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Trump puede iniciar una guerra sin permiso del Congreso. Pero debe cumplir estas reglas

Desde 1789, el Congreso ha declarado la guerra en 11 ocasiones contra 10 países. El presidente también puede lanzar un ataque militar. Pero debe obedecer estos requisitos.

Washington DC.— El presidente, Donald Trump, defendió este viernes el ataque aéreo que ordenó personalmente con dron y que el jueves causó la muerte en Bagdad (Irak) al general iraní, Qasem Soleimani.

Trump dijo primero en Twitter que el máximo líder militar iraní debería haber sido eliminado “hace muchos años”, como “responsable directo o indirecto de la muerte de millones de personas”.

Más tarde, desde su residencia en Mar-a-Lago, en Florida, Trump dijo que Soleimani, a cargo de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, planeaba "ataques inminentes y siniestros contra diplomáticos y militares estadounidenses", pero con su muerte "se acabó su reino de terror". 

El presidente iraní, Hassan Rouhani, ha prometido "venganza por este crimen atroz". 

Consciente de una posible escalada del conflicto, Trump aseguró que el ataque contra Soleimani tenía el propósito de "frenar una guerra", no comenzarla ni causar un "cambio de regimen" en Teherán. Asimismo, Trump instó a Irán a que "cese ya" su agresión en la región. 

Sin embargo, el ataque lanzado por el Departamento de Defensa debería haber sido consultado con el Congreso, según afirmó la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

¿Hasta qué punto puede el presidente actuar sin autorización del Congreso?

El presidente no puede declarar una guerra sin autorización del Congreso. Según explica la Cámara de los Representantes, los padres fundadores, reacios a concentrar demasiado poder en manos de una sola persona, aunque fuera el presidente, decidieron que una declaración de guerra precisaba de un debate profundo en un foro abierto por parte de representantes públicos.

“Los reyes han estado siempre metiendo al pueblo en guerras y empobreciéndolo, pretendiendo por lo general, aunque no siempre, que era por el bien del pueblo”, escribió Abraham Lincoln en 1848, durante el conflicto con México.

En su opinión, los padres fundadores “comprendieron que esa era la más opresiva de todas las opresiones reales, y decidieron diseñar la Constitución para que ningún hombre solo pudiera tener poder suficiente como para oprimirnos”.

El artículo primero de la Constitución, sección 8, cláusula 1, indica que el Congreso tiene la facultad de “proveer a la defensa común y bienestar general de los Estados Unidos”. En la cláusula 11, le otorga el poder “para declarar la guerra”, “reclutar y sostener Ejércitos”, y “habilitar y mantener una armada”.

Desde 1789, el Congreso ha declarado la guerra en 11 ocasiones contra 10 países y en cinco conflictos diferentes. El presidente pidió autorización al Congreso en persona o por escrito. Sin embargo, la última vez fue en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, lo que ha hecho el Congreso es autorizar el uso de la fuerza militar contra otros países (Vietnam, Irak, etcétera).

Pese a ello, varias Administraciones, especialmente tras la Segunda Guerra Mundial, han interpretado laxa la noción de una guerra defensiva, y han desplegado fuerzas armadas sin autorización del Congreso, a veces sin pedirla luego. 

Para resolver esta ambigüedad, el Congreso aprobó en noviembre de 1973 una ley, pese al veto del entonces presidente, Richard Nixon, que se ha convertido en el estándar en estas situaciones. Bautizada como War Powers Act, la ley restringe el poder presidencial para declarar la guerra, y establece las condiciones para pedir autorización al Congreso.

El presidente puede ordenar el uso de la fuerza militar en caso de “una emergencia nacional ocasionada por un ataque contra Estados Unidos, sus territorios, o sus fuerzas armadas”. Pero, en caso de no tener una autorización parlamentaria previa, debe informar al Congreso en las siguientes 48 horas; los congresistas tienen entonces 60 días para aprobar o rechazar esa acción.

Varios presidentes, después de Nixon, han cuestionado esta norma porque presuntamente limita su poder ejecutivo, y varios se la han saltadoRonald Reagan envió a militares a El Salvador en 1981 sin informar al Congreso. Bill Clinton ordenó ataques aéreos en los Balcanes e informó de ello al Congreso, pero no pidió permiso de forma reglamentaria, así que no necesitó de una respuesta en 60 días.

Trump tampoco ha solicitado en esta ocasión permiso al Congreso; algunos miembros del Senado, bajo control republicano, han dicho que discutieron el ataque con el presidente, pero la Cámara de Representantes no fue informada.

Pelosi ahora exige que “se informe a todo el Congreso de forma inmediata sobre esta seria situación y sobre los siguientes pasos que considerará tomar la Administración”, en particular el despliegue de tropas adicionales en Medio Oriente.

La Cámara de Representantes aprobó en julio una propuesta que limitaba la capacidad de Trump para lanzar ataques contra Irán sin la venia del Congreso, para incluirla dentro de la ley de gastos de defensa para el año fiscal 2020.

Sin embargo, ante las objeciones republicanas en el Senado, esa medida fue eliminada de la versión final que aprobaron ambas cámaras del Congreso.