Un avión de Kazajistán con 98 personas a bordo se estrelló poco después de despegar el viernes, matando al menos a 12 personas y causando lesiones a 49, informaron las autoridades del país ex soviético de Asia Central.
La nave Fokker-100 perteneciente a la compañía kazaja Bek Air realizaba el vuelo Z2100 cuando golpeó una cerca de concreto y un edificio de dos pisos después del despegue en Almaty, la ciudad más grande y antigua capital de Kazajstán.
Se dirigía a Nur-Sultan, la capital del país, antes conocida como Astana. Inicialmente se reportaron 15 muertos, pero las autoridades corrigieron la cifra a 12.
"Cuando despegamos el avión comenzó a zarandearse muy fuerte y supe que se iba a caer", dijo a EFE en conversación telefónica el empresario Aslán Nazarliév, uno de los sobrevivientes.
"Apenas el avión se estrelló salimos por la salida de emergencia que está sobre el ala. Estaba oscuro. La gente alumbraba con las linternas de sus teléfonos", recordó.
"Empezamos a ayudar a sacar a la gente que veíamos y oíamos, porque había muchos gritos y gemidos, y a los que ya no respiraban los sacamos y los alejamos del avión", comentó.
El sobreviviente dijo que las alas del avión estaban cubiertas de hielo y que la mayoría de las personas muertas o lesionadas estaban sentadas hasta la fila 14.
"Toda la gente que pisaba el ala se caía, porque había hielo. No puedo afirmar que (antes de despegar) las alas no fueron rociadas con anticongelante, pero el hecho es que había hielo", agregó.
Un avión con 23 años de antigüedad
Las autoridades estaban analizando dos escenarios posibles como causa del accidente: error de piloto y falla técnica, dijo el viceprimer ministro de Kazajstán, Roman Sklyar, reportó la agencia de noticias AP.
El Fokker-100 es un avión de acción mediano de doble turboventilador. La nave siniestrada tenía 23 años de antigüedad y en mayo fue certificada en condiciones para operar. La compañía que fabricaba el avión quebró en 1996 y la producción se detuvo al año siguiente.
En 2009, a todas las aerolíneas kazajas, con excepción de la aerolínea insignia Air Astana, se les prohibió operar en la Unión Europea porque no cumplían con los estándares internacionales de seguridad. La prohibición se levantó en 2016.
Todos los vuelos de Bek Air y los Fokker-100 en Kazajstán fueron suspendidos en espera de la investigación del accidente, dijeron las autoridades del país.
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