “Estaba desesperada por las deudas”, explicó el alcalde, culpando a los préstamos del gota a gota de otros suicidios.

Estos préstamos permiten contar con dinero rápido y sin preguntas, pero obligan a devolverlo en unas semanas con un interés abusivo, de forma que, si se reciben 150 dólares, quizá haya que devolver 750. “Era una presión muy grande. De algún lado yo tenía conseguir la plata para pagar. Comenzaron a llamar mucho por teléfono, me mandaban mensajes dándome plazos, y que si no pagaba se iban a desquitar en mi casa”, explicó un taxista chileno a la cadena BBC.

En México, estos prestamistas actúan en la capital y en los estados de Quintana Roo, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Puebla, Hidalgo, México, Querétaro, Guanajuato, Nuevo León y Morelos, según el diario El Universal, aunque otras fuentes amplían el rango de acción a 21 estados más la capital.

“Algunos colombianos empezaron a traer este sistema aprovechando la necesidad de liquidez de la gente”, explicó el secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez, “este tema te lleva hasta la locura, te lleva hasta terminar con tu vida”.

En puestos callejeros y mercados, los prestamistas se ofrecen hasta medio millón de pesos (26.000 dólares) que hay que devolver incluso por cuadruplicado.

Para evitarlo, en California entró en vigor el 1 de enero una ley que prohíbe cobrar intereses por encima del 36% para préstamos de entre 2,500 y 10,000 dólares. Sin embargo, compañías dedicadas a este negocio han adelantado que se asociarán con bancos de otros estados para seguir cobrando intereses más altos, según ha reportado el diario Sacramento Bee.

“Esperamos poder seguir atendiendo a los consumidores de California a través de patrocinadores bancarios que no están sujetos a las mismas limitaciones de tarifas propuestas a nivel estatal”, dijo en julio el principal ejecutivo de Elevate Credit, Jason Harvison.

En Estados Unidos se conceden, siempre en efectivo, hasta 12 millones de dólares al año en préstamos rápidos o del día de pago, según averiguó Noticias Telemundo. El interés promedio puede alcanzar el 460%.

Hasta el 40% de los clientes de estos prestamistas deja de pagar a causa de los intereses. Muchos pierden propiedades, ven afectados su reporte de crédito o tienen que cerrar sus cuentas bancarias. En 2018, 20,000 personas en Estados Unidos perdieron sus autos por ese tipo de préstamo, según Graciela Aponte, del Centro de Préstamos Responsables.

En Los Ángeles, la mayoría de los prestamistas están en barrios latinos. El boulevard Whittier reúne una de las más altas concentraciones de esos negocios.

El drama de Torres no es único. Kenya Montes también relató un caso similar: estaba en aprietos financieros y pidió un préstamo de 2,500 dólares. Tres meses después había devuelto 3,000 pero aún debía 4,000 en intereses.

“Esa deuda se quedó en mi reporte de crédito. Muchas veces me arrepentí, pero ya no había nada que hacer”, dijo.

En 2011, el entonces presidente, Barack Obama creó la Oficina de Protección Financiera del Consumidor.(CFPB, en inglés), pero las regulaciones establecidas a nivel federal han sido bloqueadas desde fines de 2017 por el Gobierno de Donald Trump.