IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

"Las condiciones son horribles": alertan sobre los problemas de salud que enfrentan refugiados en Matamoros

Refugiados bajo el programa Quédate en México sufren enfermedades crónicas y problemas de salud mental que tienen en alerta a expertos

Los niños sufren de enfermedades del estómago debido a que no tienen acceso a agua potable. Los adultos, llenos de ansiedad, tienen problemas para dormir. Tras recorrer un duro trayecto desde sus países con el objetivo de solicitar asilo en Estados Unidos, los inmigrantes ahora enfrentan una crisis de salud pública en el campamento de refugiados ubicado en el municipio mexicano de Matamoros, Tamaulipas.

“Cada vez que hablas con alguien que está en proceso de espera, sus ojos se llenan de lágrimas”, dijo a Noticias Telemundo Adrián Cantú, gestor de salud de Médicos Sin Fronteras, al describir la experiencia de los solicitantes de asilo que –bajo el programa “Quédate en México”– son obligados a esperar en Matamoros por su cita en una corte de inmigración en Estados Unidos.

En total 1,600 personas viven al aire libre junto al puente que conecta el municipio fronterizo de Matamoros con Bronwnsville, Texas. De acuerdo con Médicos Sin Fronteras, familias enteras comparten carpas y duermen en colchones tan delgados que no se diferencian del piso de tierra.

“Viven en tiendas de campaña, hacinados, sin letrinas ni agua, en condiciones de higiene limitadas. El clima es muy cambiante, un día con demasiado calor y luego demasiado frio, y ellos están expuestos de forma permanente a las corrientes de aire, con poca ropa para cubrirse”, describió Cantú a Noticias Telemundo.

"Nuestro mayor miedo es un brote de influenza"

"Quédate en México" inició en junio de este año y, desde entonces, ha enviado a más de 55,000 inmigrantes de distintas nacionalidades a México, según la organización civil. Sin embargo, municipios como Matamoros no contaban con los albergues ni los recursos necesarios para atender a todos.

Helen Perry dirige la organización Global Response Management, que desde octubre ha atendido a 2,000 pacientes desde una clínica móvil montada sobre un tráiler.

El 50% de los pacientes presentó algún tipo de enfermedad respiratoria, desde neumonía hasta una gripa común. El 20% sufrió de infecciones gastrointestinales debido a la falta de acceso a agua potable y a que no pueden lavarse las manos con agua limpia.

También han atendido a personas con problemas cardiacos, apendicitis y otras enfermedades urgentes que fueron transferidos a hospitales locales. En los casos más graves, la organización busca que Estados Unidos haga una excepción y acepte en su territorio a los refugiados que necesitan atención médica urgente.

"Nuestro mayor miedo es que haya un brote de influenza u otra enfermedad contagiosa porque la infraestructura de salud local está muy limitada", dijo. "Las condiciones del campamento son horribles".

La salud mental de los inmigrantes también es motivo de preocupación debido a la prevalencia de estrés postraumático, depresión y ansiedad que genera en ellos el tránsito por México.

Entre julio de 2018 y 2019, el 45% de los pacientes atendidos por Médicos Sin Fronteras en Reynosa y Matamoros experimentó algún tipo de violencia en su paso por México.

De ellos, uno de cada tres fue asaltado y uno de cada cinco sobrevivió violencia sexual.

Ante la violencia que experimentaron y la presión de esperar durante meses por una oportunidad ante la corte de inmigración, los adultos sufren de miedos nocturnos, problemas para dormir, depresión y desesperanza, describió Cantú.

"Eso nos preocupa y por eso pedimos al gobierno tanto de Estados Unidos como de México que deben poner al centro de las políticas la vida y el bienestar de la población", urgió en el marco del Día Internacional del Migrante, que se celebra este miércoles.

Por su parte, Perry consideró que agencias internacionales, como Naciones Unidas, deberían intervenir en el campo como hacen en comunidades en Irak o Siria, a fin de garantizar la seguridad y el acceso a la salud de los refugiados.

"Creo que debemos atender la crisis humanitaria", dijo. "Es momento que el mundo preste atención".